Capitulo 32

1.4K 104 13
                                    

Un paso más. Estoy aquí. Han pasado tres días. Pero necesito verte. Necesito hablarte, y aunque me odies, necesito escucharte. Las ventanas están cerradas. Me conoce lo suficiente como para saber que entraría por ahí. Así que intentó abrirlas por fuera, parado en su balcón. No me importa absolutamente nada. Hoy he venido por ti gatita, a recuperarte. Y lo hago. Abro las ventanas por fuera y las expando. Puedo olfatear el dulce olor de su habitación. Dulce y frutas. A ella. A mujer. Me fascina. Me encanta. Me hace desearla muchísimo más. Me hace preguntarme... ¿Cómo es que he sobrevivido estos tres días sin ella? Entró un poco más, las luces están apagadas. Cuando volteó a mirar a su cama, las luces se encienden de repente... y esta ella, mirándome completamente sorprendida puesta de pie en la puerta de su habitación.

Nos quedamos callados. Ninguno sabe que decir. Malditos nervios. Pero esta preciosa. Me sigue mirando desconcertada con esos ojos que me ponen tanto. Y esa boca. Esa boquita que he comido muchísimas veces no hacen más que tensarme. Y no es raro. Han pasado tres días desde que no le he visto siquiera. Desde que me he tratado de alejar. Pero sigo aquí, sin poder hacerlo.

- ¿Podemos... podemos hablar? - le pregunto y bajo la mirada. Valentina retrocede un par de pasos más.

- No puedo, lo siento. - se niega ella. Me doy cuenta de que esto va a ser mucho más difícil de lo que creía. - Te dije que...

- Quiero hablar contigo, por favor. - le ruego. Mis ojos miran los suyos. Y no puedo evitar mirar sus labios fijamente. Me gustan tanto.

- Yo no. - vuelve a negar y cierra los ojos con fuerza para volverlos a abrir después de un segundo. - Quiero que te vallas de aquí ahora mismo. - me dice fría. Pero conozco muy bien esa actitud. Sólo trata de evadirme.

- ¿Por qué? - la reto.

- Porque tengo aquí el número de la policía y...

- Llámala.

- ¿Qué...

- Llámala, no me interesa. - me acerco a pasos firmes hasta su cuerpo. Esta temblando, así que sube un poco más la mirada para encontrarse con mi rostro y mis infinitas ganas por comerme sus labios. Niega con la cabeza y vuelve a retroceder.

- Tu mismo te estás buscando esto...

- Estoy aquí porque quiero hablar contigo, y lo voy a hacer, así este encerrado en una jodida celda.

- ¿Por qué haces esto? - me pregunta. Sus ojos empiezan a brillar.

- No se de qué otra manera demostrarte que me importas. - me acerco un poco más a ella.

Valentina vuelve a retroceder, chocando con la puerta de su habitación.

- ¿Lo dices ahora después de haberte burlado de mi?

- Yo nunca me burle de ti. - levanto la voz y Valentina hace lo mismo.

- Siempre lo hiciste.

- ¿Te parece que estaría aquí si no sintiera algo por ti? - le pregunto. Me jode muchísimo que no sepa cuánto me gusta. Cuánto y que es lo que siento por ella.

- ¿Y te parece que voy a creerte después de que me has engañado todo el tiempo?

- ¡Yo no te engañe! - grito esta vez. Valentina mira mis ojos. Por fin lo ha hecho. Eso aumenta mis posibilidades. Mojo mis labios y me acerco un poco... sólo un poco más a ella.

Valentina no puede retroceder más y se da cuenta. Voltea y vuelve la vista hacia mí.

- Estoy enamorado de ti, Valentina. No mentí nunca sobre eso.

Tentation (Michaentina) TERMINADAWhere stories live. Discover now