House Of Cards; jjk |+18|

[5.5] "Love Yourself"

Maya

Apreté con fuerza los párpados. Empezaba a distinguir un sonido de lo más agudo, y solo quería seguir durmiendo.

Entre pequeños gimoteos por el discordante ruido, busqué mi almohada. Cuando sentí el sólido pecho de Jungkook, me refugié allí. Y, aunque mi mejor amigo apenas se demoró en atraerme hacia él, mi subconsciente comenzaba a despertar, muy a mi pesar.

- Preciosa, tengo que irme -su voz acarició mi piel.

Entonces, yo me aprisioné contra su cuerpo y deslicé los brazos por su espalda. No quería que se fuera.

- Eres muy blandito ... -susurré y aplasté mi mejilla en su cuello desnudo.

- Maya ... -mi nombre sonaba tan bien en sus labios que un ronroneo escapó de mí-. Bebé, debo marcharme a la agencia. Y no puedo hacerlo si sigues abrazándome.

Negué un poco y noté cómo él iba dejando dulces besos en mi pelo.

- Quiero que te quedes ...

- Pero, no puedo, Maya ...

- Jungkookie ... -me revolví en su regazo, acoplándome sin dificultad a su complexión-. Kookie, quédate. Por favor ... -hice algo de memoria mientras mis manos acariciaban su espalda baja-. Ibas a cuidar de mí. Lo dijiste ...

- Eso ... Eso es jugar sucio, enana -yo esbocé una sonrisa cuando su ritmo cardíaco fue incrementándose.

- Kookie ... -dije, lastimera-. Kookie, por favor ...

- No puedo ... Ojalá pudiera, pero es importante -mi atrevimiento rozó los límites y giré un poco el rostro para besar su clavícula. Jungkook sabía tan bien que, todavía adormilada, entreabrí los labios y mordisqueé por unos segundos la zona. No me di cuenta de lo que estaba haciendo hasta que Jungkook jadeó a mi oído y sus dedos se clavaron en mi cintura-. M-Maya, ¿qué haces?

Abrí de sopetón los ojos, dando de frente con una marca en su blanca piel que tintaba la zona de un suave color vino.

Mis mejillas se encendieron hasta el punto de echar humo y corrí a alejarme de Kook, comprendiendo lo que había hecho. Me dejó libre, permitiéndome así poder sentarme entre las sábanas revueltas y ver la confusión en su semblante. Él estaba completamente despierto, incluso llevaba una camiseta distinta a la que yo recordaba haberle visto.

Bajo mi avergonzada mirada, se incorporó sobre sus codos, todavía tumbado, y llevó su mano derecha al lugar donde yo había succionado.

- L-L-siento, Kookie, yo ... Yo no sé por qué he ... -decidí cerrar la boca cuando ese sonido volvió a inundar mi habitación.

Confundida y acalorada por haberme tomado tantas libertades con él, intenté averiguar de dónde salía ese ruido del infierno, pero Jungkook tenía mi atención. Él lucía igual de rojo que yo y mucho más perdido mientras acariciaba la zona afectada.

Yo tomé aire y observé cómo dirigía sus oscuras pupilas en mi dirección. Deseé desaparecer de allí porque había ... Había marcado a Kookie, y no se suponía que debiera hacer algo así. Eso no estaba bien, ¿cierto? No es como si le hubiera hecho sangrar con eso, pero había sido un impulso que debía corregir.

Los pómulos me quemaban a muerte y, lo que había acabado deduciendo eran mensajes llegando a un móvil, continuaban sucediéndose, uno detrás de otro.

Entonces, las comisuras de Jungkook temblaron y él corrió a morder su labio inferior. Aunque, aquello no sirvió de nada, porque la sonrisa que acompañó de pronto a su sonrojo era demasiado visible. A eso le siguieron tiernas risas por su parte que no hicieron más que desconcertarme el doble. ¿Por qué se reía? ¿Qué le hacía tanta gracia sobre aquello?