Tentation (Michaentina) TERMINADA

Capitulo 30

El tráfico le había hecho tardarse muchísimo, pero por fin estaba en el edificio de Michael. Se acomodó el vestido negro sin hombros, le hacia una figura única. Su única razón esa noche era sorprender a Michael. Siempre... desde estos últimos días habia sido así.

Subió las escaleras. Piso tres, departamento 303. Se peinó el cabello con las manos y respiró hondo. Su mano se hizo puño y se movió sobre la puerta de Michael. Tocó un par de veces más. Y una más. Vamos, tenía que ser paciente. Miró a su alrededor esperando pacientemente a que alguien abriera. Pero nadie lo hizo. Frustrada, tocó una última vez más, aumentando su fuerza y logrando así darse cuenta de que la puerta se encontraba abierta. Estas abrió ligeramente. Valentina abrió los ojos.

- ¿Michael? - pregunto. Pero nadie respondia.

Ahora ella misma fue y abrió un poco más la puerta y se asomó.

- ¿Estas... - sus labios se entreabrieron y sus ojos observaron lo que adentro era el departamento de Michael. Abrió la puerta completamente y entró lentamente. Paso por paso. Y sus labios iban abriéndose poco a poco. Miró a su alrededor. - ¿Michael? - grito. - ¿Estas aquí? - su mirada se perdió entre tantas fotos colgadas en la pared. Muchísimas personas. Y varias direcciones que adornaban aquellas fotos. Datos. Se acercó a pasos lentos, y logró tropezar con un arma que yacía en el suelo y varios cigarrillos consumidos. Levantó la mirada. Un inmenso mapa está enfrente de ella puesto en un escritorio.

Y no quiso acercarse más, se dio media vuelta. Todo esto era una jodida pesadilla. No era cierto nada de lo que estaba viendo. Por supuesto que no. Marco una vez más el número de Michael. Y no contestaba. Frustrada intentó marcar su número de nuevo. Su corazón latía muy fuerte. Estaba empezando a sudar frío. Tragó saliva. Y no contestó. De pronto varios momentos se le vinieron a la cabeza... Michael, que no quería que ella fuera a su casa sin antes avisarle. La manera en la que se habia enojado por ello. La manera en la que no le había sabido explicar porqué. Ella. Que le habia preguntado muchas veces: "Quién eres" y el, que nunca le había dado una respuesta exacta. Y sus impulsos. Cuando discutió con Marcos por primera vez. Cuando le confesó que había golpeado a David. Cuando golpeó a Marcos. La manera en la que podía ser violento, pero con ella podía ser diferente.

Dejó caer lentamente el móvil... sus ojos se habian llenado de lágrimas. Se acercó de nuevo a aquel escritorio, esta vez sin miedo y con ganas de descubrir la verdad. Leyó lo que esté decía. "Robo número 16". Cerro los ojos con fuerza y dejó caer sus lágrimas. Un sollozo se escuchó en todo el departamento. Y su cabeza dibujo varios recuerdos de los dos. Leyó más. Miró la lista de los bancos robados... uno de ellos, el banco central. Su corazón se estrujo. Tuvo miedo de seguir leyendo más y más. Se había quedado sin aliento por varios segundos. Su respiración empezaba a hacerse entrecortada. El maquillaje de había corrido. Y en ese momento, nada importaba. Sus ojos no podían detenerse. Y ella no podía detenerse. Leyó un poco más... la maldita letra de Michael había diseñado todo el mapa.

- Dios mío... - susurró sin fuerzas. Y se sintió sucia. Sucia por dentro. Por fuera. Se tapó el rostro. Muchísimos recuerdos se le vinieron ahora. Y lloraba. Y no podía creer que todo esto había sido una maldita mentira. Se había burlado de ella. Y lo imagino riéndose de su maldita inocencia. Lo imagino burlándose de su confianza. Sentía asco de si misma. Asco de él.

De pronto. Las voces de cuatro hombres se escucharon en el pasillo del edificio. Uno de ellos empujó la puerta de Michael con los dedos y logró abrirla un poco más.

Valentina dio media vuelta, al escucharlos. Y los ojos de Michael chocaron con los de ella. Se miraron. Michael entreabrió los labios. Su mundo se derrumbó. Su vida se vino abajo. Ya no habia nada que lo sostuviera a la tierra en ese momento. La mirada de Valentina solo demostraba una cosa, la había perdido.