VI

168 36 7
                                    

Mi padre llegó a mi habitación a toda prisa con una gran sonrisa en el rostro, desde hace años no lo veía sonreír así

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Mi padre llegó a mi habitación a toda prisa con una gran sonrisa en el rostro, desde hace años no lo veía sonreír así.

-El plan salió aún mejor, iremos nosotros a comer con ellos en su casa-dijo entusiasmado

-Perfecto. Entonces el plan cambiará. Haremos esto- hice una pausa - tú serás lo más amable posible con ellos recordándoles que son una familia muy linda mientras yo trato de sacarle información sobre costumbres a Matt-

-¿Y cómo harás eso?- dijo frunciendo el ceño

Reí un poco.

-Anda, tú ve y arréglate guapo- dije metiéndome al baño

Miré el reloj, eran ya las 2 de la tarde. Tenía puesto un vestido corto y suelto de color blanco con el cabello suelto.

Bajé las escaleras donde mi padre esperaba con un pantalón de vestir color café y una camiseta de manga larga a cuadros. Salimos de nuestra casa para iniciar el recorrido, aunque notaba a mi padre un poco nervioso.

Paró el auto en una casa grande color blanco en su totalidad con una reja azulada. Habían dos autos (uno era de Matt). Tocó el timbre con nerviosismo y abrieron en pocos segundos. Apareció una mujer de unos 40 años de piel morena y ojos grandes color café. Tenía un vestido largo y suelto con estampado de flores y el cabello recogido, era bonita.

-Bienvenidos, yo soy la esposa de Simón- estiró su mano - me llamo Esther Thompson.

-Es un placer, ella es mi hija única Anne Evans- dijo sonriendo amable

-Hola- dije seria

Entramos a la casa, la decoración era acogedora. Había bastantes cuadros con fotografías de ellos. Una llamó mi atención, era Matt de pequeño con otro niño. Sonreía aún faltandole un diente. Reí levemente.

-Buenas tardes, ¿cómo has estado Andrew?- volteé a verlo, parecía tan inocente con un mandil. Cocinaba al parecer pasta.

-Muy bien, ¿y ustedes?- dijo sentándose en uno de los sillones de la sala

-Perfectamente. ¿Gustan beber algo?

-No, gracias- dijimos al unisono

-Llamaré a mi hijo, no sale de su habitación mucho- dijo subiendo las escaleras

Seguí mirando mi alrededor con detenimiento, no había nada interesante al parecer. A los pocos minutos bajo la señora Esther acompañada de Matt. Les daba la espalda pero escuché sus pasos acercándose a mi padre.

-Mucho gusto- dijo sin mucho ánimo

Volteé a verlo. Su expresión fue divertida, abrió la boca pero la cerró mientras sus ojos se volvían cada vez más grandes.

-Hola, qué sorpresa que nuestras familias hayan coincidido ¿no lo crees?- dije estirando mi mano

-Si... - dijo sonriendo levemente mientras estrechaba mi mano

Miré nuestras manos, era raro tener que tocar a alguien. Nunca había sido tan cortés con la gente, era repugnante. Quité la mano inmediatamente a lo que el rió.

Hablaron de trabajos, de dinero, la vida adolescente y otras cosas comunes. Pero lo interesante fue a la hora de comer.

-Y bien, ¿que has hecho estos años de tu vida amorosa Andrew?- dijo Simón

Mi padre estaba enfrente de mí y Matt al lado. La expresión le cambió de inmediato, mordí mi labio inferior.

-¿Por qué lo preguntas?- dijo moviendo el tenedor en el plato

-Bueno, sabemos lo que pasó y eso fue hace mucho así que porque no una nueva oportunidad en el amor.

-Si, el amor es maravilloso y nunca deja de dar vueltas en el aire- dijo Esther

Casi vomito la pasta. Que cursilerías tan más absurdas, mi padre negó con la cabeza riendo un poco.

-Tu hija se parece tanto a Elizabeth- dijo Simón mirándome detenidamente

Esta vez sí escupí lo que tenía en la boca, tosí varias veces. Matt palmeó mi espalda. Quité sus manos de mi espalda con el ceño fruncido a lo que el rodó los ojos.

-Oh lo siento, no quería incomodarte, Anne- dijo preocupado

-No se preocupe, a cualquier nos puede pasar. Hasta a usted- dije sonriendo descaradamente

Se quedó en silencio. Me levanté de mi asiento y fui al baño. Me miré en el espejo, realmente si me parecía a mi madre o por lo menos eso creía pero no me gustaba divulgarlo. Respiré profundamente y salí del baño. Me encontré con la mierda de cara de Matt. Alcé una ceja.

-¿Quieres que te muestre la casa?- dijo serio

-¿Te obligaron tus padres no es así?- dije riendo

Sonrió con insuficiencia.

-Lo tomaré como un sí- dijo tomando mi brazo

Me traté de zafar de su agarre pero el lo impidió de cualquier forma.

-Oye,¿por qué no quieres que ni la mosca te toque?- dijo caminando hacia un cuarto hasta el fondo del pasillo

-No dejo que basuras me toquen- dije mirándolo de arriba a abajo

-¿Acaso te violaron o por qué estas tan traumada?- dijo alzando una ceja

Le di una cachetada. Abrió mucho los ojos. Me jaló del brazo y abrió la puerta de la habitación y la cerró detrás de mí.

-Mira niña, no se que tienes contra mí desde el día que nos conocimos y tampoco entiendo porque me topo contigo en cualquier lado pero ya me tienes cansando- dijo acercándose cada vez más a mí

-¿Acaso eres tan débil que no puedes con un carácter fuerte?- dije alzando una ceja

-Mejor cállate- se acercó aún más a mí con la mandíbula tensa - no sabes de lo que puedo ser capaz- dijo entrecerrando los ojos

Farfullé.

-¿De qué eres capaz? ¿Me matarás acaso?- dije de golpe

Frunció el ceño. Lo empujé hacia atrás y cayó en la cama.

-En serio estás loca- dijo riendo

-Contesta lo que pregunte- dije cruzandome de brazos

-No, claro que no me refería a eso- dijo levantándose

-¿Y tus padres matarían a alguien por ti?- dije mirando las fotos de Esther colgadas en la pared

Ella estaba sentada en una banca con una gran sonrisa, casi riendo. Era casi igual a las otras... Pero miré algo más, el edificio detrás de ella. Tenía un letrero que decía "fiscalía"; mi padre me había dicho que Elizabeth había trabajado en la fiscalía cuando yo nací y había una fotografía donde ella aparecía en ese mismo edificio. Rocé con mis dedos la fotografía.

-Ey, genial ahora ya no escuchas- dijo poniéndose al lado de mí

Lo miré sin gesto alguno.

-¿Tu madre trabaja?-

-...No, es ama de casa. No le agrada la idea de dejarme por un trabajo- dijo mirando la fotografía

-¿Y tu padre?- dije alzando una ceja

-Sí, sí. Él es abogado, aunque antes de mudarnos aquí era inspector.

Tensé la mandíbula.

-¿En dónde?- dije seria

-En Michigan- dijo haciendo que eso resonará en mi cabeza como dolor de cabeza

Venganza Mutua Where stories live. Discover now