Capitulo 11

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Valentina le abrió la puerta, encontrándose con él, que tenía su brazo pegado al marco de la puerta. Levantó la mirada.

- ¿Se me hizo tarde? - le preguntó mirándola sin exagerar mucho.

- Estás a tiempo. - le dijo ella, sonriendole. - Entra. - lo invito a pasar y este hizo lo que ella le había pedido. Valentina cerró la puerta. Y que intranquila estaba... sus manos sudaban frío, de solo tenerlo en su casa. Le dio un vistazo para ver que hacia. Michael observaba con detenimiento cada detalle de su departamento sin perderse de nada. Observó una columna de discos sobre la pequeña mesita que adornaba su sala.

- ¿Te gusta Ed Sheeran? - le pregunto al observar que era el primero en la lista. De pronto, se volteó a mirarla.

- Mucho. - le confesó ella. - Todas sus canciones son únicas y... y perfectas. - paso a paso, Michael logro colocarse tras ella, mientras Valentina no dejaba de buscar las palabras para describir lo que sentía por Ed Sheeran. - Cada que escucho una de ellas es como si...

- ¿Como si que? - le susurró en el oído. Valentina junto sus labios con fuerza. No lo había sentido colocarse detrás de ella.

- Como si... estuviera narrando todo lo que siento. - susurró ahora. Su voz se había debilitado. El solo hecho de sentirlo hablar en su oído  la estremecía completamente. Aún más... después de lo que haría. Le abrazo las caderas con sus fuertes brazos. Valentina sintió que moría internamente.

- ¿Y que sientes? - Valentina sintió como el tibio aliento de Michael chocaba contra su cuello.

- Que tú...

- ¿Que yo que, linda? Dímelo. - la ánimo. Eran más fuertes aquellas emociones que estaba sintiendo, que lo que podía controlar. Era la primera vez que tardaba tanto en follar con una mujer. En otras ocasiones, ya estaría siendo testigo de una buenísima cabalgada. Apretó sus dedos entre las caderas de Valentina, haciendo que sus cuerpos se tocaran más intensamente.

- No lo sé, yo... solo... - un leve gemido salió de los labios de Valentina. Aquello hizo que el miembro de Michael cobrará vida. Se mojó los labios, mientras observaba como su víctima se excitaba cada vez más con sus palabras.

- ¿Querías verme, verdad?

- Si... te...

- ¿Me deseas? - apretó una vez más su cuerpo ante el suyo. Valentina gimió una vez más. Echó la cabeza para atrás, acomodándose en el hombro de Michael. Este se inclinó para besarle suavemente el cuello... poco a poco, su lengua mojo la piel de Valentina. Un tacto sublime.

- Sí, te deseo.

- ¿Mucho?

- Muchísimo.

- Mnh... - murmuró el. - Hueles tan bien. - dijo al terminar de besar su cuello. La observó. Sus ojos marrones se llenaron de lujuria de nuevo al verla completamente extasiada y con ganas de más. Maldita diosa. Le encantaba todo lo que expresaba con cada gemido. - Eso me gusta. - le susurró. Bajo sus manos y recorrió con los dedos sus caderas... hasta llegar a tocar sus nalgas con intensidad. Poco a poco, centímetro a centímetro, logro llegar a las piernas desnudas de Valentina. Y no perdió el tiempo. Metió una de sus manos por entre sus piernas, logrando así a tocar sus braguitas escondidas en esa falda.

La tumbó sobre ese bonito sofá rojo que adornaba la pequeña sala del departamento de Valentina. Juntaron sus cuerpos. Pegados. Unidos. Tocándose intensamente. Sintiendo cada uno, la excitación del otro.

La lengua de Michael tocó la de Valentina en medio de otro beso. Un beso que le excitó aún más. Su maldita erección saldría de los pantalones. Sentía como palpitaba dentro de ellos sin darle oportunidad a controlarse. Necesitaba follarla con brutalidad, sin importarle nada.

Tentation (Michaentina) TERMINADAWhere stories live. Discover now