XXIX. El regreso

1.8K 299 129
                                    


—Minseok... ¿qué haces aquí? —DoYoung abrió la puerta del departamento que compartía con ChanYeol ahora. Su expresión de sorpresa se reflejó en el rostro del recién llegado.

—Hola... Yo, vengo a buscar a ChanYeol.

—No está... Pasa.

DoYoung invitó al rubio a la sala, donde ambos se sentaron en extremos opuestos.

—Veo que las cosas con ChanYeol van bien.

—Sí... supongo —el intento de una sonrisa se paseó por los labios de DoYoung—. ¿Quieres un poco de agua? ¿O una soda?

—No. Estoy bien —MinSeok sonrió y se acomodó en el sillón—. Pero, tú no pareces estarlo.

—Estoy bien.

—Vamos, tus ojos lucen tristes. Quizá no nos conocemos desde hace mucho, pero puedes contar conmigo si necesitas hablar.

DoYoung suspiró, se echó hacia atrás en su asiento, como si dejara que todo el cansancio acumulado se apoderara de él.

—Las cosas no van bien con ChanYeol... Me pidió que me mudara con él, incluso me llevó a conocer a sus padres.

—¡Vaya! Es serio... —MinSeok se mordió los labios. Por algún motivo, su expresión denotaba un poco de decepción. Aunque DoYoung lo notó, no hizo ningún comentario.

—Eso dijo él. Eso pensé yo... El problema es que, desde que me mudé, ChanYeol pasa casi todo el tiempo fuera de casa. Se va a trabajar o a tomar clase todas las mañanas. Después me llama para avisarme que irá a beber con algún maestro, o que se quedará ensayado el piano o la batería en el estudio de la universidad. Y yo me quedo aquí, con la comida servida. Él llega tarde por la noche... Es como si no quisiera pasar tiempo conmigo.

DoYoung bajó la mirada. Se sentía triste, su corazón se había estado rompiendo poco a poco. No sabía si hubiera sido mejor que ChanYeol lo terminara de una vez. Quizá sí, quizá su agonía no sería tan prolongada.

—¿Has hablado de esto con él?

—Sí, un par de veces... Pero, él solo dice que debo comprenderlo, que él trabaja para que los dos estemos bien en un futuro... ¿Sabes?, yo también lo hago, MinSeok. Yo también trabajo, yo también me esfuerzo...

DoYoung cubrió su rostro con ambas manos, cuando su voz comenzó a quebrarse. Al ver aquello, MinSeok se levantó y se sentó a su lado.

—Oye, oye... tranquilo —la mano del rubio se posó en el muslo de DoYoung, acariciándolo suavemente para reconfortarlo.

—Es que... no lo entiendo. De verdad pensé que se esforzaría por nosotros, me lo prometió... Lo amo mucho, MinSeok —DoYoung ya lloraba sin vergüenza alguna.

—Lo lamento... A veces, las cosas no funcionan, por más empeño que pongamos en ellas. DoYoung... tú no mereces esto, mereces alguien que te ame muchísimo, no sólo que se esfuerce en hacerlo.

—Tienes razón —el agente de viajes miró a MinSeok con los ojos inundados—. Esto es ridículo. Yo merezco a alguien que me ame tanto como ChanYeol ama a BaekHyun.

DoYoung sorbió por la nariz y se secó las lágrimas. Un pequeño escalofrío recorrió su espalda cuando se percató de lo que había dicho. Sus ojos se clavaron en los de MinSeok. Sin embargo, no había sorpresa en ellos. MinSeok sólo asintió, su amigo le confirmó lo que sospechaba.

—Lo... lo siento... yo no quise decir...

—Está bien. Yo, ya me imaginaba que algo pasaba entre ellos. De hecho, por eso vine hoy. Necesito hablar con ChanYeol acerca de esto. Algo pasó con BaekHyun y, necesito saber la verdad.

Im/possible Where stories live. Discover now