House Of Cards; jjk |+18|

[6.8] "Retención"

Maya

Jungkook tomaba mi mano, acariciándola con cariño y dando pequeños círculos en el dorso.

Sabía que algo le ocurría, pero al estar acompañados de los chicos, no creía que aquel fuera el momento, así que, mientras caminábamos hacia la escuela, lo único que hacía era apretar su mano suavemente y entrelazar nuestros dedos.

—¿Cómo se te pudo olvidar, Jungkook-ah? —refunfuñaba Jin, al lado de Namjoon—. Hoy era nuestra única mañana libre en común. Yoongi ya lo tenía pensado.

—No lo recordé, hyung. Lo siento ...

—Maya le hace lavados de cerebro cuando están solos, Jin —añadió Yoongi de pronto—. No es solo culpa de la gaviota.

—Yoongi ... —dije lo suficiente alto como para que él lo escuchara. Le lancé una mirada de advertencia y me giré hacia Kookie. Él estaba cabizbajo, golpeando con sus deportivas alguna que otra piedra del camino—. Jungkook es despistado por naturaleza y casi no tiene tiempo para respirar ...

—Y si no, ya te encargas tú de quitarle el aire, ¿verdad, llorona?

—¡Min Yoongi! —vociferó Jin mientras Namjoon dejaba una mano en su hombro con la intención de calmarlo—. Que seas un amargado sin pareja no te da el derecho a burlarte de otras —liberó con el ceño fruncido—. Entiendo que esta situación te ponga de los nervios, pero no lo pagues con los niños. Respeta el turno de palabra y deja que Maya termine, demonios ...

Le agradecí con un vistazo a Jin por su intervención y volví a clavar las pupilas en Jeon, que ya me observaba con un tierno puchero adornando sus labios.

—Solo ... No os esforcéis demasiado en esto —eché una mirada a Jimin, que asintió. Hobi me sonrió, tranquilizándome al instante—. Sé que estáis ocupados con el grupo y que hoy todo es más complicado para Kookie y Hobi después de su presentación oficial como miembros, así que no os expongáis. Lo que sea que el genio ha ideado no vale la pena si echáis por la borda el esfuerzo que habéis puesto en Bangtan, ¿entendido?

Todos murmuraron un débil 'sí' a modo de respuesta.

Yoongi asintió, acariciando mi brazo como disculpa por comportarse tan irascible y pagarlo conmigo. Negué, sonriendo a medias, y me centré en el único que no había abierto la boca. El que más me preocupaba de los siete.

Todos nos detuvimos antes de girar la esquina que nos dejaría casi al frente de la puerta de la escuela, y yo aproveché para retener a Kook y acercarlo hasta mí. Había preocupación en sus ojos negros y no estaba dispuesta a ir a mi clase sabiéndolo turbado por mi culpa, aunque fuera indirectamente.

—Jeon Jungkook, respóndeme —dije con tono autoritario.

Kookie clavó la mirada en la acera a nuestros pies, reacio a dar su brazo a torcer y asegurarme que no se metería en líos.

—La demanda, Maya ... No funcionó —me recordó.

Después de que aquel policía fuera a casa para asesorarnos sobre el tema de la denuncia por intento de violación a Minho, mamá interpuso una querella, sin embargo, por falta de pruebas, esta no llegó a nada. Lee Minho seguía con el derecho a acercarse a mí si le apetecía y yo continuaba igual de expuesta que siempre a que él quisiera atacarme de nuevo.

Había aprendido a olvidar gran parte del miedo, enterrarlo y así seguir con mi vida. Jungkook maldijo cientos de veces cuando supo que nada se interponía entre su enemigo y yo y me prometió que haría lo que fuera para protegerme de él. Aquella conversación sucedió tras nuestra vuelta de Busan, el mismo día que le contamos a mamá que estábamos juntos y ella nos dijo que no había demanda válida que avalara mi integridad física mientras residiera en Seoul.