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Me preparé mentalmente para poder hablar con Matt. ¿Y si me preguntaba donde había estado? O acerca de Klaus. Por qué no podía negar que sentía muchas cosas por Matt, no sabía que eran pero ahí estaban.
Toque dos veces y este me abrió con una gran sonrisa. Nos abrazamos y me invitó a pasar.
-lo siento si esto no es como la mansión en donde vives- dijo -¿qué? Es perfecta tu casa. Me gusta-sonreí y me senté en el cómodo sofá-te equivocas conmigo Donovan. No soy como las otras chicas que conoces -eso veo... por cierto, donde estabas metida. Como jefe tuyo en el Grill debo preguntar para no despedirte y tampoco fuiste a la escuela -si... bueno, estaba enferma. Pero ahora estoy bien. Y como eres mi tutor, me tendrás que explicar todo. Por qué solo confío en ti -¿gracias?- se burló- hablando de otras cosas ¿cuantos años tiene tu novio? Se ve mayor para ti -ohhh Nik- sonreí- bueno, si. Me lleva algunos años y me disculpo a cerca de lo del otro día. Es muy celoso -y yo que pensaba llevarte a una cita. Por qué en serio quería conocerte más -pues podemos ir, como amigos. Claro está- sonreí- ademas, tú no estabas con Forbes? -somos amigos, pero no lo se. Todo es muy complicado- yo asentí y acaricie su espalda- por eso quiero saber más de ti, te lo juro. He tenido un millón de sueños contigo, desde que mi hermana murió. Me han pasado cosas muy raras. Y tengo tantas cosas que hacer que no se si estar con Caroline ahora mismo sea lo mejor. Ella le gustan los chicos ricos y yo no puedo darle nada, a penas y puedo mantenerme yo -no te trates así Matt- tome su barbilla con mis dedos- tienes un corazón muy grande, y el dinero no importa si la amas ¿no?- el asintió- entonces... qué esperas? -esto-me sonrió y en un parpadeo sus labios estaban sobre los míos y sentí magia. Sentí la tierra vibrar. La sensación era maravillosa pero yo estaba con Klaus y no podía traicionarlo.
-Matt- dije- eso estuvo mal- me levanté del sillón -lo se... pero se sintió tan bien. Jessi, jamás había sentido algo así,cuando estoy alrededor tuyo. Siento como si ya te hubiese visto antes -tengo los mismos presentimientos. Pero Matt, tengo novio. Y aunque sienta cosas por ti. Lo amo, lo amo tanto -entiendo, soy siempre el chico que es el buen amigo. El que jamás es lo suficiente bueno o rico -no es eso... -véte por favor, en serio- me interrumpió- véte con tu novio rico, eres una plástica más como todas las de este pueblo- yo no dije nada y con lágrimas salí de su casa. Caminé hasta la mansión Mikaelson donde encontré a Bekah llorando peor que yo.
-¿qué pasó?- grité y corrí hasta ella quien me abrazó -Klaus... mató a Elijah, de nuevo- yo la solté y corrí dentro de la casa encontrándome a un Elijah sano y salvo. Pero Klaus estaba en el suelo -ahora si, ¿qué pasó?- pregunté mientras ayudaba a Nik a levantarse-por que están pelando. Ya no son niños, por Dios!- grité. Klaus y yo subimos las escaleras y lo dejé en su cama, me senté al final de esta. Pensando si decirle lo de Matt, tenía que. Si se enteraba de otra manera me odiaría.
-Klaus...-suspiré- hoy pasó algo -¿de que?- preguntó aun recostado -estuve con Matt hoy y... el me besó- solté y lo siguiente que escuché fue un espejo romperse -¿qué hizo que?- me tomó de las muñecas- dime qué no sientes nada por él Jessica. Por qué lo mato -me estás lastimando- la verbena en mi cuerpo se activó pero aún así no me soltó-Nik! -lo siento- me soltó tirándome al otro lado de la habitación- las lágrimas salieron y salí corriendo de ahí. Jamás me había tratado de esa manera y jamás llegué a imaginar que pudiera tratarme así.
Encerré mi puerta y hice un hechizo para que ningún vampiro pudiese entrar. Estaba destrozada, me había lastimado mucho. Jamás había visto la versión de Klaus de la que todos me hablaban, y lo amaba tanto. Pero no podía perdonar eso, jamás. Klaus me había salvado de tantas maneras pero esa noche me había destrozado. Arregle un poco de ropa y me escape por la ventana dejando la casa Mikaelson atrás y corrí al primer lugar que se me vino a la mente. La casa de Matt.
-¿qué pasó?- me tomó de la mano mientras yo lloraba frente a él -Klaus... se enojó mucho y yo...me siento muy mal- sollocé- lo siento por lo de hace rato Matt. No se como no pude fijarme en ti- el me abrazó y acarició mi cabello -está bien.. puedes quedarte aquí cuanto tiempo quieras. Solo debes cocinar y listo- se rió y yo solté una pequeña carcajada -muchas gracias- tomé su rostro en mis manos y le di un beso en la mejilla.
Los días pasaron, Klaus no dejaba de llamarme, pero no podía rastrearme. Estaba viviendo una pesadilla sin él pero Matt se había convertido en un amigo incondicional. Todo estaba tan bien, pero sin Klaus mis sentimientos estaban hechos mierda. No podía esconderme para siempre y menos cuando el baile de los años 70 estaba cerca y todos estarían, y seguro él estaría. Por qué Bekah iría y el no la iba a dejar sola y también podía vigilar a Elena. Que seguro con su furia su plan seguiría más en pie que nunca. Pero me negaba a ayudarlo, jamás iba a volver con Klaus, por mucho que lo amara. Era un monstruo. Pero aún así lo amaba.
-¿qué tal este vestido?- le mostré un vestido pomposo lleno de lunares azules a Taylor -super- sonrió mientras modelaba al lado mío uno casi igual solo que de colores brillantes. Compramos los vestidos y nos dirigimos a casa de Matt.
-no puedes estar aquí toda la vida- dijo- estoy cansada de mentirle a Elijah. Además, Klaus sólo tenía rabia, además es una criatura sobrenatural, tal vez no lo hizo en serio -el maltrato no es excusa Salvatore. Tal vez Elijah te lo enseñe- me burlé- el caso es que tengo una misión y es hacer el hechizo de Luna y todo eso- rodé los ojos- ese es mi propósito al venir aquí. Y si no cumplo eso, todo el amor de Klaus se volverá ira y ya probé como es. Y no quiero. Solo quiero días para esperar, no volveré con él. Haré el hechizo y luego me largo -pobre Elena. Y me empezaba a caer bien- yo la miré extraño -claro que no- ambas soltamos carcajadas.
Me quedé despierta toda la noche planeando una buena ruptura. Me dolía más a mi, por qué no sabía cómo dejarlo; no sabía cómo iba a vivir sin él. Pero me tocaba, Klaus era un monstruo y yo no quería ser su víctima.
