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Katherina me había cedado y sentía que ya llevaba días ahí. Sin comer bien, sin bañarme, sentía mi espina dorsal doler de dormir en el suelo. Verdaderamente era una perra. Ya entendía por qué Klaus quería matarla.
-por fin despertaste-dijo- Toma- me tiro una lata de frijoles que los vomité. Mi organismo estaba rechazando todo- bueno, ya que no quieres comer. Te traje un regalo- salió un momento de la habitación y luego volvió con Taylor del cabello -suéltala- grité y traté de levantarme. Pero todo esfuerzo fue en vano- ella no tiene nada que ver en esto. Ni siquiera sabe nada -y yo le voy a enseñar todo- la tiró a mi lado y ella me abrazó. Estaba sudando frío pero aún así no perdía la cordura.
-Taylor Salvatore Morgan- empezó Katherina- la última descendiente humana -¿como así humana?- preguntó ella -Tay... no escuches nada de lo que diga ¿okey? -oh, ¿no sabes?- se rió la perra- tus dos tíos son unos vampiros- entonces transformó su cara- claro, a tus padres los mataron unos vampiros, aquellas marcas en sus cuellos no fueron animales- volvió a reírse mientras ambas llorábamos- de hecho fue tu tío Damon quien los mató. Cuando salgan de aquí, si es que llegan a salir puedes preguntarle.
Ella no dijo nada, solo se quedó llorando mirando hacia la pared. Estaba en shock, podía entenderlo y Damon era un maldito también.
-en cuanto a Jess...no creo que a Klaus le importes tanto- dijo- han pasado 5 días y sigues aquí. A puesto a que si fuese Caroline el primer día ya te hubiese venido a rescatar. Como todo un caballero encantado -creeme- dije- lo hará. Solo tienes rabia de que a ti jamás te trató como una princesa -maldita- gritó y me golpeó haciendo que sangrara mi labio.
Entonces pensé en qué tal vez a Klaus en serio no le importaba. Que jamás le importe, por qué habían pasado varios días y yo solo podía confiar en que viniera por mi, por qué sino lo iba a odiar toda la vida. Suspiré y me acosté al lado de Taylor quien se había quedado dormida llorando. Susurré: "siento mucho esto, no deberías enterarte así"
Entonces el mundo se detuvo de nuevo. Las paredes de la habitación donde estaba cayeron destrozadas. Dejándome ver a dos hombres vestidos de negro a lo que yo comencé a gritar, estos dos nos cargaron y nos sacaron de ahí. Otro más le había roto el cuello a Katherine. Estos me soltaron las manos y vi a Klaus y a Elijah acercarse. Elijah tomó a Taylor en sus brazos y la llevó hasta su casa. Klaus me miró a los ojos y yo empecé a llorar, lo abracé y me sentí segura.
-ya estoy aquí amor- acarició mi cabello-siento la tardanza. Pero tenía que ser cauteloso. No podía perderte -fue horrible- dije y casi me caigo- Dios Klaus. Te amo- le dije y su rostro cambió -también te amo Jessica- pego sus labios a los míos con delicadeza, para después irnos a casa.
Llegué y de inmediato me di una ducha. Tenía tanto miedo, tenía miedo de salir, o de siquiera mirarme al espejo. Me recosté en la cama y luego llegó Klaus y se acostó a mi lado.
-lo siento-dijo-no debes estar pasando por esto. Todo esto es mi culpa -no, no lo es. Son cosas que pasan- traté de sonar tranquila -sentí que iba a perderte. Katherine es una persona mala, ella no mide sus consecuencias -se parece a alguien que conozco- bromeé y él se rió -si, la convertí en un monstruo. Eso también fue mi culpa, pero jamás le perdonaré lo que hizo. Te juro que esta vez la encerraré en un mundo prisión -¿podemos olvidarnos de ella?- acaricie su rostro- solo quiero estar contigo mi amor -te amo Jessica- dijo mirándome a los ojos- no sabes cuanto- sus manos viajaron a mi cintura mientras yo me colocaba encima de él y juntaba sus labios con los míos. Sus manos lentamente acariciaron todo mi cuerpo, mientras yo me deshacía de toda su ropa. Sus labios se conectaron a los míos haciéndome sentir estrellas. Pero esa noche no sucedió nada, estaba cansada y Klaus lo entendía, así que solo dormimos.
Me levanté de golpe al recordar que tenía una amiga en shock y hacía varias horas no había hablado con ella. Me bañé y me cambié para literalmente correr hasta su casa. Me abrió Elena quien lloraba, por qué Stefan le había terminado. Yo entré y ella salió.
-esto es tu culpa- me señaló Damon- ya todos sabemos lo que eres. Maldita bruja -no es mi culpa que hayas matado a sus padres y te odie. Yo también lo haría- dije y me crucé de brazos -Qué no he sido yo- tiro un vaso al suelo -dile eso a alguien que no te conozca, tal vez te crea- mencionó Stefan quien me dedicó una débil sonrisa- sube, está esperándote. Es la única con la que quiere hablar, y por favor. Haz que nos perdone. O bueno, si quiera solo a mi- yo asentí y subí las escaleras. Toque la puerta y esta se abrió dejando ver a Taylor junto a Elijah. Este la había estado distrayendo contándole historias. Y aún así fuera vampiro, ella confiaba en él. Y yo también lo hacía, Elijah era honorable. Único en su clase, lo amaba también, era como mi padre.
-yo siempre supe que alguna pieza faltaba en la historia- dijo mientras me abrazaba- pero no puedo creer que lo haya hecho Damon. ¿Qué tanto pudo haberle hecho mi padre? -no lo se. Pero Damon dice que él no lo hizo. Habla con él, con Stefan. Están preocupados -lo se, pero no se que decir. Son vampiros, jamás pensé que existieran- yo asentí- y tú eres una bruja, es mucho para digerir -lo se... por eso, vas a dormir y mañana hablaras con ellos ¿okey?- ella asintió y se arropó -por cierto... Jess- yo volteé- Matt pregunto por ti. Tal vez deberías pasar por su casa. Creo que le gustas a ese chico.
¿Le gusto?.
Salí de la mansión Salvatore para irme a la casa de Matt.
