Venganza Mutua

VIII

Cerré los ojos y sonreí. Pero la sonrisa desapareció al escuchar la voz.

-Ey, Anne. Que gusto volver a verte, Matt me dijo que ya se conocían desde antes- dijo Simón

-Hola, señor ¿que tal su día? ¿peor que los demás o mejor que los demás?- dije sonriendo hipócrita

-Estoy bien- dijo riendo

-Su hijo está adentro con su novia-

-Pero él no tiene novia... O eso creo- dijo mirando la puerta

-Quizá no le ha dicho nada- dije levantándome

Me despedí y me fuí. Llamé a mi padre para decirle que más tarde iría por su pastel, necesitaba respirar y estar tranquila así que tomé el autobús y fui al parque abandonado del otro día. Seguía igual de solitario y hermoso a mi parecer. Me senté en una banca y cerré los ojos, la brisa golpeó mi rostro.

-Mamá, a veces te necesito para comprender si mi temperamento esta bien o no. Quizá si soy una maniática- susurré

Recibí un mensaje del móvil.

Matt: estás en problemas

Fruncí el ceño. No le dí importancia.

-Tengo que darme prisa para enamorar a este chico. Hoy pensé que me buscaría pero no lo hizo, nunca falló y este estúpido lo logró- dije patentado el suelo lleno de hojas secas

Otro mensaje.

Matt: en serio, necesito que estés en el café ya

Ahora resulta que tengo que ir a donde el diga. Farfullé y me levanté.

-Dame paciencia mamá- dije mirando el cielo

Después de 15 minutos fui al café, no por él sino por el pastel. Si lo veía iba a apuñalarlo.

-Gracias- le di el dinero al que me atendió y me di la media vuelta y ahí estaba

Rodé los ojos y lo ignoré. Me tomó del brazo con fuerza.

-No me interesa tu trauma de que no te toquen. En serio necesito que te expliques- dijo llevándome al baño de hombres

-Gritaré si no me dejas ir- dije seria

-Que lástima, se acabó la jornada- dijo sonriendo arrogante

Gruñí.

-¿Qué quieres?-

Se acercó peligrosamente a mí. Permanecí firme. Respiro profundamente y se aclaró la garganta.

-¿Se puede saber porque le has dicho a mi padre que tengo novia? Sabes perfectamente que es mentira-

-¿Te causé problemas?- dije riendo

Se acercó más, poniendo sus manos a los lados de mi cabeza.

-Muchos- sonrió - el primero, mi padre no confió en lo que le dije sólo porque me vió abrazar a Tannia; segundo, me hizo tener que trabajar aún más ya que le dijo al jefe que es su amigo que también iba a lavar los trastes- dijo entrecerrando los ojos

Reí levemente.

-Y tercero, me di cuenta de que realmente me gusta Tannia- se desvaneció mi risa - ¿qué? ¿por qué no ríes?-

Lo miré sin expresión.

-¿Acaso yo te atraigo Anne?- dijo mirando mis labios

-No, dejé de reír porque tus sentimientos son patéticos. Te ves tan estúpido tratando de ser un caballero pero ella sólo quiere que le pidas ser su novia ya porque no sabe estar sola- dije seria

Rió sarcástico.

-Lo único que escucho son celos-

-Claro que no-

-Mira, yo no tengo la culpa de que nunca en tu vida alguien te haya tratado bien y que por eso me llames patético y déjame en paz. Deja de meterme en problemas- dijo alejándose de mí

Me miró un momento y se salió del baño. Me quedé estupefacta por un segundo. Gruñí y paté la pared.

-Él no me pudo dejar callada, no puede- dije entredientes

Salí del baño, no lo ví por ninguna parte. Tomé el pastel y me fuí rápidamente.

En la noche no dejaba de pensar en sus palabras diciendo que le gustaba Tannia. Quería pensar que mi ira era porque esa chica era un gran estorbo ahora en mi plan. No podía ni siquiera dormir. Agarré el móvil y abrí la mensajería.

Anne: ¿Aún no me bloqueas fastidioso?

Respiré profundamente, no tenía que bajar la guardia pero tenía que actuar como una persona amable pero astuta.

No respondió. Traté de dormir pero no pude. Bajé las escaleras y fui a la cocina, aún seguía la caja de fotografías de mamá. Tomé la caja sin pensar y la llevé a mi cuarto, me desvelé viendo sus fotos.

-Anne, debes ir a la escuela- susurró mi padre

-Andrew, deja dormir- dije frunciendo el ceño

-Vamos- dijo riendo

Abrí los ojos. Me senté en la cama, había fotos de mamá regadas por todos lados.

-Te tendré que esconder esas fotografías- dijo alzando una ceja

-No lo harás- dije seria

Rió por lo bajo.

Me vestí y me fuí a la escuela. Todo era común y corriente, no había nada nuevo o eso pensaba hasta que llegó la hora del almuerzo. Matt se puso en el centro del comedor, se subió a una mesa y gritó que todos se callarán.

-Alguien me hizo darme cuenta de que en la vida no hay que perder el tiempo- hizo una pausa - así que... Tannia Bullock- dijo sonriendo

Miré con atención. Todos le abrieron paso como ridículos a Tannia hasta llegar a Matt.

-¿Quieres ser mi novia?-

Gritó de la emoción de subió a la mesa. Tragué saliva por alguna razón.

-¡Sí!- dijo abrazándolo

Todos aplaudieron. Fruncí el ceño y me fuí a los casilleros. Tomé mi mochila y me fuí al estacionamiento.

-Tendrás que cambiar de estrategia, Anne. Ahora tendrás que ser una íntima amiga de Matt hasta que sepas cada detalle de él- dije negando con la cabeza

A los pocos minutos volví a los casilleros y saqué mis libros.

-Anne- miré a Tannia detrás de mi casillero - se que no fue la mejor forma de conocernos pero en serio quiero agradecerte por hacerle abrir los ojos a Matt, sin ti no me hubiera declarado su amor- dijo sonriendo

-Es mi amigo, como no iba a ayudarlo- dije cerrando mi casillero para después irme