Capítulo 16 | Mujer imantada

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Cuando las puertas del elevador se cierran, inmediatamente recargo mi frente en ellas.

¿En qué demonios estaba pensando?

¿Por qué sólo vomité palabras durante toda la noche?

"Esos sólo eran celos"

Aish.

Definitivamente no entendía el poder de Rosie para quitarme cualquier filtro y máscara que yo ponía sobre mí mismo. Frente ella no estaba el gran empresario ni el egocéntrico DJ, ante ella sólo podía ser Lee Seunghyun, el hombre torpe que estaba enamorado de una mujer fascinante. Porque si algo me había quedado claro sobre la señorita Buchanan esta noche era precisamente eso. No podría aburrirme a su lado.

Presiento que tuvo que ver el hechizo que lanzó sobre mí cuando la vi bailar en el club. Aún con mucha gente presente me fue imposible confundirla. Se notaba que se la estaba pasando muy bien con la gente a su alrededor, bailando y bebiendo con ellos. Su cuerpo era imposible de no admirar en ese vestido que, si era sincero, pedía a gritos estar en el suelo de mi habitación... Aunque, si era realmente sincero, lo que más me cautivaba era la expresión tan genuina de su rostro. Se le notaba libre y feliz, como pocas veces podía verla en la oficina.

Esa era la verdadera razón por la que me había comenzado a comportar extraño cuando mencionó que Aori Ramen era su restaurante favorito. Me había sentido tan conectado a ella, tan cerca... Sólo para ser recordado que aún me faltaba mucho por conocerla.

No le dije una mentira. Honestamente, sí me sentía como un idiota por haberla hecho pasar un mal rato durante mucho tiempo y le debía una disculpa por ello.

Salgo del edificio de Rosie y me voy a casa bastante conflictuado. Ni yo mismo entendía lo que quería. Estaba claro que no podíamos estar juntos. Al menos no por el momento. Yo seguía siendo su jefe.

¿Ser amigos?

Tal vez, sólo si podía vencer las ganas que tenía de besarla todo el maldito tiempo.

Cuando me meto en la cama esa noche, no me importa mucho el futuro. Sólo podía pensar en la excelente noche que había tenido.

Al día siguiente, estoy obligado a comprar café. No me sentía del todo despierto debido a mi lacónico descanso y estaba seguro que la cafeína debía hacerme sentir mejor. Cuando estoy formado en la fila para ordenar mi café, observo que todo el lugar es un desastre. La que al parecer es la jefa del lugar tiene un aspecto horrible pues, por lo que puedo notar, está a cargo de tomar las órdenes y preparar el café.

¿Qué habrá pasado con los demás chicos?

Yah ¿te enseñé el video que tomé la última vez que estuve aquí, donde esa loca maltrata al chico? —escucho decir a los amigos que están frente a mí.

La curiosidad se apodera de mí y pongo más atención a lo que dicen.

Aigoo, claro que no. Tengo cosas más importantes que hacer...

—¿Quieres que te lo muestre?

—Está bien —responde rápidamente uno de ellos.

Ponen el teléfono entre ambos y no puedo evitar ver lo que está pasando. La mujer que está del otro lado del mostrador le da una bofetada al chico que trabajaba aquí, el cual, por alguna razón, me parecía haber visto en otro lado.

Segundos después, recuerdo por qué su rostro me parece familiar. La cara de aquél chico la había visto en el departamento de Rosie la noche de la cena en Daechon. Ambos estaban abrazándose en una foto donde parecían más jóvenes.

Después de aquella escena, aparece Rosie defendiendo al chico.

"¡¿Crees que por ser su jefa puedes golpearlo!?"

"Noona, no lo hagas, no vale la pena"

"¿Tú quién eres para meterte entre mis empleados y yo? ¿Su novia?"

"Lo soy. Y si lo vuelves a hacer, haré que te inspeccionen por maltrato laboral"

Ambos salen de la cafetería entre vítores y aplausos justo antes de que acabe el video.

Me aparto de la fila inmediatamente y me dirijo a mi oficina con la mente perturbada.

Había convivido con Rosie lo suficiente para saber que entre ella y ese chico no pasaba nada. Sin embargo, cuando entro a Aori Company, sigue habiendo algo dentro de mí que no me deja estar en paz. Estaba orgulloso de mi campanita por defender a su amigo...

Tal vez lo que me molestaba era precisamente eso.

Me gustaba tanto...

Y tenía que esperar.

¿Qué tal si se enamoraba de alguien más?

No mientras ella siga aquí, Seunghyun.

Tomo mis cosas de la oficina y me dirijo a la junta que tenemos programada para hoy. Le comentaremos a los diseñadores la fecha que Rosie y yo teníamos planeada para el lanzamiento y ellos nos dirán si pueden terminar el trabajo para entonces. Ella se había esforzado mucho porque esta nueva campaña saliera impecable y sus ideas eran siempre perfectas e innovadoras.

En el sentido más profesional, me encantaría tenerla trabajando aquí.

Ya estoy listo en la sala de juntas cuando la veo llegar. Se ve radiante, como si hubiera dormido perfectamente, excepto que tenía unas pequeñas ojeras, casi como las que adornaban mi rostro todos los días. Me encantaba saber el motivo detrás de ellas. Entra a la sala con los diseñadores detrás, como si ella misma fuera la directora de Aori Company y asiente con la cabeza a modo de saludo.

No tiene problema para comandar a toda esa gente y explicar el porqué queremos que todo este listo en la fecha que habíamos acordado: coincidía exactamente con el término de su pasantía. Claro, esa no es la razón que dice en voz alta pero ella y yo lo habíamos discutido antes. Yo era el que había insistido en que debería estar presente para ver el lanzamiento porque, después de todo, la campaña había empezado gracias a su idea.

Pedimos algo de comer para todos en la sala y después de varias horas, cuando el sol ya había sido reemplazado por la luna y las estrellas, la junta llega a su fin. Los diseñadores se van y Rosie y yo por fin nos quedamos solos.

—¿Qué tal te pareció todo? Casi no hablaste durante toda la junta —me dice con una sonrisa en su rostro y tomando asiento a mi lado.

—Es porque lo hiciste muy bien —respondo con el mismo buen humor.

Yah... ¿Qué le hiciste a mi jefe gruñón? —pregunta ahora con los ojos brillándole como a una niña pequeña que acaba de cometer una travesura.

—Le di permiso de irse de vacaciones un rato. De verdad lo hiciste bien.

—Me alegra que hayan estado de acuerdo en la fecha del lanzamiento. Eso era lo que me tenía más preocupada... Sólo tienen poco tiempo para trabajar.

—Por eso les pagamos muy bien, señorita Buchanan.

—Apuesto a que sí. De hecho, creo que deberíamos celebrarlo.

Aigoo... A veces olvido lo joven que eres. ¿No tuviste suficiente con lo de anoche? —digo para molestarla un poco.

—Sólo quería invitarte un poco de vino barato en mi apartamento —responde encogiéndose de hombros.

—¿Qué tan barato?

Ella suelta una carcajada que me eriza la piel.

—Estoy segura que no te quemará la lengua.

Con esa frase se levanta de la silla y sale de la habitación.

Después, por el efecto de aquella mujer imantada, voy directamente tras ella.

La chica que él nunca notó | SeungriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora