Capítulo 9

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(Casandra)


-¿No lo podemos dejar en una regañina? –pregunte poniendo voz dulce.

Tenía miedo de que las represalias fueran que me torturaran o me cortaran una mano o algo por el estilo. No debía de olvidar lo que dijo Rose, son mafiosos. Eso significa que no solucionan las cosas hablando precisamente.

-¿Qué eres una niña pequeña a la que le tengo que azotar el culo cuando se porta mal? Cuéntame en que pensabas cuando has salido por la ventana del coche.

-En escapar obviamente –de conteste de forma directa.

-¿Te hemos tratado mal?

-Me has comprado ¿No te hace eso pensar en que eso no es lo que yo quiero? –dije subiendo un poco la voz.

-Si te soy sincero creo que he hecho una buena compra. Marc me ha dicho que has avanzado mucho en el sistema.

-No quiero trabajar para ti –dije claramente.

-No lo hiciste por mí sino por poder usar un ordenador.

No se lo podía reprochar eso era verdad.

-Bien como te has escapado no hemos podido tener la conversación que tenía programada para la tarde. ¿Por qué te encerraste ayer en tu cuarto?

-No quiero hablar de eso –dije poniéndome seria mirándole a los ojos.

-Pero me lo vas a contar quieras o no –dijo dando un trago a su refresco.

-¿Qué vas a hacer? ¿Torturarme? –le provoque.

-No me tientes. Ahora habla.

-No es asunto tuyo.

-Pues jugare a adivinarlo.

-Como quieras -conteste confiada de que nunca lo iba adivinar, ni siquiera se iba a acercar.

-¿Contactaste con tu padre y no quiere que regreses?

-No.

-¿Chateaste con tu novio el quarterback y te ha dejado por tu mejor amiga la jefa de las animadoras?

-No –dije mirándole como si estuviera loco.

-Por lo menos dime si me acerco o no.

-No.

-¿No? ¿No a qué? ¿A que no me lo dirás o a que no estoy cerca?

-Tenía pensado decir que no a todas las preguntas que me que me hicieras.

-Juegas sucio. Eso no se hace.

Se levantó de golpe cogiéndome de la muñeca y arrastrándome fuera. Me iba a matar.

-Espera, espera. No lo volveré a hacer.

-Toma –dijo pasándome un casco de moto.

Lo cogí y le mire confundida. El rodo los ojos, tomo el casco de vuelta y me lo puso él mismo.

-Ahora sube –dijo señalando su moto.

Se subió él primero, me apoye en sus hombros para subirme. Me agarre en la parte de atrás a la espera de que arrancara.

-Pon tus manos alrededor de mí y apóyate contra mí.

-¿Qué te abrace?

-Sí, así conduzco mejor.

No se lo discutí me pegue a él y le abrace. Enseguida pude notar como su calor invadía mi cuerpo. Era muy cálido.

Se movía por el tráfico como un pez en el agua. Me encantaba la sensación de ir en moto con él.

-¿Vas bien? –me pregunto.

-Si.

-Llegaremos en breve.

-¿A dónde?

-A la playa.

-¿Por qué?

-Es un buen lugar donde pensar y relajarse.

-¿No se supone que es un lugar donde divertirse y tomar el sol?

-Eso es por el día, ahora es de noche.

Era una buena manera de verlo.

Llegamos, aparco y me ayudo a bajar de la moto. En cuanto nos quitamos los cascos nos metimos en la arena y nos sentamos alejados de toda la gente que paseaba por el paseo, viendo el mar.

-Sé que no soy un buen chico, en tu mente debo de verme como un loco pero también te puedo decir que soy de fiar y si te digo que lo que me cuentes no saldrá de aquí, no saldrá de aquí.

-¿Por qué lo quieres saber?

-Ahora formas parte de mi familia y como líder me preocupo por los míos. Eso de escuchar que te encerraste a llorar durante todo el día no es algo que me guste escuchar.

-¿Te parece poco que mi propio padre me vendiera?

-Eso es horrible, pero si hubiera sido eso habrías hecho eso en el momento en el que llegaste no después de ver algo en el ordenador. ¿Qué mirabas?

-Una noticia antigua.

No me quedaban fuerzas para seguir luchando sola en esto y si Troy se ofrecía a hacerme de apoyo. No como mi padre que solamente me ponía obstáculos. Ni siquiera se dignó a decirme el nombre de mi madre.

-¿Sobre qué?

-Un asesinato –Troy me miro expectante- Sobre el asesinato de mi madre.

-Sigue.

-No tengo recuerdos de ella, ya que murió cuando yo apenas tendría un año –dije basándome en la fecha de fallecimiento de mi madre- mi padre nunca la mencionaba. Hasta ayer no sabía ni como se llamaba.

Troy solamente agarro mi mano y se puso a mirar a lo lejos. Pero podía sentir que tenía toda la atención puesta en mí. Era reconfortante el poder decir todo y no cargar con todo sola.

-Es la primera información que he encontrado desde que tengo consciencia. Mi padre siempre me dijo que mi madre murió en el parto pero descubrí una foto en la que salía con mi padre y conmigo de bebe. Y averiguar que en verdad murió asesinada me ha roto.

Solamente pasó el brazo por mis hombros y me apretó contra sí. No dijo ninguna palabra de consuelo pero ese simple gesto basto para que mis lágrimas cayeran como si de un rio se tratara.

-Gracias, por escucharme.

-Fui yo quien quiso saberlo. Estoy para cualquier cosa.

Después de un rato estando en silencio volvimos a montarnos en la moto para volver a la casa, estuve todo el viaje agarrada a él cerrando los ojos para disfrutar el viaje. En cuanto llegamos me fui directamente a la habitación, excusándome diciendo que estaba cansada y quería descansar.

Me tumbe en la cama boca arriba. Entonces me puse a pensar en cómo Troy había aparecido esta mañana por la puerta, no encontraba explicación, yo recuerdo haber tapado la puerta con el armario y no recuerdo haberlo quitado ni ponerme el pijama. No sabía cómo lo había hecho, no entendía nada. ¿Me estaba volviendo sonámbula?

VendidaWhere stories live. Discover now