Capitulo 17

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Valentina cerró la puerta de su departamento con fuerza. Tiro las llaves de este muy lejos. Se quitó los tacones y camino descalza para luego tirarse de espaldas a la cama. Cerró los ojos. Y Michael estaba ahí. En su cabeza. Rondando como siempre en estos tres últimos días. Respiro hondo, exhalando aire.

- Te odio. - susurró en medio de la noche. Alcanzo una almohada con las manos y la estrujó lo más que pudo. - Te odio. - susurró de nuevo. Aunque por dentro, estuviera sintiendo otras cosas... y no exactamente lo que acababa de decir.

El celular empezó a sonar dentro de su bolso. Al observar y percatarse que no era Michael, contestó.

- Hola Marcos. - le saludo cerrando los ojos y tirándose en la cama de nuevo.

- ¿Mal día?

- No tienes idea.

- Podemos solucionarlo. - sonrió al otro lado de la línea. Valentina abrió los ojos. - Si tú novio te deja, claro.

- ¿Mi... qué? - puso los ojos en blanco. Otra vez. Una imagen de Michael ocupando su mente. - Claro que no... no es mi novio. - se puso de pie y empezó a caminar descalza por toda la habitación.

- Eso me dijo él.

- Es un idiota. - respondió después de varios segundos. Observo desde la puerta de su habitación, las ventanas de su balcón.

- Pienso lo mismo.

Ella se rió en el teléfono al mismo tiempo que negaba con la cabeza.

- Entonces... ¿paso por vos?

- Sí, ven si qui... - de pronto, un ruido proveniente de su balcón. Valentina agudizó el oído y corrió hasta las ventanas abiertas de este.

- ¿Valentina? - pregunto Marcos, aún en línea.

- Hola. - la saludo Michael, desde su balcón. Valentina entreabrió los labios. ¿Pero que creía? ¿Que todo lo iba a arreglar de esa forma? Lo ignoro y siguió hablando con Marcos desde el celular, dándole la espalda.

- Ven, te espero. - continuó Valentina.

- Dale, iré por vos ahora mismo. - una sonrisa se formó en los labios de Marcos, al mismo tiempo que cortaba la llamada. Valentina tiro el celular hasta su cama.

- ¿Te vas? - Michael cruzó los brazos, aún sin adentrarse a la habitación.

- Sí. - le respondió ella. Caminó hasta su armario y empezó a buscar lo que se pondría en un momento para salir con Marcos.

- ¿Y vas a dejarme aquí?

- No sé para qué viniste.

- No iba a dejarte ir sola.

- Por última vez, se cuidarme sola. - se volteó. Michael le dedicó una bonita sonrisa. Ella blanqueo los ojos y volvió a darle la espalda. Y el no perdió el tiempo. Se fijó en su trasero. En sus piernas. En su cadera. En su cintura. En su fina espalda. En ese bonito cabello que le llegaba hasta más allá de los hombros. Se mojó los labios y aprovecho en buscar un cigarrillo en el bolsillo interior de su cazadora.

- ¿No vas a darme las gracias?- encendió el cigarrillo y guardo el cilindro de gas y la cajetilla en su bolsillo de nuevo.

- ¿Por qué? No te debo nada.

- Me debes la vida, gatita.

- Y deja de decirme así.

- Esta bien, está bien... cómo digas, gatita.

Valentina se volteó de nuevo. Lo miro mal, y peor... al darse cuenta que fumaba en su habitación.

- ¿Que haces?

- ¿Fumo? - le respondió él, alzando los hombros.

- No se fuma en mi habitación.

- Estoy en tu balcón. - le sonrió e inhaló humo para luego dejarlo salir poco a poco.

Valentina camino a pasos firmes hasta Michael. Frente a frente. Se dio cuenta que era muy pequeña a su lado. Que frío hacía en el pequeño balcón. Y cuando estuvo a punto de hablarle... Michael soltó un poco del humo que quedaba en su garganta hacia afuera.

- ¡Idiota! - le grito tosiendo. Se tapó la nariz con la mano. - Vete ahora mismo.

- Vámonos juntos. - dejó caer el cigarrillo al suelo y rodeo la cintura de Valentina con los brazos.

- Soltame. - susurró ella. Tratando de demostrar seriedad, pero cuando menos lo noto... soltó una pequeña risita que hizo que Michael sonriera también.

- Quiero irme contigo. A dónde tú quieras, solo para que me perdones.

- Acabo de quedar con alguien. - trato de empujarlo, pero los fuertes brazos de Michael la apretaron fuerte hacia él de nuevo. Se unieron. Juntos. Los centímetros se adherían gracias a sus respiraciones. - Además vos te has portado muy mal conmigo. - lo miro a los ojos tiernamente. Michael tragó saliva. Jamás había visto a una mujer haciendo ese tipo de miradas. De esas que le derretían el corazón y lo hacían vulnerable en el punto máximo.

- Tenía miedo de que te hicieran algo. ¿Eso es malo? Si estoy en la calle y veo a una chica como tú pasar... no dudaría en follarte. - trato de alcanzarle los labios con la boca. Pero ella se hizo para atrás.

- No me ayudas.

- Escápate conmigo, gatita. - le volvió a pedir. Valentina sintió que moriría. Que cada palabra, cada letra que salía de sus labios le hacían ser más y más débil. - Será solo por una noche.

Tentation (Michaentina) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora