Capítulo 37

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Hooooola lindxs, ¿Cómo están? Pensaba subir capítulo más tarde, pero al final he vuelto antes de tiempo, y no quiero haceros esperar. De hecho, estoy ansiosa porque leáis esta parte de la historia 😊😊

Siento mucho los que han votado que no en la anterior nota, porque el SÍ ha ganado... por lo tanto, mis queridxs amigxs, he decir que quedan exactamente >> 7 capítulos !!!! 😭😭😭

Sin más dilación, get ready for the drama... 1/7 para el final ¡¡DISFRUTEN Y COMENTEN PLEASE!! Les adoro 🌹🌹

Narrador omnisciente durante toda la historia

Lo único que podían percibir sus oídos era el leve sonido del tráfico nocturno. Camila permanecía con las manos sobre los muslos, inmóvil y con los pensamientos revoloteando en su cabeza. Tras abandonar la comisaría un rato atrás, sus pies caminaron solos y fue incapaz de decidir el rumbo que le depararían. En un pestañeo, había aparecido justo allí, con los nervios a flor de piel y los latidos de su corazón bombeando a toda prisa. ¿Por qué tomó tal decisión? Ahora comenzaba a pensar que no fue tan buena idea. Una oleada de valentía se apoderó de ella tras dar su jaque, y ciertamente, ahora sus ovarios se habían escondido en algún lugar recóndito de su organismo. "¡Salid de una jodida vez, os necesito!" se dijo a sí misma. Pero ya era demasiado tarde...

- ¿A qué debo este honor? – se oyó de pronto.

La voz sonó gruesa, grave y con un tono imperativo. Camila sintió todas las fibras de su cuerpo ponerse en alerta, y desvió el cuerpo hacia detrás para poder mirarle por fin a los ojos. Michael la observaba con su habitual aura de arrogancia, las cejas elevadas y el ceño fruncido. Portaba un maletín negro en su mano derecha, y un traje de alguna marca cara que la latina no alcanzaba a descifrar. Podía ver su silueta aún entre las sombras, la falta de luz apenas permitía visualizar los objetos de la sala con claridad. Ahora en serio, ¿qué cojones estaba haciendo allí ella de todos modos? ¡Comenzaba a faltarle el aire!

- ¿Te ha comido la lengua el gato? – añadió entonces.

Y tras escupirlo con un atisbo de rabia, por fin dio un par de pasos hasta posicionar las cosas sobre una mesa y desquitarse de su chaqueta americana como si se preparase para la guerra. ¿Y Camila? Camila aun no conseguía dejar que una sola palabra se formarse en su garganta. Hasta que de pronto, se levantó con lentitud y dio un ligero vistazo a todo a su alrededor. De veras parecía segura de sí misma, pero la realidad era que intentaba ganar tiempo para acomodar sus nervios.

- Buenas noches para ti también, Michael – susurró.

El hombre sonrió autosuficiente. No lucía para nada amedrentado con la presencia de Camila en su propio despacho, sin embargo, sí que podía apreciarse cierta confusión en sus pupilas verdes tan escalofriantes. Y no, no del tipo de escalofríos que le causaban las de Lauren, más bien de esas que sientes que te asesinan a medida que merodean tu cuerpo.

- Eres más valiente de lo que creía – añadió el magnate con firmeza.

- ¿Pensabas que era cobarde?

- Para nada... - se acercó a una mesa a la derecha y se sirvió lo que parecía una copa de whisky - ¿Quieres? – añadió mostrándoselo a su acompañante.

Camila se limitó a negar con lentitud.

- Eres valiente, Camila – continuó tras dar el primer sorbo – de hecho, lo eres desde el minuto uno en que empezaste esta guerra.

- ¿Hay una guerra? – preguntó juguetona – creí que al señor todo poderoso Jauregui nadie podía declararle tal cosa sin salir lastimado.

Michael volvió a sonreír, aparentemente le hacía gracia la situación. Lo que no conocía sin duda, eran las intenciones que traía consigo la latina al visitarle.

Sweet Hell I [Camren] [Terminada]Where stories live. Discover now