Capítulo 14

16.9K 1K 222
                                    

Hooooola, bonito sábado ¿eh? Espero que estén genial. Quería darles MIL gracias por los comentarios de la nota anterior, me habéis motivado muchísimo y os lo agradezco en el alma. Creo que ayer estaba tristona porque ando un poquito enferma... ya sabéis que los ánimos van de la mano con el cuerpo 😞

Así que... definitivamente voy a seguir por todas ustedes, no me importa el número de lectores que tenga o no, de veras, solo que las que estén, disfruten leyendo tanto como yo escribiendo!! Así que este capítulo va por: @camrenjaureguiiii ; @makisslove89 ; @rosettapor ; @NathalyMartinez461 y por supuesto, @MayolchVermisseDich

Muchas gracias de nuevo, sois increíbles 💜💜💜💜

Sin más dilación... ¡¡DISFRUTEN!!

Narrador omnisciente durante toda la historia

Flashback del pasado, hace poco más de cuatro años...

Camila corría sin mirar atrás. Las punzadas en su pecho le provocaban estragos, pero continuaba dando pasos firmes. Miles de imágenes recorrían su mente, desde el momento en que nació, hasta detalles insignificantes de ella riendo junto a su padre. Todo daba vueltas, y carecía de la habilidad de reconocer qué era real y qué no. ¿Nunca habéis sentido esa sensación en que te arrancan el corazón? Camila sí, justo en ese instante, y no se debía precisamente a una causa romántica. Por fin llegó exhausta a la planta número cinco de cardiología. Buscó con la mirada, sus pupilas se mantenían dilatadas y el sudor de su frente ya se hacía notar, corrió durante dos kilómetros a pleno verano, era de esperar. Pudo divisar una silueta familiar junto a una máquina de café, con la cabeza apoyada sobre el cristal y dando pequeñas pataditas sobre el suelo.

- Mamá – susurró de pronto.

La mujer elevó la vista, y lo que su hija encontró no fueron más que trozos rotos. Sus pupilas se encontraban rojizas, el maquillaje corrido, los párpados hinchados, y el rastro seco de lágrimas decorando sus mejillas. Al verla, un río volvió a desatarse y Camila no pudo hacer nada más que correr a refugiarse entre sus brazos. Oh dios, no sabía qué dolía más, la muerte de su padre, o que su madre pareciese un cristal reventado en mil pedazos.

- Sh... - añadió – tranquila... ya estoy aquí – le acariciaba el cabello.

Camila tuvo que coger un avión desde Nueva York al enterarse de la noticia. Se maldijo a sí misma una y otra vez por no haber presenciado el momento tan esperado. Ella sabía que la mejoría de su padre no era del todo real, y que su órgano principal se debilitaba cada vez más. Los médicos dijeron que con un poco de medicación, dieta y ejercicio moderado, podría irse a casa y llevar una vida medianamente normal, y sin previo aviso, de la nada, boom, estaba muerto.

- ¿Y Jack?

- Ha ido a ordenar la documentación.

Se mantuvieron allí durante diez minutos. Diez largos minutos en los que Sinu se limitó a mirar a un punto fijo y no mover un músculo. Desde aquel momento, su hija supo que algo malo se avecinada. Y es que su madre se pegó meses en depresión completa tras aquello, sin levantar un pie de la cama y evitando probar bocado. En un principio Camila y su hermana creyeron que podría ser de ayuda permanecer en California junto a ella, pero finalmente comprendieron que ni el más devastador de los tornados podría arreglarlo sin ayuda de profesionales. Pasaron los años y se recuperó, sin embargo, aún era incapaz de decir su nombre en voz alta. Camila podía llegar a comprenderlo... le arrebataron al amor de su vida en un pestañeo, y simplemente no pudo soportar la idea de admitir que era real.

- Hey – una voz conocida sonó.

La joven sintió su cuerpo envuelto en unos brazos cálidos. Absorbió el aroma por sus orificios nasales y se sintió como en casa. Jack dudaba:

Sweet Hell I [Camren] [Terminada]Where stories live. Discover now