Capítulo 2

2.6K 188 3
                                    


Han pasado ya un par de días y mi padre empeora cada vez más

-Escuche de un anciano que puede curar cualquier enfermedad, te gustaría ir a buscarlo? - preguntó Zaid, mientras me encontraba distraído en mi trabajo, a lo q respondí:

- y tu, ¿sabes donde encontrarlo? -

-sinceramente no, pero podríamos enviar algunos hombres para q lo busquen en todos los rincones del reino-

-es buena idea, viajaría yo mismo para buscarlo pero en estas condiciones es imposible dejar solo a mi padre- mi amigo asiente con la cabeza, sabe q esto ya es una orden y antes de dejar la habitación para seguir, un guardia entra e interrumpe:

-Alteza!!, se acerca un caballo y sobre el viene su tío -

Zaid me mira, sabe ya inmediatamente lo q pienso y da una orden al guardia

- Bien, vayan cuatro guardias a la habitación de su majestad y no lo dejen entrar no se muevan de ahí y si acaso pregunta es orden directa del faraón, los únicos q pueden entrar son los de la servidumbre, su hijo y su consejero-

El guardia obedece me mira y se aleja haciendo reverencia.
Esto no puede estar pasando ahora ¿que es lo que quiere?, seguramente de alguien o en algún lugar habrá escuchado q mi padre enfermó, vaya q es oportuninista, busca quedarse con el reino otra vez.
Salgo de la habitación y camino a la entrada del palacio, Zaid me sigue

-mi querido sobrino!!! - grita al verme y se lanza sobre mi, lo aparto y continuo

-que haces aquí? -

-solo he venido a ver a mi querido sobrino, a su amigo y a mi querido hermano, q por cierto he oído q esta enfermo, porq nadie me avisó? y debo enterarme solo por rumores - mientras habla aparta a Zaid de manera brusca y entra, camina y hecha una mirada amplia al palacio observando a detalle los cambios q se han hecho en su ausencia
Me acerco y me detengo frente a él para impedirle el paso

-tu no eres bienvenido y lo sabes, después de lo q le hiciste a mi padre y a mi madre, así q te pido por ahora de una manera amable q te vayas- digo con un tono imperativo

-mi querido sobrino, siempre creyéndose un hombre cuando aún es un niño - responde en tono de burla y me aparta de su camino, se acerca al trono y continúa - solo vine hacer lo q es evidente tu no sabrás hacer, tu padre morirá en cualquier momento, ni siquiera has elegido esposa, no puedes convertirte en faraón todavía, lo sabes verdad?, vine a tomar el lugar que me corresponde- mientras dice esto se sienta en el trono y sigue

-tu no eres más q un niño, no podrás con tanta responsabilidad cayendo sobre tus hombros- termina de hablar y se ríe de manera exagerada

-bueno tienes razón en algunas cosas, mi padre esta enfermo si, alguien se hará cargo del reino, claro, aún no elijo esposa bueno es cierto, pero... - me acerco a él con mirada retadora y seguro de mi - tu ofensa al faraon no permite que te conviertas en su sucesor, a menos q mi padre te libere de tu castigo públicamente, pero yo dudo mucho q eso suceda, no soy un niño, soy mucho mayor de lo q recuerdas, algunas cosas han cambiado y si tu cres q no peleare por mi trono te equivocas -

Mi tío se levanta del trono y dice:

- Que te parece un duelo en el reino de las sombras y averiguamos si es cierto que dejaste de ser un niño?-

La idea no me parece del todo, sobre todo por mi padre y su condición, pero alguien debe hacer que se aleje lo más posible de Egipto.
Nos dirigimos a una habitación subterránea dentro del palacio pero alejada de todo, Zaid no ha dicho nada, camina detrás de mi, sabe tmbn como yo lo q esta por suceder y de lo que puedo ser capaz.
Al llegar a aquella habitación cada uno conoce su lugar

-hagamos más interesante este "juego"mi querido Atem, si gano me cederás el reino de Egipto, si pierdo no volveré jamás -

Miro a Zaid y su mirada llena de seguridad y coraje no se inmuta, me invita a hacer lo mismo, cierro los ojos y respiro profundamente

