Capítulo 11 | Problemas en el paraíso

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—¡Se lo merecía! —me dice Yuna al otro día mientras desayunamos.

—¿De verdad lo crees? —pregunto con el ánimo por los suelos. Una parte de mí está orgullosa de mi reacción pero la otra se arrepiente dolorosamente... ¿Alguna vez volvería a tener la oportunidad de besarlo?

No mientras tenga novia, Rosie Buchanan.

—Claro que sí, es un engreído.

—Nada que no supiera —le digo dándole un sorbo a mi café.

—¿Las cosas no serán incómodas el lunes que regresen a trabajar?

Mi amiga acababa de hacer la pregunta que me tenía atormentada desde que sucedió.  No tenía idea de dónde iba a sacar la valentía para encararlo el día de mañana. Podría reportarme enferma, pero el proyecto requería un trabajo exahustivo y no podía permitirme holgazanear aún más.

No.

Tenía que hacerle frente a mi mala decisión de ir directo a la entrepierna. Tal vez si hubiera ido por el estómago no me sentiría tan avergonzada...

Con determinación, al día siguiente no hay quien me detenga. Me levanto de la cama, me doy una ducha, me despido de Yuna y me dirijo  hacia la oficina. Reviso el reloj y me doy cuenta que es temprano así que decido pasar por un café con Hyunsuk. Nadie quiere llegar tan temprano al trabajo, menos cuando eso significa tener que encontrarte con gente no deseada.

—Lo de siempre, Hyunsuk-ah —digo con una sonrisa cuando llego al mostrador.

—De inmediato, noona.

Me voy a sentar en una de las mesas de la cafetería mientras espero. El día está bastante nublado para esta época del año. Reviso mi celular y veo un mensaje de mi mejor amiga preguntándome si había recogido la ropa de la lavandería. Abajo de este había uno de Kyungsoo pidiéndome hablar sobre lo sucedido en el restaurante.

¿Cómo le podía explicar que Han estaba enamorado de él y me había montado una escena de celos?

Le contesto que puede pasar al departamento esta noche para vernos. Tarde o temprano teníamos que discutirlo. Presiono enviar e inmediatamente después escucho el fuerte sonido de una bofetada. Volteo en esa dirección y puedo ver un café desparramado y el furioso rostro de la jefa de Hyunsuk mientras este último está algo cabizbajo y pide disculpas.

No necesito más para entender lo que estaba pasando.

Maldita.

Con la sangre hirviendo, me levanto de la mesa y voy hacia ellos.

— ¿¡Crees que por ser su jefa puedes golpearlo?! —pregunto alterada mientras me pongo delante mi amigo y encaro a su jefa.

Noona, no lo hagas, no vale la pena —dice Hyunsuk mientras me toma del brazo con fuerza. Puedo sentir que no quiere hacer del accidente un gran meollo pero no puedo contenerme.

—¿Tú quién eres para meterte entre mis empleados y yo? ¿Su novia? —me dice burlonamente aquella mujer mientras me recorre con desprecio de arriba a abajo.

—Lo soy —miento mirándola de la misma manera. Si tan sólo hubiera tenido una cámara para capturar su expresión... —. Y si lo vuelves a hacer voy a hacer que te inspeccionen por maltrato laboral.

Tomé a Hyunsuk de la muñeca y lo arrastré conmigo hacia la salida mientras escuchaba varios aplausos y sentía algunos celulares directamente apuntados hacia mí. Me sentía victoriosa.

—Y si tú vuelves a dejar que te traten así le diré a tus padres —regaño a Hyunsuk mientras le doy un jalón de cabello.

Aish... –dice fulminándome con la mirada mientras se toca delicadamente la cabeza—. Gracias por eso, noona.

La chica que él nunca notó | SeungriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora