Capítulo 33

576 70 7
                                    

Narra Atem

Por fin salimos del templo y en ningún momento vi a Anubis, lo que me parece extraño pues dudo mucho que tenga intención de abandonarlo así de la nada, no obstante prefiero que haya sido así, tal vez me hubiera impedido traer de vuelta a Zaid.

Volvemos al palacio por fin y la poca gente que queda sale a recibirnos preocupados por ambos, sin embargo ordeno que ayuden a Zaid primero, es una prioridad que él se recupere pronto, por mi parte solo me he hecho daño en las manos.
Al vernos de vuelta Denna se lanza sobre mi para exigirme una explicación por mi larga ausencia, sin embargo esta vez los sacerdotes interfieren y le piden que deje su imprudencia de lado, para que nos deje descansar y recuperar, ya que es un milagro de los dioses que ambos hayamos vuelto de tal lugar, donde ningún otro humano jamás a ido.

Comienzo a pensar en qué lugar se supone que creen al que fui por Zaid, no sé muy bien lo que les haya dicho Thoth, pero le agradezco lo que sea que les haya dicho para convencerlos, de esta manera los sacerdotes nos han recibido de tan buena manera

Ayudo a llevar a Zaid a su habitación y al recostarlo sonríe y me agradece con una débil sonrisa.

Sonrió también para él y salgo de la habitación para que los médicos se hagan cargo. Mientras tanto, me dirijo a mi despacho para lavar las heridas de mis manos sobre una tinaja, al inclinarme para limpiar las heridas, de mi pecho se suelta la perla que ___ me dió tiempo atrás, al caer sobre el agua ésta se aclara y sana mis manos poco a poco, sostengo la perla entre mis dedos observándola un poco más y siento recuperar también un poco de la energía que me había sido robada y consumida en la Duat, lo que me da la idea de sumergirla en un poco de agua y dársela a beber a Zaid, espero que funcione, así sanaria más rápido y solo tendría que descansar.

Salgo del despacho en busca de agua, luego voy a la habitación de Zaid, los médicos me piden que salga, sin embargo les anunció que llevo algo que puede ayudar a mi amigo a recuperarse más rápido.
Pongo un poco de miel en el agua para que esta no le sea tan cruda y sumerjo la perla de nuevo, le pido que beba poco a poco teniendo en cuenta el obsequio de ___ dentro del vaso, al terminar, su cuerpo parece rejuvenecer, ahora ya no luce tan cansado ni demacrado.

Abre los ojos y respira de manera profunda, dejando lanzar un suspiro

- Gracias Atem - y deja ver una sonrisa

Aunque su cuerpo haya sanado, necesita alimento y descanso para recuperarse del todo, ordeno de inmediato que le preparen algo que pueda comer, aunque Zaid se limita a pedir una manzana con miel.

- Aunque te traigan esto Zaid, necesitas comer algo más para recuperarte por completo -

- Lo sé Atem, pero es algo que llevo meses deseando volver a probar -

Ambos sonreímos mientras los médicos sólo nos miran y dan por hecho que la salud de mi amigo a mejorado notablemente.

Al cabo de un rato, después de haber comido juntos en la habitación de Zaid, voy a mi despacho para ponerme al corriente con mi trabajo, sin embargo un estallido hace temblar el palacio y la ciudad, corro a la entrada pensando en los posibles causantes de ello una vez más, realmente no quiero que sean ellos, aunque esta vez podría tener la oportunidad de liberarla

Antes de acercarme pido a los guardias que se pongan a salvo junto con los demás, pues algo me impide llegar ahí rápidamente, una voz que reconozco desde que erámos niños, me guía hacia los jardines del palacio, mi corazón se paraliza al escuchar cada palabra que de su boca proviene, sus intenciones tenía que haberlas visto desde el principio de todo esto, sin embargo, ahora también sé el motivo de mi constante confusión.

Entre Dioses, Demonios Y Hombres (Atem y tu) (Completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora