Capítulo 15.

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La luz en su ventana le avisaba que había amanecido. Aunque no le hacía falta, su despertador ya le había avisado hace más de quince minutos que debia despertarse. Se sentó sobre el borde de su cama y estiro sus brazos. Cuando de pronto, un mensaje en su celular.

Lo tomo de inmediato y abrió el mensaje.

De: Michael

" Buenos días, gatita. Tienes una deuda conmigo, no lo olvides "

Y sonrió. Mientras sentía ese alboroto en su estómago que solamente le permitía sonreír y sonreir más. Se tiro sobre la cama de nuevo, con el celular en la mano y colocandoselo sobre el pecho... casi sobre su corazón... que era el que sonaba justo en ese momento con fuerza. ¿Pero quién era él? ¿Por qué había aparecido justo ahora? ¿Y por qué... por qué le empezaba a gustar tanto?

Se mordió los labios mientras pensaba ella misma una respuesta. Sin encontrarla... pensó mejor en responderle el mensaje.

" Hoy a las ocho, te parece? No olvidó la deuda, tonto "

                                                 +++++

Mientras manejo, mi celular suena en el bolsillo. Dejo una mano tras el volante y con la otra sacó el celular. Un mensaje. Lo leo. Es ella. Veo su nombre en la pantalla, así que detengo el auto en el aparcamiento para evitar problemas. Jorge me ha visto desde la esquina, donde quede en recogerlo para llevarlo a casa de su padre, por lo que corre para alcanzarme.

De: Valentina

" ¿Hoy a las ocho, te parece? No olvidó la deuda, tonto "

¿Me ha llamado tonto? Me río y frunzo el ceño mientras le escribo otro mensaje.

" A las ocho será, gatita. Te veo allá "

Y me río de nuevo. La he llamado de esa forma de nuevo. Suena bien. Le asienta. Le cae como anillo al dedo. "Gatita". Me gusta. Le envío el mensaje mientras me quedo pensativo observando su nombre en la pantalla del celular. Cada letra me gusta. Cada letra combina con el olor de su cuerpo. Cada letra combina con el dulce sabor de su boca.

- Llegas tarde. - Jorge entra al auto, mientras yo guardo de inmediato el celular en mi bolsillo.

- Da lo mismo. - le respondo. Enciendo el motor de nuevo.

- Mierda, perdona. Es que habrás estado muy ocupado con Brisa. - Jorge se ríe. Y no se equivoca. Sacó el embrague y pongo en marcha el auto antes de responderle.

- Si, ¿y?

- Y nada, que bien que por fin te diviertas. Te hacía falta ¿sabes?

- Sí... eso dicen.

El celular vuelve a sonar. Probablemente sea Valentina respondiéndome el mensaje. Lo saco rápidamente del bolsillo de mis pantalones y lo leo en voz baja.

- ¿Es ella? - me sonríe Jorge. Endurezco los pómulos y niego con la cabeza. - No me digas... ¿hay alguien más?

- ¿Te interesa saber? - le respondo con frialdad, escondiendo el celular una vez más.

- No sé. Ya sabes... si está buena, al menos me gustaría conocerla.

Volteó a mirarlo despectivo. El comentario no le ayuda en lo absoluto. Al menos a mí solo me ha enojado más.

- Es la cajera ¿eh? No pongas cara de culo Michael, que todos aquí sabemos de ella.

Trago saliva sin darme a notar y sigo conduciendo con normalidad. Detengo el auto, el semáforo está en rojo. Abro un poco más la ventanilla de mi asiento y sacó el brazo dejando resposar el codo en el borde. A continuación sacó un cigarrillo de la caja que conservo en mi cazadora. Lo enciendo. El semáforo está verde ahora y avanzó.

- ¿Por qué mierda tienen que estar metidos siempre en mi vida? - le pregunto sin siquiera mirarlo. Inhaló y exhaló el humo con facilidad.

- No es contigo, sabes perfectamente como funciona esto.

- Sí, sí, sí. Lo sé, maldición, lo sé. Sé que tienes que estar enterado de con quién follo y con quién no por la putisima Tentation. Pero estoy harto. Harto de que sepan cada paso que doy, ¿me oíste? No se sorprendan si algún día de estos término yéndome.

Jorge me mira y se ríe solo.

- ¿Quién es la chica?

- No te importa ¿ok?

- ¿Es por ella que vas a dejar esto?

Dejo salir el humo al exterior.

- Que no. Ella no es nada. Puedes tirartela si quieres, no va a afectarme.

Lo pienso dos veces.

- Está bien. - responde Jorge completamente convencido. - Pero preséntamela.

- Trabaja en el banco central.

- Vaya... te has ido de las manos... ¿no crees? - volteó a mirarlo y me río en su cara. - Estás jugando con fuego. - me mira serio.

- Y esa es la mejor parte. - le respondo.

- Sabes que puede reconocerte... ¿verdad?

- Lo sé. - pienso en ella. En todo lo que hemos pasado desde que nos conocemos. Y en la deuda. En sus besos. En sus manos. - Y no sabes cuánto me estoy divirtiendo.

Tentation (Michaentina) TERMINADAWhere stories live. Discover now