Capítulo 30

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Hoooooooola lindxs, ¡Feliz lunes! ¿Cómo están? 😊😊😊

Estaba pensando... que ya que hemos entrado en confianza, y muchxs de ustedes dicen que les gusta este fic, me ENCANTARÍA conocer sus razones. No sé... tampoco tienen que alabarme ni mucho menos, solo quiero saber qué lo hace especial para ustedes💜

Otra cosa... toda esa gentita que pasa desapercibida, puedo ver vuestras visitas 👀👀👀👀 ... ¡Votad y comentad hombre, que es gratis! Me haríais muy feliz, y así conseguimos difundir esto un poquito más🙏

Ya me callo... ¡¡DISFRUTEN (SI PUEDEN) Y COMENTEN!! Les adoro🌹🌹🌹

Narrador omnisciente durante toda la historia

Corría sin mirar atrás. Podía sentir el dolor en las piernas, y la tensión de sus músculos extendiéndose. Las emociones de las últimas horas no le permitían detener su adrenalina para respirar con normalidad. Las calles de Manhattan se encontraban tintadas por la oscuridad de la noche, una vaga iluminación le indicaba el camino, y ella era incapaz de pensar una razón coherente por la que no matar a Lauren. Aquella mujer se había vuelto completamente loca. Tras analizar la rueda de prensa un par de horas más tarde de su emisión, en internet, el corazón comenzó a latirle agresivamente contra su pecho, y sintió que moriría en cualquier instante. Demasiada información para un par de líneas que no estaba preparada para asimilar, es más, lo vio ya vistiendo su pijama de andar por casa, recostada en la cama y lista para dormir. ¿Dormir? ¿Cómo iba a pegar ojo después de aquellas declaraciones tan demandantes? Amelie no había cruzado palabra con su hermana mayor desde la última vez que, bueno... la amenazó. ¿Y ahora? Ahora su nombre escapaba de los labios de Lauren para inmiscuirla en la compañía familiar, de repente, de una patada en el trasero, como si nada hubiese pasado en los últimos meses. ¿En qué mierda estaba pensando cuando se le ocurrió semejante cosa?

Se apoyó sobre sus propias rodillas y jadeó. Al elevar la vista, se encontró por fin con el gran edificio frente a ella. La infraestructura transpiraba prestigio por todos sus poros, muy a pesar de los últimos acontecimientos, Industrias Jr's Trendings jamás perdería el valor que le pertenecía por derecho. Amelie estaba segura de que su hermana se refugiaba entre aquellas cuatro paredes a pesar de que el reloj marcaba las diez de la noche, así que pidió permiso de entrada al guardia y ascendió hasta el vigésimo sexto piso en el lujoso ascensor. Aprovechó entonces para relajarse y echar un vistazo a través de las cristaleras transparentes. El aparato subía a velocidad lenta, y ella podía apreciar desde allí la cantidad de silencio que inundaba el ambiente. Por regla general, aquel lugar era un campo de caos durante el día, y la gente se movía de un lado a otro trabajando como si su vida dependiese de ello. Amelie nunca desechó la idea de dedicarse al mundo empresarial, solo que su espíritu rebelde y el odio hacia su familia, le podían más que sus propias aspiraciones. Ella era inteligente y astuta, estaba segura de que contaría con un gran don para dirigir una compañía. Pero de ahí, a aceptarlo, existía un acantilado abismal.

Por fin el ascensor se detuvo. Dio un par de pasos, y una tenue luz se dejaba notar por debajo de la puerta, así que suspiró tranquila y abrió sin meditarlo siquiera. El eco del despacho la recibió al otro lado. A su parecer, faltaban algunas carpetas en las estanterías, el escritorio lucía más vacío de lo normal, y se respiraba un ambiente de melancolía.

- ¿Lauren? – dijo en alto.

De pronto, un ruido débil penetró sus tímpanos, y la puerta a la derecha se abrió para dejar paso a una sonriente Normani. Vestía un vaquero casual, camiseta negra y plataformas del mismo color. Su expresión parecía cansada, y portaba una columna de papeles en su mano derecha.

Sweet Hell I [Camren] [Terminada]Where stories live. Discover now