XXIV. El viaje (Parte 2)

1.7K 304 137
                                    


ChanYeol miró su reloj. Eran las siete de la mañana. Aún no podía dormir. El cielo se veía increíblemente bello a través de la pequeña ventanilla del avión. Debido al cambio de horario, el amanecer parecía más brillante, y el manto azul estaba salpicado por los tonos púrpura de la noche. Las nubes estaban tan cerca, que pensó que podía tocarlas. El músico tomó su teléfono y sacó una foto. Sonrió complacido al revisar la imagen. Aunque sus mareos se detuvieron, todavía estaba inquieto, así que se aferraba a cualquier distracción.

DoYoung había inclinado el cómodo asiento de piel, y ahora dormía plácidamente a su lado. Como el buen novio que intentaba ser, ChanYeol lo cubrió con una de las suaves mantas que la azafata les dio. Era realmente lindo. Mientras lo observaba, el músico quiso sentir una pizca de lo que BaekHyun le provocaba. BaekHyun, quien se encontraba dormido en el asiento delante de él. BaekHyun, quien emitía ligeros gemidos, como si tuviera una pesadilla. ChanYeol podía ver algunos mechones de su oscuro cabello en el pequeño espacio entre los asientos. Quería tocarlo.

El músico se puso de pie, necesitaba ir al baño y echarse agua fría en el rostro. Necesitaba un momento para componerse de aquel torrente de emociones que comenzaba a sofocarlo nuevamente. Después de caminar por el pasillo y atravesar una cortina de terciopelo azul, encontró el baño. Aunque no era muy grande, era diferente al de los aviones convencionales. El lavamanos era de mármol, y había una ducha. ChanYeol suspiró al ver su reflejo en el pulcro espejo. Ligeras sombras se formaban debajo de sus ojos, debido a la falta de sueño. Tenía el cabello revuelto, por haberse movido tanto en su asiento. Se echó agua sobre el rostro un par de veces, esperaba que eso lo regresara a la vida.

Toc, toc. Alguien tocó a la puerta suavemente. ChanYeol se secó el rostro y se apresuró para salir. Se topó con los ojos bien abiertos de BaekHyun.

—Lo- lo siento... —ChanYeol se hizo a un lado, para dejar que BaekHyun pasara. Pero el barista no se movió.

—¿Estás molesto conmigo? —preguntó, bajando la mirada.

—No... ¿por qué? —ChanYeol frunció el ceño. Sabía perfectamente por qué le preguntaba aquello, pero no quería empeorar las cosas.

—Porque te besé en el baño de la pizzería —BaekHyun lo miró de nuevo. Sin darse cuenta, sus delgados dedos se encontraron jugando con el cuello de la camisa del músico.

Por un momento, ChanYeol sintió que se desmayaría.

—Tú mismo lo dijiste. Fue solo un error —respondió. Por más que quiso, no pudo controlar su respiración, que comenzaba a agitarse, gracias a las acciones del más bajo.

—Lo fue. Quiero disculparme, Channie. Fue algo que no debió pasar... Yo sólo... A veces se me revuelven las ideas —una sonrisa muy breve se dibujó en sus bonitos labios.

Me voy a desmayar, pensó el músico.

—Espero que no se lo digas a SeHun —BaekHyun se ruborizó. Estaba realmente avergonzado—. No quiero provocar un conflicto entre ustedes... ¿ChanYeol?

¿Ya me desmayé? ChanYeol se acordó de respirar. Sintió otro mareo cuando el aire llegó a sus pulmones otra vez.

—Sí... sí, estoy bien.

—Estabas muy pálido —los delicados dedos de BaekHyun abandonaron el cuello de la camisa, para acariciar la mejilla del músico.

Ese fue el preciso momento cuando todo se fue a la mierda. ChanYeol dejó de pensar, dejó de usar su sentido común, dejó de lado su lealtad, su bondad, sus valores. Dejó de respirar. Acunó el rostro del sorprendido barista con sus grandes manos y estampó sus labios sobre la suave y dulce boca del más bajo.

Im/possible Место, где живут истории. Откройте их для себя