Capítulo 35

73.5K 4.5K 666
                                    

(Casandra)


Estaba tumbada en la cama cuando empecé a sentirme incomoda. Con esa sensación de que no estás solo en la casa cuando en verdad es así. Como si una sábana me fuera a salvar me tape hasta quedar totalmente tapada. Me estaba emparanoiando yo sola.

Justo cuando había decidido que lo que estaba haciendo era una tontería escuche el chic que hace una puerta cuando la intentas cerrar poco a poco, pero igualmente hace algo de ruido.

¡Hay alguien en la casa! No cabía dentro de mí el pavor que sentía en ese momento. Si sacaba la mano hasta la mesita de noche podría coger el móvil y llamar, pero no me atrevía a moverme. Además, había comenzado a temblar como un flan.

Note como se acercaba y cada vez estaba más cerca. Aguanté quieta hasta que de mis propios nervios explote me quite la sabana mientras gritaba e intentaba bajar de la cama dirección al baño, para encerrarme.

Pero como apenas veía por culpa de me tropecé con no sé qué y antes de que mi cara llegara al suelo mi cara impacto contra algo. Era caliente... ¡estaba apoyada contra el pecho del intruso! Además me había rodeado con sus brazos para que no perdiera el equilibrio y ahora no podía salir de allí.

En cuanto pude notar su aliento sobre mis labios. Iba a besarme. flases de lo que me había pasado vinieron a mi mente y por un momento casi creí que me iba a quedar inmovilizada pero cerré los ojos con fuerza, girando la cara para que no pudiera besarme, y, reuniendo todo mi valor y fuerza, levanté rápidamente la rodilla entre sus piernas.

-¡Ugh! -se escuchó antes de que sus brazos desaparecieran de mi alrededor y cayera al suelo.

Y por lo que he notado, podía saber dónde habían ido esas manos para aliviar el dolor.

Corrí de nuevo pero esta vez en dirección a la puerta que daba al pasillo.

-Espera. Espera -escuché a mi espalda en cuanto abrí la puerta del dormitorio.

Es voz era de... ¡Troy! Me giré rápidamente y encendí la luz, deslumbrándonos a los dos. Ahí estaba Troy, tirado en el suelo aguantándose sus partes en el suelo.

-¿Qué haces aquí? -Pregunte aun alterada.

-Sorpresa -dijo riéndose.

-¿Eres tonto? ¿Sabes el miedo que he pasado?

-Lo siento -dijo levantándose- Pero ¿a ti te parece bonito pegarme así cada vez que voy a verte? Por lo menos esta vez no vas armada.

-¿Te he hecho mucho daño? -pregunte consciente de la fuerza que había usado para dar el rodillazo.

-Se me pasara. Pero la próxima vez prefiero que me acaricies a que me pegues -dijo con humor- tienes una mala manía de pegarme que no me gusta.

-Perdona, has sido tú el que te lo has buscado, ¿Para qué has venido en mitad de la noche?

-Porque hoy no he podido verte y Hank me ha dicho que ya has vuelto a casa. Así que pensé en hacerte una visita.

-¿Y no tienes miedo de lo que te puede llegar a hacer Paulo si se entera de que has estado aquí?

-Sabe que te pretendo.

-¿Qué? -pregunte confusa.

-Bueno... que estamos conociéndonos, coqueteando... como lo quieras llamar. Ducado no es tonto.

¿Eso que significaba? Estaba claro que le gustaba, pero ¿tanto como para ir más lejos que amigos? ¿O yo lo estaba entendiendo mal? Tenía un cacao mental.

-Yo no te estoy coqueteando -dije.

Era la verdad. Yo solo me estaba comportando normal... normal dentro de la locura que ha provocado que Spencer me vendiera. O eso creo por lo menos.

-¿Seguro? -pregunto acercándose a mí.

-Si -dije casi segura. Troy hacia que dudara.

-Pues yo creo que te gusto demasiado como para que quieras separarte de mí -dijo sonriendo con sorna.

-No niego que me pareces atractivo y una muy buena persona. Me caes genial, aunque al principio pensara que no eras más que un mafioso... y he empezado a apreciarte, te quiero, pero no sé si hasta el nivel que tú esperas... además yo no sé cuánto te gusto yo.

-Creo que deje claro que yo te necesito a mi lado.

-Pero eso puede significar muchas cosas.

-Si quieres que especifique lo que siento por ti, no voy a poder porque ni yo mismo lo se definir. Querer, amor, deseo... son cosas que no me he planteado hasta que te vi. Pero tengo claro que entre tú y yo hay una química especial que me gustaría explorar y quién sabe. No sé si me entiendes.

-No se dé que hablas -mentí.

Claro que notaba esa atracción. Había que ser insensible para no notarlo.

Nuestros cuerpos estaban a un folio de estar pegados. Podía sentir el calor que él emanaba. Troy puso su mano en mi nuca, haciendo que se me erizara la piel. Inconscientemente di un mini paso hacia delante, para poder sentir sus músculos contra mí.

-Pues me da a mí que si sabes de que hablo.

Aprovechando que había abierto la boca para protestar junto nuestros labios y coló su lengua en mi boca. Puse mis manos en su pecho con la intención de empujarle. Pero me agarro con una mano las dos muñecas para que no pudiera moverlas. También hay que decir que no opuse mucha resistencia, más bien todo lo contrario. Seguí el beso con igual o más pasión de la que Troy ponía. Era algo adictivo. Podía mal acostumbrarme a esto.

-Troy... -gemí su nombre cuando bajo su mano de mi nuca al culo, para poder acercarme más, si se podía, a él.

-Dime -dijo dejando besos en mi cuello.

-Troy, no -dije con voz entre cortada.

Estaba empezando a nublarse mis sentidos y no podía pensar con coherencia. ¿Qué pasaba?

-¿Quieres que pare? -pregunto dando un beso por la clavícula por cada palabra.

-No lo sé.

-¿Qué quieres? ¿Qué quieres que haga?

Pude notar como sonreía contra mi piel. Eso me hizo sonreír a mí también.

-Para empezar que te guardes la lengua y pongas las manos arriba.

VendidaWhere stories live. Discover now