XXVI

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-La maté- bajó el cuchillo y lo puso en su bolsillo del pantalón

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-La maté- bajó el cuchillo y lo puso en su bolsillo del pantalón

—¡Basta! ¡Ninfómano de mierda!— por fin me deshice de sus manos en mi cuerpo

Escuché como tocaban la puerta.

—¿Está usted bien señorita? Escuché ruidos— dijo la enfermera

Simón puso su dedo índice en la boca insinuando mi silencio.

—Estoy... Estoy un poco mareada, me iré a dormir— alcé la voz

—¿Quiere que la ayude en algo?

Se acercó Simón de nuevo. Susurró un "nos veremos, niña bonita" y mi vista se nubló hasta desmayarme.

...

No sabía si lo había soñado o no... Pero los dolores de aquella noche fueron prueba de la realidad.

—Lo único que me dijo la enfermera es que estabas tirada en el suelo— tomó mi mano

—Yo... No recuerdo mucho de lo que sucedió. Quiero ir a casa, papá— susurré

—Tranquila, sólo es llenar unos documentos y nos vamos de aquí.

Salió de la habitación. Las palabras de Simón no eran claras, pero ahora estaba segura de que estaba en peligro... De morir.

—T-tengo que continuar, matarlo— dije seria

Recogimos nuestras cosas y nos fuimos a casa. La casa ahora me protegía de alguna forma. La sensación de sentirme en compañía me erizó la piel. No sabía que pasaría, quién mataría a quién en cualquier momento.

Tomé mi móvil y lo llamé.

—Necesito verte.

—No sé si eso sea bueno...

—¿Por qué lo dices?

—Mi padre.... Me tiene vigilado

—¡Yo te necesito!

—¡Mi padre está muy mal! ¡No habla, no me mira y murmura cosas! ¡No puedo estar contigo ahora!

—Joder... Me estoy cansando de esto. Te veré en la escuela.

Terminé la llamada.

Quería gritar... Quería decirle lo mucho que lo quería, pero las cosas son duras y no siempre se hace lo que uno quiere.

El móvil sonó. Matt.

—¿Qué quieres ahora?

—¿Te gustaría una visita en casa?— su voz me dejó helada

—No si lo impido

Rió levemente y terminó la llamada. Su risa quedó grabada en mi mente toda la tarde.

Venganza Mutua Where stories live. Discover now