Vendida

Capítulo 27

(Casandra)

Busque un poco por la habitación y enseguida encontré una cajita envuelta con papel de regalo.

La desenvolví con cuidado. Pesaba bastante para el tamaño que tenía. Era una cajita de música. La abrí y salió la típica bailarina dando vueltas con la melodía de fondo. No sabía muy bien que tenía que ver esta caja conmigo.

Volví a abrir el diario para seguir leyendo.

Supongo que si sigues leyendo esto es que has encontrado la cajita de música. Y te estarás preguntando el significado.

Esa cajita de música era de mi abuelo. Que paso a mi madre y de ella a mi hermano y a mí pero me la quede yo y te la estoy dando. Me hacía ilusión tener algo que sentimental e importante para mí, aunque no sea valioso económicamente. Paulo y yo nos dormíamos de niños escuchando su melodía.

Se estaba poniendo sentimental el diario. Explicándome anécdotas de Paulo y él de pequeños. Ya desde niños apuntaban maneras de rebeldes problemáticos.

En todas las historias Hugo solía ser el que metía la pata o se metía en algún problema y Paulo, contrariamente a lo que pensaba, parecía ser el más prudente y sensato, sacando a Hugo de todos los líos.

Hoy me he dedicado a decorar tu habitación. No sé qué edad tendrás ahora. Si te sirvió la cuna o ya eres más grande. Para alguien que es torpe como montar la cuna que está en tu habitación me está costando más de lo que quiero reconocer.

Me gustaría verte usar esa cuna, pero si no es así me contento con que hayas llegado a saber que no me sobro ningún tornillo al montarla. También estoy pensando en montar una cama para cuando crezcas o no tengas que usar cuna y guardarla en alguna habitación.

Tengo tantas cosas para ir contando que no sé ni cómo empezar así que no te sorprendas si mezclo el pasado con... lo aún más pasado y luego vuelvo al presente en el que te escribo esto. Nunca se me ha dado bien la escritura ni expresarme en un trozo de papel en el que no puedo rectificar si me equivoco.

Ahora mismo no estoy muy presente durante el embarazo de tu madre pero Spencer la tiene medio retenida en su casa y lo poco que la veo es siempre con la presencia de Spencer. Me da mucha rabia esta situación pero es la única manera de verla.

Espero el día en que Mery se divorcie de él y pueda venir a mí y tú también. Tengo ganas de verte, pequeña.

A mi también me habría gustado conocerle. Por lo que cuenta parece ser el típico hombre enrollado con sus hijos. Además que conocerle por carta se me hacía raro. Porque sabía que cuando acabara de leer no conocería a la persona que había escrito estas palabras dirigidas a mí. No sabía cómo debía de sentirme exactamente pero me sentía con curiosidad por saber más de Hugo, mi madre y lo que había pasado.

Hoy he podido ver a Mery después de tanto tiempo. Has crecido mucho dentro de tu madre y Mery esta guapísima, sobre todo cuando ha sonreído disimuladamente al verme, la mejor vista que he tenido nunca te lo aseguro. Solo la he podido ver por media hora pero en un despiste de Spencer nos hemos logrado esconder durante unos minutos y pasar tiempo solos.

Le e ofrecido escaparnos pero tiene miedo a que Spencer me haga daño a mí. Le he contestado que eso no me preocupaba que lo que yo quería, al igual que ella, es pasar el resto de nuestras vidas juntos, amándonos.

Me da rabia el miedo que le tiene a Spencer. Que por culpa de ese puto, perdón por la palabra, psicópata. Me dan ganas de raptar a tu madre y escaparnos. Pero soy incapaz de dejar a mi hermano aquí sabiendo que Spencer querrá vengarse y usara a Paulo, y eso es algo que no puedo permitir. Pero que él este con Mery me duele como si estuvieran matándome por dentro con cuchillos una y otra vez. Sobre todo por la impotencia de no saber qué hacer.

Entendía su preocupación y comprendía, aunque por dentro estuviera tan triste por no tener padre ni madre.

Tenía la sensación de estar leyendo una historia de amor que al principio tienen están mal pero luego logran juntarse. Lo malo era que yo conocía el final de esta historia y sabía que no me iba a gustar.

Deje de leer por hoy ya tenía suficiente. Deje el libro en el tocador y me fui al piso de abajo. Entre en la cocina con la intención de cenar algo, pero tenía el estómago cerrado. Por mucho que mire la nevera no me apetecía nada. A parte que me sorprendió que estuviera llena de comida que no estaba caducada ¿Sabía que iba a venir hoy?

Necesitaba desconectar. No pensar en nada de esto. Necesitaba algo con lo que entretenerme. Así que pase de la cocina al salón en busca de algo que hacer.

Me puse una película en la pantalla pero... apenas estaba prestando atención y cuando ya pensaba en que me iba a morir del asco vi que en una de las estanterías había un ordenador.

Me levante rápidamente del sofá y cogí el ordenador. En cuanto lo tenía en las manos vi una notita enganchada en la tapa.

"Espero que no esté demasiado anticuado. Solo te pido que no lo uses mal (Nada de mandar fotos comprometidas) Hugo".

No tarde nada en arrancarlo. No era uno de los modelos más nuevos pero tampoco era una piedra de portátil. Tenía todo lo necesario para utilizarlo.

Mire que tenía y mire las carpetas y encontré alguna fotografía y cosas varias. Que ya miraría más adelante.

Me conecte a internet y me conecte al chat por costumbre. Lo hice inconscientemente. Enseguida recibí un mensaje de Hank.

Halcón rojo: ¿Cómo has podido irte sin despedirte?

Me quede parada durante un momento. No estaba acostumbrada a relacionar a halcón rojo con alguien de la banda.

BAM-Cass: Perdón, no me di cuenta.

Halcón rojo: ¿Cómo que no te has dado cuenta? ¿Sabes que me has tenido buscándote durante horas?