- Bien, que así sea entonces - respondo con toda seguridad

El duelo comienza y odio decirlo pero hay algo q le inquieta a mi corazón, no quiero siquiera pensarlo, pero siento temor.
En las primeras ocasiones q es
mi turno parece q todo marcha bn, sin embargo las cosas comienzan a cambiar y a tomar otra ruta,sé bn q algo trama y esta esperando el momento justo, ¡maldición!, no puedo perder
Me estoy desepcionando de mi mismo, jamas me habría pasado esto en otro momento, no estoy del todo concentrado y mi energía se agota, me debilito más con cada turno, odio decirlo pero de repente algo me salva, afuera se oye un terrible estruendo q hace colapsar el campo de batalla, salimos a tiempo del lugar, subimos y nos dirigimos a la entrada principal del palacio, veo q mi tío tmbn lo hace y se queda inmóvil, asombrado pero tmbn en su rostro hay una sonrisa como si supiera de q se trata, como un niño cuando recibe un juguete nuevo, se escucha un segundo estruendo q hace brillar el cielo nocturno, mi tío corre y yo le sigo, miro atrás y veo a Zaid seguirme pero lo detengo

-Por favor quédate, ve con mi padre y ordena q no salga nadie, hazlo por favor!! -

Mi amigo asiente y corre de nuevo a la entrada mientras yo intento seguirle el paso a mi tío. La gente corre de un lado a otro veo como mi tío comienza a perderse, intento correr más deprisa pero tropiezo con alguien, es un pequeño de al menos tres años, llora porq ha perdido a su madre, intento no perder de vista a mi tío pero es inútil, levanto al niño en mis brazos y empiezo a buscar a su madre, ¡¡por Ra, espero no equivocarme por mi decisión!!.
Camino entre la gente intentando calmar a cada uno pero parecen realmente asustados, de repente tocan mi hombro, es una mujer, es la madre del niño, se arrodilla y me da las gracias pero antes de q desaparezca le pregunto q ha pasado y simplemente mueve la cabeza de un lado a otro, levanta los hombros y se va. Me quedo inmóvil mirando de un lado a otro escuchando el bullicio de la gente q corre con miedo, sé q si detengo a alguien para preguntar, quizá no sepan responder, es muy difícil mantener la calma cuando algo te asusta tanto. Miro una vez más de lado a lado y veo una túnica conocida correr a dos chozas de mi y detrás de ella un hombre regordete, no más alto q yo, con cara exitada y cabellos grises, mis oídos bloquean el ruido q hace la gente y le escucho decir - tu eres mía-
Inmediatamente reconozco la voz y al hombre, se trata de mi tío, pero a q se refiere?. Corro sobre la misma calle intentando alcanzar sobre todo a la chica para salvarla de ese hombre y llega un punto en el q dejó atrás a mi tío, ahora tengo q apresurarme a alcanzarla a ella. Me detengo y miro a los lados, recupero el aire y la busco, de repente un aire tibio comienza a salir de una choza q esta atrás de mi, caigo de espalda y la chica sale con una inmensa llamarada de fuego en sus manos salta sobre mi tío q nos ha alcanzado.
- tu me pertenecerás ahora lo quieras o no- dice mi tío mientras esquiva los golpes de fuego q lanza la chica. Ella me mira y lo ve a él, me observa con ojos llenos de frustración, creo q entiendo lo q intenta decirme

- Dejala!!!, ella es mi protegida y la protegida del faraón tmbn -

Mi tío se incorpora y me observa y dice en tono de burla:
- jajajaja pero ni siquiera sabes lo que es y mucho menos de lo q es capaz -

- dudo mucho que lo sepas tu - respondo con coraje

-si no lo supiera, Atem, no habría venido hasta aquí-

La chica solo nos mira, esta en medio de los dos y antes de q uno se acerque, ella golpea con fuerza el suelo, abre una grieta en el suelo y entra, enseguida la arena y la tierra toman su lugar, me quedo asombrado y escucho las risas burlonas de mi tío.
Al volver al palacio ordenó q le preparen una habitación al hermano de mi padre

-no te quedaras una noche más - le ordeno

-me iré cuando haya capturado lo que vine a buscar- responde con aire retador

Salgo de la habitación y ordeno a los guardias q lo vigilen, entonces busco a Zaid, al encontrarlo le cuento lo que ha sucedido y ahora ambos compartimos la misma preocupación, mi tío, la chica y mi padre...

Entre Dioses, Demonios Y Hombres (Atem y tu) (Completa) Where stories live. Discover now