Capitulo 6

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La estampó contra la pared de su habitación. Cerrando la puerta detrás. Valentina soltó un gemido. El había empezado a jugar con su cuello de una manera única. Paso su lengua por él, al mismo tiempo que lo mordía ligeramente. Más abajo, sus manos se encargaban de desabotonar aquella blusa que Valentina había tardado de quitarse cuando estaba en el auto de Michael. Pero ahora, no tenía escapatoria. Quería verla desnuda. Sus ganas fueron mayores, arrancando con brutalidad aquella prenda. Los botones se desprendieron toscamente. Michael se le separó...queria mirarla...quería observar sus senos redondos aún cubiertos por el sujetador. Se inclinó para pasar su lengua por el pecho descubierto de ella.

- Mmm...- murmuró Valentina. Apretó la nuca de Michael, invitándolo a que su lengua la tocara aún más intensamente. No podía controlarse, ya no había nada que la hiciera detenerse.

Las manos de Michael se encargaron esta vez. Encontraron rápidamente el broche que ataba la falda de Valentina, bajando a la misma vez su cremallera. Los ojos marrones de el observaron la fina línea de la bonita tanga de Valentina. Se humedecieron, mojando sus labios carnosos y listos para comérsela esa noche. Le bajo la falda completamente. Ahora ella vestía un precioso conjunto de lencería. Maldición. Se tenso más. Esto era tan fuerte. Solo viéndola estaba masturbándose mentalmente. Mierda.

¿Porque no la había follado antes?

¿Porque no la había conocido antes?

Había conocido a muchas mujeres, pero ella era diferente. Sus dedos tocaron las nalgas de ella, apretandoselas. Se pegó a ella. Cuerpo a cuerpo. Se tocaron. Se estaban sintiendo entre ellos. Michael podia percibir cuán mojada estaba. Y ella...ella podía notar lo excitado que se encontraba al sentir esa grandísima erección pegándose a su vientre. Paso a besarle el cuello, mezclando su acogedor aliento con el maravilloso perfume de Valentina. Exquisita. A continuación, sus manos le tocaron la espalda suavemente, sus dedos se resbalaron entre su piel, poco a poco...llegando hasta el broche de su sujetador. Ella se separo a escasos centímetros.

- Michael...- murmuró. Un murmullo parecido a una queja. Michael la miró a los ojos. - Yo...- pero el la había besado de nuevo. Comiéndose suavemente.

- Lo disfrutarás, te lo prometo. - desabrochó el sujetador de Valentina, pero ella aún no quitaba sus manos de este para que pudiera caer en paz. Se miraron de nuevo. - Créeme... - le dijo él. Valentina se mordió el labio. - Sólo déjame a mi, hermosa. Yo me encargo. - tomó sus manos y las separó de sus senos lentamente. Valentina soltó...poco a poco, el sujetador cayó al suelo. Michael tragó saliva. La vista se le nubló un poco más. Tenía la boca hecha agua. Quiso besar esos deliciosos senos ahora mismo. Morderselos. Hacerla gritar. Que ese maldito miedo se le fuera. Estaba tratando con él. Con el maestro en sexo.

Volvió a pegarse a ella. Sus senos quedaron atrapados entre su torso. Valentina le abrazo el cuello, mientras el colocaba sus manos en su cintura. Un beso más. Michel introdujo su húmeda lengua en la dulce boca de ella. Valentina hizo lo mismo. Sus lenguas se juntaron. De pronto, las manos de Michael bajaron un poco más...llegando hasta su culo de nuevo. Lo apretó fuertemente.

- Estás mojada...- le susurró. Ella asintió casi al unísono. Había perdido completamente la cordura por él. Necesitaba sentirlo dentro de ella ahora mismo. - ¿Verdad? - pregunto. Sus dedos bajaron por entre el abdomen de ella, hasta llegar al borde de sus braguitas, las estiró ligeramente e introdujo el dedo índice.

- Oh... - Valentina le apretó la espalda, desesperada.

- ¿Que? - le sonrió él. - ¿Estoy haciendo algo malo? - dijo. Su dedo índice tocó el monte de venus de ella. Lo tocó una vez más. Acariciándoselo. Valentina hizo la cabeza para atrás.

- Dios...- murmuró ella. Nunca había experimentado algo así con alguien. Jamás. Pero eso no había sido todo.

- Quiero que me mires. - le susurro el. Valentina hizo un gran esfuerzo por concentrarse en sus palabras. Sus miradas, llenas de lujuria y deseo, se encontraron. - Baja la mirada, hermosa...- y ella lo hizo. La bajo y se encontró con la escena más caliente que no había visto jamás.

Tentation (Michaentina) TERMINADAWhere stories live. Discover now