¿Sugar Daddy?

XL: Familia Romero Von Preusser

—¿Cómo está Ivanna? ¿Y los bebés? —preguntó rápidamente Fiana al ver al rubio.

—Ellos están perfectos —sonrió ampliamente—. Leo, necesito que compres otra cuna, rosa, y ropa de niña.

—¿Qué? ¿No eran dos niños?

—Sí, sí, pero detrás de ellos, había una hermosa princesa —dijo emocionado.

—Oh, por Dios —jadeó aturdida Fiana—. N-No lo puedo creer.

—Espera —pronunció Leo saliendo del asombro—. ¿Dónde diablos quieres que compre eso ahora? ¡Son las cuatro de la mañana!

—Cierto —recordó tomando a Tito entre sus brazos—. Entonces busca apenas abra una tienda, y compra todo para la niña. Hijo, hijo despierta —le dijo sonriendo—. Nacieron tus hermanitos.

—Quiero dormir papi —se quejó apoyando su cabeza contra su hombro.

—Tienes una hermanita ahora.

—Bueno —le dijo adormilado.

Fiana sonrió con ternura.

—Tiene sueño, déjalo dormir.

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—Son hermosos, Ivanna, gracias, gracias —repitió tomando a uno de los niños, besando suavemente si cabecita—. Hola, hijito —susurró al escucharlo quejarse.

Ella sonrió levemente, sintiéndose realmente adolorida.

—No tienes que agradecerme nada, son mis hijos también.

Se acercó a ella, y observó a la pequeña niña, alimentándose del pecho de su madre.

—Ella es hermosa, muy pequeña.

—Lo sé... La doctora dijo que si ella sigue igual, alimentándose por si sola, podremos llevarla mañana. De lo contrario, tendrá que quedarse unos días.

—Eres una niñita fuerte, tú puedes hacerlo amor —le dijo a la niña, acariciando suavemente su manito.

—¿Y Tito? ¿Dónde está? Quiero verlo.

—Desesperado por conocer a sus hermanitos —sonrió.

—¿Y por qué no vino? Quiero verlo.

—Los médicos dijeron que lo mejor es esperar hasta mañana.

—Pero extraño a mi hijo, al menos unos segundos —le dijo suplicante.

Observó esos hermosos ojos oscuros y luego asintió.

—De acuerdo, veré si puedo hacerlo pasar sin que la enfermera se de cuenta —sonrió.

—Gracias.

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—¿Y tú novio?

—Fer tuvo que viajar, hasta la semana próxima no podrá venir. Pero ya quiere conocerlos también —sonrió Fiana.

—Me imagino, los bebés siempre traen mucha felicidad.

—Ni que lo digas. Cuando nació Tito, Dios, fue hermoso —recordó sonriendo emocionada—. Era una cosita pequeña, y roja —rio—. Pero muy tierno.

—Si tan sólo hubiese sabido que era Ivanna —pronunció con pesar—. Tal vez... Las cosas hubiesen sido diferente.

—No lo creo —le dijo ella eligiendo ropa para la bebé—. Fue tu hermano quien lo rechazó, no tú.

—No me recuerdes lo que hizo ese bastardo...

—¿Tú crees que él realmente cambió? ¿Qué le interesan los niños?

Sonrió, y tomó su celular, buscando en su galeria de fotos.

—Mira esto, y luego saca tus propias conclusiones —le dijo divertido.

En la foto, se lo veía a Vicent rodeado de varios libros y revistas sobre paternidad, concentrado leyendo, y varios marcadores a un lado de él.

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—¡Mami!

—Ay mi amor —le dijo abrazándolo, con los ojos aguados—. Te extrañé, mucho, mucho hijito.

—Yo también mami, ¿Dónde están los bebés?

—Ahora tu papá te los mostrará, pero no puedes tocarlos. Y debes hablar bajito, ¿De acuerdo?

—Sí —le dijo sonriendo.

Vicent tomó al niño en brazos, y se acercó hasta las cunas donde dormían los pequeños bebés.

—Pero, ¿Y mi hermanita? —preguntó confundido, viendo que los tres estaban vestidos de celeste, verde y azul.

El rubio mayor sonrió divertido.

—Ella es tu hermanita, solo que cómo no sabíamos que vendría, le tuvimos que poner la ropita de los niños. Pero, tu tío y madrina, ya están comprándole para ella su ropa.

...

Muuuy cerquita del final. Y con respecto a la bebé. Lo investigué amores míos uwu sí es posible que uno de los bebés, pase desapercibido ❤💖

(Sayla del futuro les dice que faltan más de 20 capítulos jajaja 🤣❤️)