[6.7] "¿Recuerdas?"

1.2K 68 16
                                    

Maya

Ni siquiera se había puesto camiseta, solo el pantalón de repuesto que guardaba en mi cuarto para las ocasiones en las que no pasaba por su casa antes de ir a clase. Podía ver los músculos de su espalda contraerse con cada movimiento y paso que daba, concentrado en el fuego. Un bostezo suyo me hizo curvar los labios en una sonrisa, imaginando que acababa de salir de la cama, y al no verme, había decidido preparar el desayuno antes de que yo pudiera hacerlo.

Caminando en silencio y lista para reprenderlo por ir con tan poca ropa por casa, vi en el frigorífico una nota con la letra de mi madre en la que decía que se había marchado temprano al trabajo y que había dejado nuestros almuerzos listos. Incluyendo el de Jeon.

Algo más tranquila por confirmar que tendríamos paz hasta que Hobi se levantara, caminé hasta Jungkook. Me coloqué a su lado, observando la sartén con la que cocinaba.

—Aprecio tus buenas intenciones, Kookie, pero debería seguir yo —dejé un casto beso en su hombro—. No quiero fuego en casa.

Rió dulcemente por mi comentario y terminó colocando en el plato la comida, con mejor pinta de lo que habría imaginado.

Estaba lista para interrogarlo sobre sus nuevas nociones para la cocina, pero él se giró hacia mí y yo me limité a fruncir el ceño. Ni siquiera tuve tiempo para pestañear, pues cuando lo hice, ya estaba sentada sobre la mesa con sus manos sujetándome por la cintura. Sabía que mis ojos estaban bien abiertos por la sorpresa, pero fui relajándome en cuanto topé con sus ojitos medió cerrados por la sonrisa que se había adueñado de sus labios.

—Jin-hyung me ha dado algunos consejos —aseguró bastante convencido.

Poco a poco, fue acercándose a mí, cada vez más cerca, obligando a mi corazón a latir sin medida. Yo no pude contenerme y separé las piernas con una timidez que no se le escapó.
No entendía qué era lo que me hacía. Por mucha vergüenza que tuviera, acababa haciendo cosas que no haría con nadie más, solo con él.

Se adentró entre mis piernas, sonriendo abiertamente y acariciando mis muslos desnudos. Mi piel se erizó en el instante en que sentí sus dedos subir la tela de la falda del uniforme. Su rostro quedó a centímetros del mío y su sonrisa se agrandó al dejar sus labios sobre los míos, sin llegar a besarme. Las comisuras me palpitaban, exigiendo encontrarse con sus compañeras, pero no moví ni un músculo y esperé a que Kookie detuviera su camino cerca de mi ropa interior.

Yo contuve el aliento.

—Sigo poniéndote nerviosa y es lo más satisfactorio que pueda imaginar.

Nuestros labios se rozaron entonces, con cada palabra y cada sílaba que dijo, alterándome como hacía tiempo no ocurría.

Apenas teníamos tiempo para estar juntos, y si sacábamos unas horas a solas, preferíamos charlar o salir a algún sitio en lugar de avanzar en el aspecto más íntimo de todos. Mi cabeza decía que no lo hiciera, que Hoseok dormía a solo unas puertas de donde nos encontrábamos. Que era un acto suicida permitirle que me tocase allí, y aún así, no me atreví a prohibírselo.

—Creo que nunca dejarás de hacerlo, Kookie —dije, precavida.

—Eso espero, bebé ...

Y lo siguiente que pasó fue que su boca había tomado la mía y que yo había olvidado hasta mi nombre.

Lo abracé por la espalda, ansiando aquello más de lo debido, y él se encargó de que nuestros cuerpos encajaran como siempre lo hacían. Sin presiones, sin forcejeos. Todo era sutil y natural. Nuestras caderas se acoplaron perfectamente y un gemido se ahogó en mi garganta a la par que otro lo hacía en la de Jungkook.

House Of Cards; jjk |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora