Capitulo 42

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La desnudó rápido. Una vez más tenía a Valentina entre las sábanas de su cama. Tal y como la primera vez. Se agachó para darle un beso, mientras está acariciaba los músculos de su abdomen por debajo de él. Y se besaron, comiéndose la boca entre ellos, envueltos en un juego de lenguas sin fin. Y a la misma vez, sus piernas se tocaban por debajo de ambos. Entrelazandose. Ambos calientes. Las piernas de Valentina se enredaron entre la cintura de Michael, haciendo que su feminidad chocará contra su abdomen. Excitandolo. Excitandolo muchísimo más al notar lo mojada que estaba.

- Me gusta esto... me encanta saber que estás mojada por mí... - le dijo en un arranque de deseo. Valentina soltó un leve gemido al escucharlo decirle esas cosas. Mucha razón tenía. Estaba mojada y caliente. - Me fascina... - prosiguió él. Ella paso su manos por toda la espalda de Michael, aferrándose a ella. - Pídemelo gatita, dime lo que quieres...

- Follame... - murmuró ella, apretándole los hombros.

- Más fuerte, quiero escucharte... - se inclinó y le beso la boca entera.

- ¡Follame! - le pidió desesperada.

Sus gritos solo hicieron que Michael perdiera la noción y la vista se le nublara más. Todo su cuerpo se tenso de un momento a otro. Ni siquiera el más santo podría con todo esto. Y él... qué en definitiva no lo era, no se contendría. Hizo un leve movimiento de caderas e hizo que las piernas de Valentina cayeran sobre la cama de nuevo. Las separó un poco con sus manos. Compartiendo una intensa mirada antes de poder meterse entre su cuerpo. Una mirada que terminó por interrumpirse cuando Valentina cerró fuertemente los ojos al ser penetrada por él con dureza. Soltó un fuerte gemido que se escuchó por toda la habitación. Michael alcanzó sus manos entrelazandolas con las suyas. Apretandoselas fuerte. Buscando alguna manera de explicarle que podía aferrarse a él cuando sintiera que no podía más. Y ambos apretaron sus manos. De pronto, una embestida más fuerte, y otra, y otra... una más... cada vez aumentaba más la velocidad y cada vez la polla de Michael se iba endureciendo de una manera bestial. Valentina le apretó las manos un poco más fuerte. Joder... era muchísimo. Cada espacio de sus entrañas estaba siendo ocupado por el pene de Michael y lo duro que este estaba justo ahora.

- Más... ma... s Mike... - le exigió ella. Su voz se había vuelto pequeña y sin energías. Es que con él, no podía sentirse de otra manera.

Michael se metió de improvisto entre ella. Un grito. La garganta de Valentina se volvía ronca de tanto haber gritado. Pero no pararía. Parecía que solo el hecho de disfrutarlo, le hacía querer más y más cada vez, hasta volverse insaciable.

Y él se concentró en lo suyo. Penetrándola con cada vez más fuerza y ganas. Sentía como el coño de ella le arropaba la polla completamente. Cubriendosela toda para sacarla lentamente y volver a entrar en ella con brutalidad.

- Sí... mm... - le apretó la espalda e incrustó sus uñas entre su piel. Michael gimió también. Sin detenerse. Parecía como si nunca pudieran hacerlo. Como si nunca pudieran parar de amarse tanto como lo hacían. Penetró su cuerpo una vez más. A un ritmo más rápido. Valentina gritaba aún más fuerte y hacia que las ganas de Michael aumentarán. Y su velocidad igual. Y la manera en la que la follaba se había convertido en la más rápida. Su cuerpo se movía sobre el de ella tan fugaz que Valentina ya no podía sentir la diferencia entre las veces en las que salía y entraba de ella. Sólo sentía el placer pasearse por su cuerpo. De pies a cabeza. La hacia perder el control y sentirse a más allá del cielo. No podía definir a cuanto... lo único que sabía, era que ambos estaban ahí.

Sus respiraciones jadeantes eran acompañadas por el latido de ambos corazones. Y no solo eso, sino que también se sumaba el sonido de la lluvia que caía como en cualquier típico día en New York.

Tentation (Michaentina) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora