Capítulo 2

134K 5.9K 1.3K
                                    

(Casandra)


Sonó el despertador y me levante de golpe. Lo apague y entonces me di cuenta de que me había dormido con la ropa puesta.

Me metí en la ducha y cuando acabe me puse una camiseta de manga corta negra, unos shorts tejanos rotos, me anude a la cintura una camisa roja y negra a cuadros y me calce unas vans negras. El pelo lo deje suelto, ya se secaría solo.

Baje a la cocina a desayunar, bueno a meterme café, para despertarme, porque es lo único que hace que sea persona, y no un ogro, por la mañana.

Cogí mi mochila y me colgué la cámara al cuello. Fui corriendo para irme al instituto. Sino perdería el autobús.

A una parada de la mía subió un chico escuchando música en los cascos y se quedó mirando por la ventana estaba tan concentrado en lo que había fuera que a mí no me prestaba atención.

Voy a hacer una locura, pensé cogiendo mi cámara. Unos segundos antes de que el autobús fuera a parar en mi parada, me levante me puse en un buen ángulo, dispare la cámara, y salió el flash, haciendo que el chico se diera cuenta. Pero yo ya había corrido fuera del autobús.

Fui directa al instituto, como siempre me senté en mi lugar y a esperar a que acabara.

Mis amigos se sentaron a mi lado. Tengo tres amigos en el instituto, no porque no queramos tener más amigos... es solo que los demás no nos entienden, así que nos convertimos en los raros de la clase, por lo menos no somos objeto de burla de nadie.

-¿Cómo estás? –pregunto mi amigo.

-Bien, casi me pillan hoy, haciendo una foto.

-A que lo adivino, estabas haciendo la foto a alguien y te ha perseguido.

-Pues no, no me ha seguido porque le he sacado la foto en el autobús y he bajado corriendo, y a él no le ha dado tiempo a bajar.

-Estas como una cabra.

-¿No dices que la fotografía es una afición de riesgo?

-No –dijo riendo- eso lo dices tú.

-Es que lo es, imagínate que me coge, seguro que me denuncia y me hace borrar la foto.

-¿Eso no es lo normal? –pregunta riendo.

-No sé –dije riendo.

Entonces entro el profesor y empezó su aburrida clase.

En cuanto se acabaron las clases y el profesor se fue, todos empezamos a recoger para irnos de aquí. Pero un chico, el popular de la clase, se puso frente a todos, llamando nuestra atención.

-¡Hey, chicos, escucharme! –Grito, cuando ya tenía la atención de todos- Fiesta, esta noche, en mi casa, ya sabéis, piscina, alcohol, buena música. Todos invitados.

Toda la clase grito alegre y aplaudiendo. Yo me los quede mirando, como si fueran gorilas encerrados en el zoo, mira que son simples.

A ver no es que odie a la gente, lo único que hablo lo justo, soy demasiado tímida como para entablar una conversación, pero cuando tengo que decir algo a alguien lo digo y ya está. También digo que si cojo confianza con alguien soy toda una parlanchina.

Obviamente no iba a ir a la fiesta, así que salí de clases y como mi padre estaba fuera decidí comer fuera.

Cuando ya estaba esperando a que me trajeran lo que había pedido vi al chico del autobús junto a una chica. Gire mi cara y me coloque de una manera en la que yo le daba la espalda. Vaya coincidencia, mira que hay lugares.

Comí ignorando al chico, que creo que no me ha reconocido o simplemente ha pasado de mí, en cualquier caso eso es bueno para mí.

En cuanto acabe, pague y me fui lo más rápido posible, no vaya a ser que me reconociera en el último momento.

Si soy de esa clase de persona que si ve a alguien en alguna pose que sea interesante, saco la cámara y tomo una foto, aunque luego tenga que correr.

Aun me acuerdo una vez que vi a una pareja tumbada en el césped haciéndose cosquillas, les hice una foto y el chico salto a por mí, ese día corrí como alma que lleva el diablo. Llámame loca si quieres.

Me fui a unas pistas de skate alejadas de la ciudad, solía ir allí a sacar buenas fotos, ya sea de la gente con su skate o al paisaje.

Estaba disfrutando mientras veía como patinaban y daban saltitos, cuando vi a la chica del restaurante al otro lado, medio escondida. Disimuladamente recorrí la plaza con la mirada hasta que di con el chico del autobús.

Ahora podía asegurar que me estaban siguiendo. No me puedo creer que me persigan por una foto, seguro que lo que quieren es cogerme los datos para poder denunciarme, pues lo llevan claro, soy la reina de la huida.

Me levante poco a poco simulando que me preparaba para una foto. Al ver que ellos no se movían, rápidamente cogí un skate y corrí hacia atrás, en cuanto llego la bajada me subí al skate y baje a toda velocidad. Mire hacia atrás y los vi corriendo hacia mí, así que intente ir más rápida.

Luego llegue a la cuidad empecé a ir en zigzag, metiéndome por calles estrechas por si me seguían en coche. En cuanto estuve segura que ya no me seguían, me fui a mi casa.

En cuanto llegue me di cuenta de que había robado un skate, otra vez. Cuando me toca huir, suelo coger lo primero que me pueda ayudar, he llegado a coger una silla de ruedas para ir más rápido, obviamente la devolví al día siguiente.

Puse el skate, en el cuarto donde guardaba todos. Me estaba planteando ir un día con todos los skates e ir dejándolos por ahí.

Encendí el ordenador, abrí el chat, Halcón rojo no estaba conectado, así que iba a intentar meterme en la BDG otra vez, esta ocasión me meteré yo sola ya que había reforzado al máximo mi ordenador.

Me puse manos a la obra, iba pasando los cortafuegos como si nada, y según me iba acercando al final se me iba complicando.

Llegue a la última pantalla, no me lo podía creer, me puse a descargar todo lo que pudiera sobre mi madre que solo era una noticia.


VendidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora