[Reto#] Esqueleto exquisito, 3

84 3 2
                                    

¡Ey, Eyy! @MrsLevine92 (espero llamarte pronto por otro nombre, aunque sea tu seudónimo, jeje) quería participar, y buenoo... le presté una escena que seguro que todos sabeis cual es. Es la que subí en este mismo album, con el nombre "[1#] Canciones inspiradoras, 5". Ya que no tenía otro reto de ningun escritor, y reconozco que abrí el primer reto que encontré en mi libro. Cuando vi que era romantiquísimo, me dije "uhm... ¿Y si ella le pòne un conflicto al principio o algo que determine esa "reconciliación de pareja"? "

A mi me encantó, jeje, y espero que a vosotros tambien ;) (como sabeis, separada una de otra por un asterisco)

Una vez no es suficiente para demostrar todo el amor que uno siente. Nunca he sido especialmente atento en lo que respecta a demostrar lo que siento, ya que soy de esas personas que prefieren demostrarlo con acciones. Pero quizá Anna no lo ve de esa forma y se cansa, día a día, de tener que ser la que comience. A veces pienso que no la merezco, que debería estar con una persona que, al contrario que yo, le demuestre todos los días lo mucho que la quiere, lo mucho que la desea. Pero me escogió a mí, y eso siempre lo agradeceré a la vida.

            En cuanto entró por la puerta le noté diferente, y en este momento la cosa no cambia. Me siento realmente mal, con ganas de tirar cualquier cosa al suelo. Anna dirige su mirada hacia mí con esos ojos que tanto me gusta que me miren. Y a pesar de que me mira con una expresión seria, no puedo evitar sonreír. 

— ¿Qué te pasa? — intensifica su mirada con una mueca de desagrado que no me gusta nada. No sé qué le pasa. No sé cómo arreglar algo que no sé si yo he provocado. Aunque teniendo en cuenta cómo era, no me extraña nada haber sido el causante de todo. La miro, confundido, torciendo mis labios en una curva que nada tiene que ver con una sonrisa. Ella decide seguir hablando — Últimamente no hay quien te entienda. Ya no sé si me quieres o si solo me soportas por el tiempo que llevamos juntos. Siempre te doy lo mejor de mí. Siempre soy yo quien te dice lo mucho que te ama, lo mucho que te quiere y te desea. Parece que nunca eres capaz de ser tú quien me diga esas cosas, como si no pudiera salir de ti algo tan bonito como expresarme lo que sientes por mí. ¿Acaso ya no me amas? 

            La miro, ladeando la cabeza y manteniendo mi confusión latente en mi expresión.  ¿De qué está hablando? ¡Si yo la amo con toda mi alma! Me giro, dándole la espalda y sintiendo cómo se desgarra poco a poco mi corazón, como si yo fuera el que hubiera pronunciado aquellas palabras que ella había expresado con tanta tristeza. Y en ese momento, y por casualidad, la radio que sonaba de fondo, empieza a escucharse más fuerte. Dicen que la propia energía humana hace que cosas así pasen. Yo prefiero llamarlo casualidad. 

Suspiro pesadamente, como si me costara respirar, y mi mirada se vuelve intensa, apasionada. La atraigo hacia mí con delicadeza, dejando cierta distancia entre ambos, y es en ese momento en el que decido exteriorizar mediante palabras los sentimientos que tanto me cuesta expresar.  

*

— Te quiero Anna. 

—  Yo también te quiero Fede, te quiero con todo mi ser. Encontrarte ha sido lo más bonito que la vida me ha dado. Al fin un poco de buena suerte.

Me río ante lo dicho. Mi chica ha tenido mala suerte, eso es verdad, todo se le pone en su contra, pero parece que la suerte le sonríe, y yo, soy parte de ella. — Ven aquí. Tengo ganas de darte un buen achuchón. —  se aprieta a mi cuerpo, y yo la abrazo con fuerza. Tenerla entre mi pecho es una gran fortuna. Jamás pensé en tenerla tan cerca, poder hacerla feliz y ver sus sonrisas todos los días de mí vida. 

La música que están tocando ahora mismo, en el conjunto, no puede ser más acertada. Nos muevo lentamente a los dos, de lado a lado, acompañando el ritmo de la canción. Es preciosa y es justamente lo que siento por Anna. La miro, y veo que tiene los ojos cerrados, está sonriendo y eso hace que mi corazón bote de alegría y felicidad. No veo una vida sin ella, no veo mi futuro si no la tengo a mi lado. En cambio, teniéndola aquí entre mis brazos, veo como nos vamos haciendo mayores, como hacemos de nuestra vida todo un sueño.

Puedo imaginar nuestra casa, seguro que está decorada con buen gusto, Anne es decoradora de interiores, así que estaremos a la última moda. Nos veo delante del altar, cogidos de la mano esperando el afortunado SÍ, QUIERO. Regalándonos el mayor de los besos y el mayor de los tesoros, nuestros hijos. Hijos que al cabo de los años nos dan unos nietos maravillosos, con los que jugamos y cuidamos con todo nuestro amor. 

Sonrío como tonto, sabiendo que todavía tengo veinticinco años y tengo una vida por delante con mi princesa. Mi única razón de seguir con esta vida, mi única razón para despertar por las mañanas con una sonrisa, la única razón de existencia. De repente, tengo sus labios sobre los míos. Me dejo llevar, y nos damos el mejor de los besos. Uno cargado de amor, donde ella me da todo de ella, y yo le doy todo de mí. 

El Juego de la inspiraciónTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon