XII

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-Chicos, habrá una reunión para los alumnos del instituto en un bosque para acampar

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-Chicos, habrá una reunión para los alumnos del instituto en un bosque para acampar. No es muy lejos, les hago la invitación para los que estén interesados- hizo una pausa -Necesitamos su decisión a más tardar el viernes. Se irán el sábado a las 8:00 de la mañana en un camión. Comentenlo y cuando tomen la decisión pueden ir con la secretaria para anotarlos. Se pueden ir- dijo tomando sus cosas el profesor de álgebra

Era obvio que no iría, no me gusta socializar, no me gusta estar lejos de mi padre así que no tenía sentido pensar en una posibilidad.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por Matt.

-¿Iras?

-Emm... No- dije alzando una ceja

-¿Por qué no?- dijo haciendo un puchero

-No me agrada la gente y los lugares libres- dije caminando fuera del salón

-Oh vamos, yo iré.

-Eso no me hará cambiar de opinión.

-Por favor, eres una gran compañía. Mis amigos también irán.

-No iré- llegué a mi casillero y lo abrí

-Mis amigos puede que te agraden. Te ayudará a socializar más, no tienes amigos así que...

Cerré el casillero de golpe.

-No me interesa socializar con nadie y sé que no tengo amigos. A ti ni siquiera te considero amigo así que déjame en paz y no insistas pedazo de idiota- dije furiosa

-No, lo siento. No quería decir eso.

Comencé a caminar a la salida. Me tomó del brazo, lo miré con rabia y me soltó. Fui casi corriendo fuera para desquitar mi furia. Miré el auto de Matt. Sonreí.

-Hola, bonito- dije acariciando con la punta de mis dedos la ventana de la puerta del copiloto

Recordé sus palabras. Farfullé e hice puño mis manos. Tomó vuelo y lo azotó en el vidrio del auto. Matt gritó mi nombre mientras corría hacia mí, comenzé a patear la puerta fuertemente. Me tomó por la cintura y me alejó del auto.

Mi nudillo de nuevo sangraba.

-Anne, por Dios. Tu mano- dijo volteandome sin despejarme de él

Mis ojos estaban llenos de furia.

-¿Te gusta más tu coche así?- dije riendo

-No me interesa el auto, me interesas tú- paré de reír -te llevaré con un doctor.

Me tomó de las piernas y me cargó como costal de papas, trataba de zafarme pero como siempre el ganó.
Durante el recorrido él miraba preocupado mi mano, tomó papel higiénico de una caja del auto. Arrancó un pedazo y comenzó a enrrolarlo en mi mano con delicadeza, sus dedos rozaban ligeramente mi mano. Tragué saliva.

Llegamos al hospital y me atendieron después de 10 minutos.

-¿Qué lo provocó?- dijo poniéndose sus lentes el doctor

-Me quería desquitar con algo en aquel momento.

-¿Has hecho esto antes?

Matt me miró con atención.

-Sí- dije rodando los ojos

-Anne, no puede ser- soltó de golpe Matt

-Te sacaremos una radiografía para verificar si no hay un hueso roto por el impacto continuo.

Se retiró de la oficina y nos dejó solos.

-¿Y dices que no son ataques de ira?- dijo alzando una ceja

-No eres mi padre para regañarme y no son ataques entiende. Aparte fue tu culpa.

Abrió la boca para defenderse pero se resignó.

-Lo siento, en verdad. No quería decir eso.

Nos quedamos en silencio hasta que llegó el doctor con la radiografía.

-Efectivamente, está algo lesionada tu mano. Te daremos un tratamiento, y te vendaras la mano.

-Está bien.

-Necesito hablar con tu novio a solas.

-No es mi... Olvidelo- fruncí el ceño

Después de los vendajes y las recetas de medicamentos nos fuimos a casa. Mi padre al entrar se veía muy preocupado. Le expliqué lo sucedido y se relajó cuando le dije que ya tenía una receta. Al despedirme de Matt le insistí un poco sobre lo que hablaron el doctor y él pero él se negó.

Después de cenar le comenté un poco acerca de ese dichoso viaje de campamento a papá ya que se había quedado en duda del porque reaccioné de es manera contra el auto de Matt.

-Deberías ir- dijo lavando los trastes

-¿En serio? ¿Tú también empezarás con eso?- dije rodando los ojos mientras secaba los trastes

-¿Quién también te insistió?

-Matt, pero no iré.

-Ahora que lo pienso te convendría, si él va tendrás tiempo para... Para la venganza...- dijo con algo de pena

Era cierto, no lo había pensado.

-Mmm... Voy a considerarlo- dije sonriendo

Al llegar a mi habitación el sueño no llegaba así que me dediqué a mirar la ventana. Recordé las palabras de Matt, realmente llamaron mi atención. Era cierto que nunca había tenido un amigo... Más que él o eso pensaba él. Pero realmente no le contaba lo verdadero, no era yo con él. Todo era como una farsa para él. Mi madre me hubiera regañado todo el tiempo por no socializar, sonreí un poco. Ella insistiría a que fuera a ese viaje... A ella no le importaría nada más que yo me uniera a la convivencia no como mi padre... A él sólo le importaba la venganza.

Sacudí la cabeza, no quería pensar en aquello. No quería verme como una adolescente dramática porque no le haces caso. Suspiré con nostalgia, no lo negaría, extrañaba a mamá.

-Iré a aquel viaje por ti y por la venganza mamá- dije susurrando

Venganza Mutua Donde viven las historias. Descúbrelo ahora