XVI

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-Hola, querida novia- dijo apareciendo en las escaleras Matt

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-Hola, querida novia- dijo apareciendo en las escaleras Matt

-Eres un cursi- dije cruzandome de brazos

Era extraño que alguien me esperara en la escuela y más extraño aún que me hablen.

Rió levemente y llegó hasta mí. Se acercó a mi oído.

-Eres hermosa aún siendo amargada- dijo para después irse a su clase

No sabía cuánto tiempo iba a aguantar tanta cursilería. Se podría decir que la tercera etapa había finalizado pero mi propósito en esa etapa era que se enteraran Simón Thompson y su angelical madre Esther.

-Ey, ¿qué le pasó a tu mano?- dijo detrás de mí Jack

-No te interesa. Aunque bien sabes la respuesta- dije caminando

-Se que no son ataques de ira pero debes controlar tus impulsos- empezó a seguirme -a veces uno hace cosas de las que se puede arrepentir después- paré de caminar

Volteé a verlo.

-No se a que te refieres con esa estupidez pero mejor cállate- dije un poco alterada

-Supe que ya tienes novio- dijo serio

-¿Y?- dije alzando una ceja

-¿Realmente lo quieres?- dijo mirándome fijamente

Fruncí el ceño.

-No tengo porque responderte algo tan lógico y ya no me sigas- dije comenzado a caminar

No quería pensar en estos momentos en que su hago algo me arrepentiré, nunca lo he hecho. Pero sabía que podía ser una posibilidad en esta ocasión, mi vida poco a poco se tornaba como una mierda la cuál nunca imaginé. Suspiré y entre al salón.

En todas las clases no dejaba de pensar en Simón Thompson y lo que había dicho Matt. Él podía ser capaz de matar a alguien a sangre fría, no dudaría en que le fuera infiel a su esposa. Pensé por un momento en la mujer que apareció en la foto donde él la tocaba de manera extraña, quizá él se aburre de su angelical esposa y busca a mujeres en aquella fundación. Era muy extraño pensar en esa teoría ya que hay mayor posibilidad de que aquellas mujeres mueran antes que su esposa. Sacudí mi cabeza para dejar de pensar en la forma tan asquerosa que puede llegar a ser Simón.

Al salir de la escuela, recibí la mejor noticia. Matt les había comentado a sus padres sobre nuestro noviazgo y ellos decidieron que sería mejor reunirnos todos en su casa para cenar. Las cosas podían ir de maravilla si todo salía conforme mi plan.

Llegué a casa y le comenté a mi padre. Esperaba que me felicitara por aquello pero se veía tan desesperado porque​ llegará la noche. Sentí algo extraño en mi corazón. Mi padre se estaba obsesionando con la dichosa venganza. Al llegar la noche se arregló de manera muy formal, con un traje negro y corbata gris. Se veía muy bien pero su cara estaba llena de desesperación. Yo vestía con un vestido rojo, hice media coleta en mi cabello.

-¿Estas lista hija?- dijo sonriendo

-Quiero que alagues a Matt lo mejor posible. Al acabar la cena tendrás que pedir a Simón que vaya contigo al auto por una champaña de regalo. Tienes que entretenerlos​ a él y a su esposa cuando regresen, pediré ir al baño pero iré arriba- su mirada era curiosa, no soportaba más y desvíe la mirada -tendremos que hacer que Esther tomé mucho. De eso yo me encargo pero quiero que distraigas a Simón en ese momento. Después de un momento Simón tendrá que llevarla a la cama y se disculpará pero regresará.

-¿Cómo sabes eso?

-He estudiado los movimientos de cada uno de ellos aparte una vez Matt me contó una anécdota de que su querida madre se emborracho y Simón hizo eso- hice una pausa -en fin, yo investigaré algo que me tiene distraída. Espero y funcione.

Después de repetir cada punto para que entendiera fuimos a la casa de los Thompson. Al llegar tocamos el timbre y al instante salió Matt con una gran sonrisa al verme. Entramos y nos recibieron alegres.

-Te ves muy hermosa- susurro Matt

-Tú también te ves muy bien- susurré

Estaba vestido con un traje negro y corbata azul. Se veía muy atractivo debo admitir, pero eso no quitaba que lo repugnaba por ser hijo de un asesino. Me acerqué a papá.

-La distracción empezará cuando truene los dedos- susurré a su oído

Después de pláticas diversas y risas nos sentamos a cenar. Esther había servido pollo en salsa de BBQ con ensalada César. Nuestros lugares eran los siguientes: Simón y Esther estaban frente a frente, papá al lado de Simón y Matt y yo juntos como era de esperarse. Al principio había tensión por el tema, el calor se hacía presente en cada uno de nosotros. Hubo silencio hasta que Simón habló.

-Así que ya son novios. En verdad estoy muy feliz por eso, sé que eres una buena chica- dijo sonriendome

Maldito hipócrita. Apuesto a que nunca imaginó decirle eso a la hija de quién asesinó.

-Muchas gracias por tener esa imagen de mí. Estoy muy feliz por tener como novio a una persona tan linda- dije tomando la mano de Matt quién casi escupe el vino tinto que tomaba

-A mí me alegra más que las personas que tanto quiero estén de acuerdo- dijo mirándonos Matt

Miré a mi padre fijamente.

-Oh emmm... Se ve que Matt tratará bien a mi hija. En serio agradezco que sea un buen muchacho- dijo sonriendo ampliamente

Después de tantos elogios observé a Esther quién aún no tomaba ni un cuarto de su copa.

-Señora Esther, ¿no le gusta el vino tinto?- dije amablemente

-Oh si me gusta- dijo tomando un poco de su copa

-Debería tomar un poco más, es bueno para el paladar cuando se come pollo o carne- dijo mi padre

Obedeció y se tomó casi toda la copa.

-Esther- sentenció Simón

-Sólo es un poco- dijo sonriendo Esther

-Anne, iré arriba por algo- dijo dejando su asiento

Asentí con la cabeza. Miré a mi padre quien le servía un poco en su copa a Esther. Hubo silencio. Era momento de empezar con el plan. Troné los dedos. Mi padre me miró al instante y tragó saliva.

Venganza Mutua Donde viven las historias. Descúbrelo ahora