Capitulo 13.

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Se secó el cabello con la toalla de manos. Liberó su cabello y lo alboroto en su cabeza. Solo traía unas braguitas negras que la hacían jodidamente sexy. Busco esa blusa transparente que tanto le gustaba para ponerse esa noche. Revolvió su ropa, en busca de ella.

- ¿Vas a salir? - la voz de Michael la hizo saltar en su sitio. Se volteó de inmediato y se cubrió los senos con sus brazos. Trago saliva. Michael la miraba sin abstenerse de nada. Sin remordimiento. Sin vergüenza. Sin miedo.

- ¿Qué... qué haces aquí? - le dijo estupefacta. Observo las puertas de cristal, que daban a su balcón, abiertas.

- Perdón por no entrar por la puerta, supuse que no me abririas.

Ella asintió sin saber qué decirle. Cuando pudo reaccionar, se percató de que estaba de semidesnuda ante sus ojos. Michael le dedicó una bonita sonrisa.

- Tenía miedo... - le susurró, acercandosele peligrosamente. Valentina mordió ligeramente su labio inferior, sin dejar de cubrirse los senos. Mientras él se acercaba, empezaba a ponerse aún más nerviosa... y a inquietarse mucho más. - No sabía si este balcón daba a tu departamento.

- No quiero que vuelvas a entrar por ahí.

- Lo que tú me pidas. - a centímetros de ella, mojo sus labios y miro los de ella como el punto que deseaba besar ahora mismo. Se estaba excitando muchísimo con solo verla así. Moría por quitar esas manos de ella misma. Por quitárselas a base de besos. De mordidas. - ¿Sigues enojada?

- Lo estoy ahora. No me gusta que entres así... sin avisar.

- Perdóname. - le dijo él. Bajo la mirada, estar tan cerca a ella le inducía a mirar sus bonitos senos aún escondidos. - Quería verte.

- ¿Justo ahora? - Valentina le miró los labios. Mierda. Que poderoso podía llegar a ser.

- Si, justo ahora. - se miraron. Ambos comiéndose los labios con la mirada. - No he dejado de pensar en ti en todo el día. - colocó sus dos manos sobre las de ella. Valentina soltó un leve gemido, casi inaudible, que hizo que Michael se tensara aún más. - ¿Puedo? - bajo lentamente las manos de Valentina y al mismo ritmo, se inclinó para besar suavemente uno de sus senos. Hizo lo mismo con sus pezones erectos.

- Michael, detente... por favor.

Pero él hizo lo contrario. Casi como siempre, rompiendo las reglas. Terminó de pasar su lengua por el cuello de ella. Haciéndola gemir esta vez más fuerte. Al concluir, le miró la boca una vez más. Y mas... sin probarla todavía. Quería que ella fuera quien lo hiciera, que ella se abalanzara ante sus labios y se los comiera. Y así lo hizo. Sus ganas fueron más fuertes que su propio autocontrol. Se abalanzó ante Michael y unió sus labios con los de él. Este los abrió ligeramente, invitandole a que metiera su lengua en su dulce boca. Pero el lo hizo primero, sin aguantarse, mientras abajo sus manos apretaban el cuerpo de Valentina contra el suyo. Piel con piel. Moría por desnudarla completamente. Aunque de esa manera, ya era más que suficiente. Le apretó la espalda, bajando sus manos por sus nalgas... se las tocó, Valentina se le separó un poco al sentirlas, pero no logro conseguir la distancia suficiente como para irse, al contrario... sus pequeñas manos se metieron bajo la camiseta de Michael, tocándole los bíceps. El tibio tacto de su piel la hizo estremecer. Era muchísimo. ¿Que le estaba pasando? De un momento a otro... el hecho de verse... se había convertido en una necesidad.

De pronto, la puerta principal del departamento de Valentina los interrumpió, Valentina abrió los ojos.

- Marcos. - susurró ella, apretándose los labios. Se separó de Michael y busco algo de ropa entre sus cajones.

- ¿Quién es Marcos? - logro preguntarle Michael. Mientras la miraba cambiarse. ¿Cómo haría para que la erección se le bajará? Si cada vez subía más y más.

- Es un amigo - le contestó ella, colocándose una camisa a cuadros. Lo primero que había encontrado.

- ¿Y por qué...

- Voy a salir con él.

Michael endureció los pómulos, sin darse mucho a notar. Valentina intento arreglarse un poco frente al espejo. ¿Por qué se arreglaba tanto para ese tipo? Pensó él.

- ¿Es tu novio?

- Te dije que era un amigo.

- Perfecto. - salió de la habitación de ella y camino por el pequeño pasillo hasta llegar a la puerta principal. Valentina entreabrió los labios y no tuvo otra opción que salir como estaba al exterior.

- ¡Michael! - grito enojada. Pero este ya había abierto la puerta.

Tentation (Michaentina) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora