[3#] Poema dadaísta/ El reto de las 5 palabras, 1

101 2 0
                                    

¡Bueno! Aquí está la escena de una de las creadoras de éste juego (Y escritora junto a mi de las secciones, con una buena luvia de ideas en el chat de Facebbok :D) Así que lo llamaré "escrito ejemplo". Las palabras estarán señaladas con letra negrita, y os fijareis en que están en orden, como era el reto. Espero que os guste :D

La única diferencia es que ella no usó las mismas palabras (ya que a ella le dí el reto antes, y me inventé palabras distintas) Per creo que sirve de ejemplo. =D

Las palabras eran:  Casa del arbol - lucía - nieve - miedo - perdidos.

Título: En shock

Carlos le pasó la mano delante de los ojos a su hermano, cuando vio que habia pasado el tiempo estimado que alguien suele tomarse para darse cuenta de la situación. Realmente estaba en shock. La casa del arbol donde jugaban él y su amiga Clara de pequeños, acaba de caersele sobre la cabeza a la niña que hace apenas dos segundos, agarraba fuerte de la mano. Y no, no había señales de vida alguna.

— Creo que estás exagerando la situación. Tal vez...

— ¿¡Tal vez, qué!? ¡Que tiene cuatro años, joder!

El barniz, sobre la madera rosada de las paredes de la cabaña, lucía bajo los rayos de sol que habían empezado a golpearle en la nuca. Y la nieve no parecía inmutarse bajo aquel montón de escombros. Tenía la pequeña esperanza de que se moviesen un poco y la cabecita de su pequeña loca se asomase entre aquel pequeño ventanuco por el que recibían el aviso de que tenían que ir a cenar, mucho tiempo atrás. Ahora Clara iba a cenarselo a él, después de matarlo por dejar que su hija se acercase a aquella casa tan vieja. En parte había sido ese montón de leña el que había sido testigo de absolutamente toda su vida. Y nunca supo aceptar que era hora de destruirla. Así que se destruyó sola, y para desgracia de David (y su pequeña), sobre la cabeza de Sofía.

— ¿Sofía?— Se alzó su voz desde la cocina, aparentemente, llena de felicidad— ¿Donde estás, cariño?... Te traje un regalo.

Con aún más miedo en el cuerpo, él suspiró.

— Creo que estamos perdidos.

— No, David, tú estás perdido. No entiendo por qué no has corrido a buscarla.

¿Correr a buscarla? Apenas podía respirar. Sus extremidades no le funcionaban, y se sentía todo de gelatina. Podría ser cortado en pedazos en ese instante, y no sangraría. Aquello era demasiado para él. Además de que no podía entender por qué le reclamaba a él algo que Carlos tampoco sería capaz de hacer. Era como...

— No podía, yo... mi pequeña...

Tenía miedo, Pánico. No tenía corazón para hacer eso. Para levantar un par de tablas y...

— ¿¡Que le pasó a la casa del arbol!? — Los sorprendió Clara, algo inquieta. Después, su pulso se aceleró cuando no vio a su niña por ningún lado — ¿Donde está Sofía?

Se hizo el silencio por un instante. Que a ella le parecieron años.

— Ella estaba jugando, ahí sentada, y... — Se tapó la cara y se echó a llorar, completamente destrozado— Todo pasó muy rápido. Ni siquiera pude...

— ¡Pero sacala de ahí, idiota! Podría tener algo roto... madre mía. Qué par de hombres tengo en casa.

Empujó con fuerza la espalda de David, que dio un paso. Y aún saliendo del shock, caminó temblorosa e irregularmente hasta lo que quedaba de su lugar de juegos. Ni siquiera tuvo que mover más de dos trozos de madera, para encontrarse con un par de ojitos azules, ligados a una divertida expresión. Él sonrió por inercia.

— Has tardado en venir a buscarme, papi. Me estaba aburriendo de estar escondida.

Clara puso ojos en blanco, mientras volvía a respirar. Su novio ayudó a su pequeña a salir de aquel desastre.

— Sofía, cielo... prometeme que la próxima vez que te caiga una casa de arbol encima, no te vas a esconder de mi. Me preocupaste.

— Si, está bien. Prometido — Murmuró, dejando un beso en la mejilla sin afeitar de su padre; Quien la escondió entre sus brazos con mucha, mucha fuerza.

***

¿Os dais cuenta de esto? había muchos más diálogos que narración, y sin embargo, a mi, me ha puesto el vello de punta. Casi podía imaginarme a David y su cara de miedo. Sin duda, hay muchas formas de reaccionar ante algo así, y el miedo es una de ellas. Ella ya me avisó ese día de que tenía muy poca inspiración, pero en mi opinión es una buena escena para poner como ejemplo. Las palabras han aparecido en orden. Ella ha tenido que verlas, y además de sugerirle una escena, ha tenido que usarlas todas. Esta es una muy buena técnica, y ya veis que no es dificil. En parte está bien que la de ejemplos sea corta. Así no os quita demasiadas ideas a vosotros :D

¡Buen trabajo, Saris!

El Juego de la inspiraciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora