Capítulo 6 | Jefazo

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Eunjin me acababa de hacer una escena por la mañana. De las peores.

Lo único que quería era un buen café que me calmara los nervios antes de entrar a trabajar. Últimamente ya no podía aguantar con tanta facilidad sus celos sofocantes. Al inicio de nuestra relación me parecían tiernos pero ahora no podía siquiera hablar por teléfono con alguna compañera de trabajo porque comenzaban los gritos y las falsas acusaciones.

Eunjin era hermosa, pero bajo ese bello rostro estaba plagada de inseguridades que yo no podía entender...

Si ya estaba de mal humor al tener que hacer fila para comprar un tonto vaso de café, entonces me pongo furioso cuando veo a una chica prácticamente dar pequeños brincos hasta el mostrador. Cuando la veo salir con una sonrisa victoriosa, reconozco de inmediato quién es.

Es Rosie.

La veo salir entre embelesado y atónito. Ella era la pasante que había estado en Aori Company por poco más de un año.

—Ya está aquí la chica que aplicó para la pasantía —me dijo Soohyun cuando entró por la puerta de la oficina.

Ese día tenía papeles desperdigados por todo el escritorio que necesitaban toda mi atención.

—¿Puedes entrevistarla tú? Estoy muy ocupado —le pedí, señalando todo el papeleo que tenía delante de mí para que se diera cuenta de la carga de trabajo que tenía.

—Claro que sí, sajangnim.

Horas después, regresó para informarme que aquella chica había sido aceptada. Sinceramente, me sorprendí un poco. Soohyun era muy exigente, así que una persona aprobada por ella debía ser excepcional. Cuando tuve la oportunidad de verla por primera vez en una junta, me decepcioné un poco al darme cuenta que nunca hablaba y se quedaba en la parte de atrás de la sala, cabizbaja y taciturna, esperando alguna orden de su jefa.

Cuando llegué a la sala de juntas y vi a Rosie tranquilamente sentada esperando mi llegada, volví a enfurecerme. No era típico de mí mostrar mi enojo, pero tal vez era el haber tenido que lidiar con los celos de Eunjin por la mañana lo que me tenía tan inquieto. Soohyun me pregunta si hay algún problema y comienzo a despotricar contra ella.

—Claro que lo hay, Soohyun. Esta chica es la razón de mi retraso. Entró como si nada a la cafetería en donde una fila de personas decentes esperaba para ordenar y se coló hasta adelante. Salió como si nada y se descompuso la máquina segundos después de haberle servido lo que pidió.

Mientras hablo, no dejo de mirarla. Y aunque quiero alejar mi mirada, simplemente es imposible. Cuando su jefa le pide que se disculpe y ella se niega firmemente, siento que mi corazón comienza a latir más rápido.

¿Qué me está pasando?

En mí comienza a surgir un deseo por hacerla disculparse, por hacerle saber que yo soy quien manda y ver qué tanta autoridad puede soportar antes de rebelarse... Pero cuando se disculpa mientras me mira a los ojos hecha un manojo de nervios con la voz firme como el acero, con sólo un dejo de la valentía que había mostrado al responderle su jefa, sé que me tiene agarrado por las pelotas.

Durante el resto de la junta, pareciera como si un campo magnético alrededor de ella me atrajera sin piedad.  Por primera vez en más de un año, realmente la observé.

Rosie tenía el cabello lacio, pero cuando llegaba a las puntas se ondulaba un poco. Sus ojos eran grandes y bonitos, con las pestañas más largas que había visto jamás. Sus labios, en apariencia suaves, eran casi perfectos bajo la tinta anaranjada que los cubría y que resaltaba con su piel un poco morena. Cuando se levantó, después de que Soohyun le pidiera algo que no logré captar, pude apreciar su cuerpo. Me sentí tentado a comprobar el grosor de sus muslos tan pronto se levantó...

La chica que él nunca notó | SeungriWhere stories live. Discover now