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Navidad, una fecha especial. Gracias al cielo, las cosas habían vuelto a la normalidad. Pero sentía algo acercarse, sentía que me arrastraría consigo. Pero estaba con Matt y nada me importaba, nos queríamos, demasiado. Había sanado todas mis heridas. Me había mudado a su pequeña casa dejando bajo llave la casa Mikaelson. Pronto sería mi cumpleaños así que solo quería pasarlo con él y con Taylor quien todavía no recuperaba su humanidad y sus tíos la tenían encerrada en el sótano donde la iba a ver casi todos los días. Estaba pensando seriamente en llamar a Elijah por qué no quería pasar una cena de navidad llena de horribles chistes y sus palabras hirientes. Era mi amiga, pero estaba en su peor versión, después de eso, sentiría culpa siempre; esa mañana como era de costumbre desperté con Matt. El me estaba admirando, yo sonreí y le di un beso en los labios. Eramos jóvenes y tal vez esto no duraría tanto como queríamos, pero estaba feliz de que pasara.
Estaba junto a Damon comprando los regalos de navidad y este no se decidía por nada para comprarle a Elena, ahora estaban juntos, Stefan no había vuelto y aunque no quisiera a Damon se le notaba la preocupación. Al estar con Elena había mostrado una faceta muy dulce de él y Elena su más salvaje. Se complementaban y estaba feliz por ellos, Stefan... Stefan podía volver. Le había comprado un nuevo carburador al auto de Matt y le compré también unas lindas camisas, era mi novio. Pero tenía muy mal estilo.
-¿has hablado con los originales?- me preguntó mientras ambos comíamos helado -creo que ya me quedó demasiado claro que no me quieren cerca- el sabía que Klaus le había enviado eso a Caroline -si... bueno, son unos idiotas. Mira todo lo que ha hecho Elijah y él es el único que puede ayudar a Tay -lo se... pero si lo llamamos volvería Klaus y Bekah y con ellos todos sus problemas. Y en realidad, no quiero volver a eso. Hemos tenido tantos meses de paz, estoy segura de que podemos devolverle la humanidad a Taylor de otra manera, déjala cenar esta noche con nosotros, algo se me ocurrirá -¿Donovan vendrá?- acarició mi cabello con sentimiento de burla -si... pero eso no quiere decir que te odie menos, creo que todos te odiamos... pero hacemos el esfuerzo por Elena- dije y este se quedó callado de inmediato.
Ambos salimos del lugar y partimos a la casa Salvatore donde se daría la fiesta. O bueno, la cena que ya todos sabíamos que terminaría en fiesta y mucho alcohol y gente besándose. Bonnie iría con Jeremy que al parecer había vuelto y se quedaría, me agradaba el chico. Alaric iría solo, como de costumbre, todavía no había superado a Jenna, me sentía mal por él. Era un buen hombre.
-hola novia- apareció Matt mientras me ayudaba con las bolsas -hola novio- reí y le di un corto beso en los labios -Ugh, que asco- apareció Taylor -oh que bien- le dije- ya soltaron a la perra -también me alegra verte amiga- sonrió y me dio un corto abrazo- prometo portarme bien esta noche. Aunque todos sabemos cómo terminará -a nadie le importa Taylor- Damon la tomó del brazo y la jaló adentro de la casa.
-¿estás bien?- preguntó Matt mientras estábamos sentados en el sofá de la casa de los Salvatore- te siento ansiosa -lo estoy, es una casa llena de vampiros y además... tengo este sentimiento de que algo va a pasar, no lo se- lo abracé -todo va a estar bien... admito que no confío en ellos, pero si algo pasa con ellos estaremos a salvo, ya sabes... ademas eres una bruja muy poderosa -por lo mismo quieren hacerme daño- chillé y metí más mi rostro en su cuello admirando su perfume -estoy aquí ¿okey? Conmigo no te pasará nada- tomó mi rostro en sus manos y me dio un beso, un beso real. Cada vez que nos besábamos me sumía en un trance, no sabía por qué. Pero ese sentimiento jamás se iba. En tan poco tiempo me había dado cuenta que tenía una conexión mística con Matt. Éramos diferentes pero eso hacía que me uniera más a él, no me había hecho olvidar de Klaus, por qué Klaus iba a ser siempre parte de mi historia. Sin Klaus no hubiese conocido a Matt, no hubiese pasado tanto dolor solo para estar con él en ese momento. Siempre había dicho que Klaus era quien me había salvado, pero no. Era Matt, Matt me había salvado de tantas maneras posibles; estábamos sentados en el sofá de la casa Salvatore tonteando y suena el timbre, me asombre por qué no esperábamos a nadie. Matt se levantó y caminé detrás de él.
No lo conocía, tenía un acento inglés, vampiro y muy apuesto. Seguro tenía que ver con los Salvatore. Cuando entró lo sentí, problemas. Mi nervio se alteró y salí de la casa con Matt siguiéndome.
-hola- me saludó- soy Lorenzo, pero puedes llamarme Enzo- terminó de decir para después noquear a Matt.
Solté un grito corrí hasta mi novio, respirando profundo al ver que traía el anillo, las lágrimas salieron de la impotencia y le causé una aneurisma y sangrado.
-¿Enzo?- habló Damon y yo me calmé, Tyler tomó a Matt y lo subió escaleras arriba. ¿Quien era ese maldito? -viejo amigo- sonrió Enzo y luego esa sonrisa se desvaneció por una de furia- tantos años después de haberme dejado -tenia que hacerlo, iba a morir- Damon se rió. Genial, dos insensibles vampiros- ahora puedes decirme el por qué casi matas al novio de mi amiga? -oh brujita, tú vienes conmigo. O sino, matare a cada persona que conozcas. No me importa si es humano o vampiro o lo que sea- dijo amenazante- pero por ahora celebraremos la cena ¿no?- yo seque mis lágrimas y subí corriendo a ver a Matt.
