XVIII: Pasado -Parte Diez-

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Frenó el auto de golpe, haciendo que Ivanna se golpeara la frente.

—Eres un maldito estúpido —se quejó sobándose el golpe.

—Te lo diré lo más claro posible —le dijo molesto—. Esto solo es trabajo ¿Okay? Tú necesitas dinero, y yo solo quiero una mujer con quien follar cuando se me venga en ganas, sin compromiso. Aceptaste esto, ¿Lo llevarás a cabo o no? Porque de lo contrario, llamaré a la agencia, y rompemos nuestro acuerdo.

—Me parece perfecto.

El rubio le dio un puñetazo al volante, asustando a Ivanna. Respiró profundo, intentando calmarse.

—¿Podemos intentar llevarnos bien? Al menos esta noche, luego... Podemos romper el acuerdo.

—E-Está bien —le dijo con temor, al ver ese cambio de humor tan repentino.

—Gracias bebé —sonrió acariciándole uno de sus muslos, y poniendo en marcha el auto una vez más.

-o-o-o-o-

Devoró la piel de su cuello, lamiendo y chupando con fuerza, estremeciéndola.

¿Por qué siempre todo con él debía ser tan brusco?

Le separó los muslos, y se hundió en una sola estocada por completo, robándole el aliento.

—Eres deliciosa —gruñó contra su oído, comenzando a embestirla.

Cerró los ojos, y se quejó de dolor, temblando.

Y él pudo notarlo. La tomó del rostro, y se movió más lento, acariciando suavemente sus mejillas.

—Lo siento, iré más despacio —le dijo ronco, deseando tanto poder besarla.

Ella sólo asintió con la cabeza, sintiéndose tan humillada. Sólo quería que acabara, que terminara.

Quería volver a su casa, bañarse, llorar sola, y luego meterse en la cama, y abrazar a su hijo con fuerza.

—Iva —susurró estremeciéndola—. Mírame.

Sus labios temblaron, no quería mirarlo, sabía que si lo hacía, lloraría.

Pasó sus brazos por detrás de la ancha espalda de él, y lo abrazó a ella.

—Sólo termina —murmuró en un tono amargo—. Esto es solo trabajo. Sólo tu placer importa aquí.

-o-o-o-o-

Se bajó de la cama, tomándose de las sábanas, y caminó curioso hasta el baño.

Vio que la puerta estaba entreabierta, y la luz salía por allí.

Con sus pequeñas manitos la empujó, y escuchó que alguien estaba llorando.

—¿Mami?

Ivanna se apresuró a envolverse en la toalla, y secarse las lágrimas.

—M-Mi amor, ¿Qué haces d-despierto? Ve a la cama.

—¿Por qué lloras? —le preguntó preocupado, caminando hasta ella.

—S-Sólo... Me duele la p-panza amor —intentó sonreir.

Se acercó a ella, la abrazó y le dio un pequeño beso sobre la toalla.

—Sana, sana, mami.

Se llevó una mano a la boca, sollozando tan angustiada, y lo abrazó con el otro brazo.

—Te amo —le dijo el pequeño rubio.

Se agachó y lo abrazó con fuerza, aferrándose a su única razón para soportar todo aquello y mucho más.

—Te amo hijito.

—¿Te duele mucho, mami?

—No, ya está pasando. Tu besito funcionó.

La miró, sonrió, y volvió a abrazarla. Sólo quería reconfortar a su mamá, como tantas veces lo había hecho ella cuando él se sentía mal.

-o-o-o-o-

Estaba acostado en su cama, pensando en esa bonita castaña. Si quería que se quedara a su lado, debía comenzar a ser más "cuidadoso" con ella.

...

A partir del próximo capítulo, volvemos al presente 💖💕❤

¿Sugar Daddy?Where stories live. Discover now