XIV. Una verdad, una revelación y una invitación

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Cuando llegaron al departamento de ChanYeol, parecían un monstruo de dos cabezas, con cuatro piernas, cuatro brazos y cuatro manos que peleaban entre ellas para deshacerse de la ropa. Tropezaron con sus propios pies, chocaron contra muros y puertas, mientras se robaban besos apasionados y se acariciaban con desesperación. Sólo el sonido de sus besos húmedos y de sus gemidos suaves, rompía el silencio del lugar

Desde el momento en el que DoYoung estampó sus labios contra los del músico, éste perdió toda noción de la realidad. En su insensata ilusión, él estaba comiéndole la boca a BaekHyun, sus manos tocaban la piel de BaekHyun, su miembro estaba dolorosamente endurecido por BaekHyun. Sin embargo, la certeza de que DoYoung era solo un sustituto, estaba viva en el fondo de su mente. Pero, a ChanYeol no le importó. Mandó todo al demonio cuando su nuevo amigo lo azotó contra la puerta de su habitación, para meter la deseosa lengua en su boca. Durante ese breve momento, el músico se imaginó a BaekHyun sintiendo hambre de él. Un escalofrío recorrió todo su cuerpo, avivando las llamas de su necesidad.

—No... Déjala apagada —musitó el músico, tomando la mano que DoYoung había extendido, para encender la luz de la habitación.

No quería ver su rostro. Solo se conformaría con imaginar las expresiones de placer de alguien más, de BaekHyun.

—Yo... yo no he hecho antes... —confesó ChanYeol, cuando sintió la mano de su nuevo amigo acariciando su miembro duro.

DoYoung liberó una breve y musical risa, luego despojó al músico de sus pantalones.

—¿Eres virgen?... ¿O solo lo has hecho con mujeres? —preguntó DoYoung, mientras besaba despacio los muslos de su conquista.

—¡Aaaah!... No... No... Yo nunca lo he hecho con un chico —ChanYeol se apresuró a responder. El calor de su cuerpo era insoportable. Necesitaba una liberación.

—No te preocupes. Solo déjate llevar.

DoYoung sonrió en la oscuridad y puso sus labios alrededor del miembro hinchado del músico. Éste emitió un sonido que no parecía humano, una clara expresión de su placer.

El sexo fue torpe, pero placentero. Por momentos, ChanYeol recordó su última experiencia con EunGi. Con ella, su orgasmo llegó casi por obligación. Con DoYoung, su orgasmo llegó entre llamas, sudor y premura. Mientras sostenía sus caderas y lo penetraba con movimientos erráticos, sus pensamientos acariciaron cada recuerdo del barista. Su corazón agitado, llamaba a BaekHyun con cada palpitación. Estuvo a punto de gritar su nombre cuando tocó su clímax, pero el sonoro gemido de su compañero real, evitó que eso pasara.

—Es un lindo brazalete —Después del esfuerzo físico, DoYoung puso la cabeza sobre el pecho de ChanYeol, y jugaba con el brazalete que giraba en su muñeca.

—Mi mejor amigo tiene uno igual.

—¿En serio?... Eso es asquerosamente cursi —replicó, sonriendo.

—Lo sé —ChanYeol sonrió también—. Por eso los usamos.

—Debe ser lindo tener esa clase de amistad con alguien —la voz de DoYoung sonó triste, ChanYeol pudo sentirlo.

—Tú debes tener muchos amigos. Eres un chico agradable.

—¿De verdad lo crees?

—Sí... Eres tan agradable, que terminé acostándome contigo.

—Sólo querías experimentar. No eres el primer chico heterocurioso con el que me topo. Cualquier otro te hubiera servido.

ChanYeol sintió esa culpa avasallante otra vez. Aún sin decir nada, parecía que DoYoung había leído todas sus intenciones con claridad. Podía mentir, pero eligió no hacerlo.

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