Capítulo 8 | Noraebang

886 65 19
                                    

Claro que conocí a los productores para comenzar el nuevo proyecto.

Desde mi cama.

En mi computadora.

—Eso sería todo —le digo al hombre del otro lado de la pantalla con una sonrisa nerviosa.

Después de mucho tiempo de no ser tomada en cuenta, dar órdenes y ser escuchada me hacía sentir intranquila. Pero también se sentía maravilloso.

—Muy bien, Rosie. Te esperamos mañana para afinar algunos detalles.

—Claro que sí, Pyohan-ssi.

Cierro la computadora y me dirijo a la cocina lentamente para comer algo de la comida que los padres de Hyunsuk habían traído para cenar la noche anterior. Al enterarse que no podía caminar, habían venido a cenar al departamento para cerciorarse de que mi lesión no era nada grave. La razón por la que eran tan atentos conmigo era porque mis padres habían regresado a nuestro país cuando comencé la universidad y se habían tomado la tarea de ser como mis protectores.

Ese era un detalle que no le había contado a Seunghyun en nuestro pequeño viaje a Daechon, del cual tuve que contarle todo a Hyunsuk.

—Le patearé el trasero a tu jefe cuando lo vea —dijo mi pequeño amigo cuando sus padres se habían ido.

Lo había invitado a pasar la noche, así podríamos hablar y ver alguna película. Además, eso aseguraba que se encontraría con Yuna. Sospechaba que mi mejor amiga lo consideraba muy atractivo, pero nunca había tenido el valor de preguntárselo. Sabía que consideraba a Hyunsuk como a mi hermano menor y tal vez eso la volvía un poco cautelosa. Yo sería feliz de que estuvieran juntos, pues no estaba muy de acuerdo con la relación que mi amigo mantenía con su jefa. Aunque, claro, no podía inmiscuirme demasiado si él era feliz.

—No te preocupes, en unos días que vuelva a verlo lo haré yo misma.

Yah... Estoy seguro que no serías capaz. Te gusta demasiado.

—Aún si eso fuera cierto —comencé a decir, tratando de convencerlo de que no estaba loca por él. O tal vez estaba tratando de convencerme a mí misma—, no puede gustarme. Tiene novia y se nota a leguas que se quieren. Además, decidí darle una oportunidad a Kyungsoo.

—¿Al vecino? —preguntó con los ojos como platos volteando hacia la puerta, como si pudiera ver a través de ella y observar el departamento de enfrente.

—Sí —respondí, mordisqueándome el labio inferior—. De hecho ya acepté ir con él a una fiesta en su restaurante este fin de semana.

—¿Desde cuándo eres tan interesante, noona? —me dijo con una sonrisa divertida.

No tuve tiempo de responder, porque la puerta se abrió y Yuna entró a nuestro departamento vestida completamente de blanco. Aún la admiro por ser tan valiente para estudiar medicina. Para mí y mi corazón de pollo no sería posible.

—Qué bueno que estás aquí. Ya es tarde —le dije a modo de saludo.

Mi amiga se quitó los zapatos y los dejó junto a la puerta. Por el tiempo que se tomó en quitárselos, sé que quiso mantener su atención alejada de Hyunsuk.

—¿Ya tomaste tus medicinas, unnie? —me preguntó, aún ignorando al chico que se encontraba sentado junto a mí.

—Sí, Hyunsuk se encargó de recordármelo hace un rato.

—Bien.

Fue lo único que dijo antes de mirarlo por una milésima de segundo y encerrarse en su habitación. Sinceramente, lo único que quería hacer era reírme de la situación. Hyunsuk me miraba algo desconcertado y simplemente me encogí de hombros.

La chica que él nunca notó | SeungriWhere stories live. Discover now