Capitulo 31

565 68 6
                                    

Narra Atem

-¿Por qué estás aquí? - pregunto confundido

- Te he hecho una pregunta antes, responde - Thoth insiste

- No puedo contestarte, supongo que es evidente la respuesta - miro abajo y aprieto los puños

- ¿Por qué no has ido a buscarla?, ¿por qué no has buscado a ninguno de tus amigos? - continúa

- No puedo hacerlo, debí haber obedecido la orden que tu y Anubis me impusieron, jamás podría permanecer a su lado, ambos teníamos que aceptar que nuestros mundos son completamente diferentes y no bastando con ello fui incapaz de encontrar una manera para liberarla, tampoco es que pudiera hacer mucho, no puedo dejar el palacio, ¿has visto el estado en el que se encuentra ahora?, los sacerdotes ya han comenzado a considerar en buscar un reemplazo para mi aunque no sea de sangre real, ahora creen que ya no soy tan digno del trono, no puedo detener mi boda con Denna mi reino necesita un heredero al menos... hay tanto que no puedo hacer, hubo tanto que no pude cumplir, comienzo a sentirme tan inútil, solo limitándome a permanecer aquí dentro del palacio sin más -

- Todos deben sufrir las consecuencias de sus desiciones, pero sólo ustedes, los humanos, deciden cuanto tiempo alargar ese dolor -

El silencio de nuevo aparece, realmente no se que responderle, siempre fui un buen príncipe, hacía mi deber como lo que era en aquel entonces, sumando a ello el trabajo que le correspondía a mi padre pero que dejó a un lado por su enfermedad, ¿en que momento me convertí en esto?, un mal gobernante y una persona llena de confusión. Creí que al llegar al trono sería distinto y al contrario de todo lo que supuse que pasaría siendo Faraón, no hago más que cometer errores.

Comienzo a hundirme en la desesperación de mis actos y mis errores dentro de mi mente y mi corazón, sin darme cuenta Thoth se acerca a mi y con una de sus manos toca mi frente, antes de que pueda decir algo o entender lo que sucede comienzan a llegar a mí imágenes muy claras del pasado... No, más bien son los recuerdos de Thoth...

Cierro los ojos y una sensación eléctrica recorre cada parte de mi cuerpo dejándome paralizado por lo que en mi mente se comienza a ver.

- Nada pasa por casualidad, hay una razón por la que tuviste que encontrarte con ella - dice mientras no suelta mi frente

Todos sus recuerdos invaden mi mente bruscamente, apenas puedo digerir cada uno de ellos pero finalmente...

- Ahora comienzo a comprender... -

Los primeros recuerdos que invaden mi memoria son de mi querida madre, tan devota de los dioses Isis y Ra, al casarse con mi padre no pudo concebir y ofreció su propia vida para poder darle un heredero digno a mi padre y a Egipto, pero sobretodo para tener un hijo a quien amar, al menos por un par de años, su petición fue escuchada por ambos dioses, su devoción y su fe fueron lo que me dieron vida y al estar protegido por ellos esta se convirtió en la razón por la que yo pudiera leer el conjuro de la carta blanca. Desde el comienzo de mi existencia los dioses confiaban en mi para encontrar a ___ y ayudarla, quizá sería un manera en la que yo podía pagar por el favor que pidió mi madre.

Por otro lado mi tío era un buen hombre, devoto también de los dioses, hasta que mi abuelo decidió entregarle el trono a mi padre, después de ello se enamoró de mi madre y al ver que ella se había enamorado de mi padre decidió deshacerse de él como fuera posible y sobretodo de mi por el gran odio que comenzó a tenerle a su propio hermano, al enterarse de la muerte de mi madre su odio aumento tanto que se involucró con energías malignas para encontrar una manera de liberar a los dioses y mantenerlos bajo su servicio para destruir a mi padre de la peor manera que pudiera encontrar y en todo caso incluso hasta deshacerse de mi, con un contrato al que nombró "el conjuro del guardián"...

Entre Dioses, Demonios Y Hombres (Atem y tu) (Completa) Where stories live. Discover now