[5.8] "So far away"

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Maya

El silencio fue abrumador entonces, pues Jungkook no se esperaba en absoluto que yo fuese a pedirle algo así.

- ¿Qué? -preguntó él, como si creyese haber oído mal.

- Solo ... Quítate la sudadera, Jungkook -yo no podía alzar la cabeza por culpa de la rojez de mi rostro, así que tenía la mirada clavada en el color negro de la prenda-. Por favor.

Sé que la torpeza con la que obedeció mis palabras era fruto de su imaginación. ¿Para qué otra cosa podía pedirle que se quitase la ropa, verdad?

Pero no me pronuncié y esperé pacientemente a que él se sacase la sudadera, quedando en una sencilla camiseta básica de color blanco.

Con el corazón martilleándome el pecho, dejé que él tirase la prenda contra el sofá. Entonces, humedecí mis labios y tomé entre débiles espasmos los bordes de su camiseta. Comencé a subirla con la cara ardiéndome y escuché a Kookie jadear de la impresión. 

A pesar de la incomodidad y de lo extraño que resultaba todo, él no me hizo parar. Subió los brazos cuando yo terminé de alzar la tela, dándome una privilegiada vista de su pecho desnudo. Saqué la camiseta por su cabeza y él sacudió su cabello revuelto. Me vio tirarla al mismo lugar que su sudadera y entonces me obligué a mirarlo a los ojos. Puedo jurar y perjurar que ver el rubor en sus pómulos fue un detalle hermoso que me revolvió las entrañas, pero no di pie a nada más y clavé mis pupilas en las suyas.

- Túmbate bocabajo -le pedí, siendo examinada por él-. Sobre ... Sobre lo cojines.

De alguna forma, Kookie sabía que yo no le pediría desnudarse para nada indecoroso.

Todavía, claro.

Aún así, era la primera vez que le pedía algo tan atrevido, por lo que entendí que su rostro se hubiese teñido de un rojo intenso. El sonrojo se había extendido también por su cuello para cuando él hizo lo que yo le indicaba, más despierto que antes.

Lo vi arrodillarse en la alfombra y tumbarse sobre los dos cojines. Uno de ellos lo usó para apoyar la cabeza de lado y parte de sus clavículas, y el otro ocupó el resto de sus pectorales y abdomen. Yo me apresuré a apagar la luz del techo y dejar solo prendida una lámpara de lectura para que pudiera descansar la vista sin mucha luminosidad de por medio. Me sequé el sudor de las manos y agradecí llevar los pantalones de pijama porque estos eran suaves y no le molestarían.

Tras una última bocanada de aire, me acerqué a él, poniéndome de rodillas a su izquierda. Él me observaba de reojo cuando yo pasé mi pierna sobre espalda baja y quedé sentada sobre su espalda. Con cada pierna a un lado de su ancha complexión, lo sentí tensarse y acomodarse un poco. Yo apoyé las manos en su espalda, asustada por pesar demasiado para él.

- ¿Te hago daño?

Kookie carraspeó.

- N-No.

Lo vi volver el rostro para esconder su sonrojo. Yo sonreí ante su timidez y me enfoqué en el cometido que tenía.

Con paciencia, delineé con la mirada cada músculo de su firme espalda, fijándome en unos pocos lunares que la pintaban y que yo desconocía. Demasiado fascinada por su esbelta figura, me di cuenta de que quería conocer hasta lo último que tuviera por enseñarme Jeon Jungkook y que yo también quería mostrárselo todo. Hasta la última parte de mi ser.

En el momento en que mis yemas rozaron sus omoplatos, Kookie se tensó. Casi podía escuchar el rápido bombeo de su corazón.

- Relájate -murmuré, deslizando los dedos por su columna-. Te sentirás mejor cuánto más relajado estés.

House Of Cards; jjk |+18|Where stories live. Discover now