XVI: Pasado -Parte Ocho-

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Desde que había vuelto a verla, había tenido la intención de preguntarle por el niño, pero había encontrado la oportunidad, hasta entonces.

—¿Este sábado cumpleaños años?

—¿A qué hora es la reunión?

—A las diez.

—Quizás pueda hacerlo dormir para entonces —le dijo guardando el collar en su cartera, poniéndose de pie.

—¿Quieres qué te lleve a tu casa?

—No, tomaré un taxi.

—Insisto —pronunció el rubio tomando las llaves de su auto.

Ella lo miró insegura, y lo siguió fuera de su casa. No quería que supiera la dirección de su casa, mucho menos, que viera a Tito.

El camino hasta el edificio fue silencioso, ninguno dijo nada, y ella se sentía muy nerviosa.

—¿Por aquí?

—Es el edificio del frente.

Observó con el ceño fruncido el estado de aquella construcción. Era un asco.

—¿Ahí viven? —preguntó despectivo.

—Gracias Víctor, te veo el sábado —pronunció bajando del auto, antes de cruzar la calle.

Lo que ella no esperaba, era que él la siguiera.

Subió las escaleras, luego de que la castaña lo hiciera, y se apresuró a llegar a Ivanna al ver dónde se detenía para abrir la puerta.

—B14.

La muchacha se giró al escuchar su voz, y lo observó consternada.

—¿Qué haces aquí?

—Quería saber donde vivías.

—Bien, ya lo sabes, ahora vete.

—Este lugar es un asco, Ivanna ¿Cómo pueden vivir aquí? Esto debería ser demolido.

—Quizás por el hecho, de que todos no tienen el mismo dinero que tú, para vivir en una casa lujosa.

Estaba por hablar, cuando la puerta se abrió, y un pequeño rubio salió al encuentro de su madre.

—¡Mami! —chilló con plena felicidad al verla.

Ella lo tomó rápidamente en brazos, y lo abrazó, ocultando su carita en su cuello.

—Mi amor, ¿qué te dije de salir de casa solo? ¿Dónde está Dalma?

—Ella dijo que ya vendrías, y escuché tu voz.

Vicent lo observó, sintiendo que el aire se iba de su cuerpo. Era la primera vez que lo veía. Era rubio, como él.

—Ve adentro mi amor, ensguida entro —susurró Ivanna, impidiendo que el alto rubio, pudiera verlo a la cara.

—Pero mami.

—Sólo será un segundo, ¿de acuerdo? Ya voy contigo.

Bajó al niño al suelo, y lo instó a que entrara, cerrando la puerta luego.

—¿Por qué no te has ido aún? —le preguntó molesta.

—Y-Yo... Sí, tienes razón —pronunció bajo, aún aturdido—. Te veo el sábado.

—Sí, adiós.

-o-o-o-o-

Había intentando buscarla por sus redes sociales, pero todo tenía en privado la joven madre, ni una sola foto de su hijo.

Quería verlo, tenía curiosidad, no había podido verlo a la cara, y eso lo estaba desesperado.

Ivanna no lo quería cerca del niño, y lo entendía perfectamente, él también había estado de acuerdo.

Buscó entre los amigos de la castaña, y vio un nombre que se le hacía conocido.

Entró a su perfil, y allí, finalmente pudo conocerlo.

La misma forma de sus ojos, de su nariz... De rostro. Verlo a él, era como verse así mismo a su edad.

"En el parque con el niño más hermoso, te amo Tito de mi corazón" decía el mensaje debajo de una foto, donde estaba Fiana abrazando al niño.

—Tito —pronunció bajo, pensando que era un nombre horrible, para un niño tan pequeño.

...

¿Sugar Daddy?Where stories live. Discover now