#Es-Ce-Na: ¿Quién perdió sus zapatos?, 2

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Este me ha dado repelús. Pero bueno, aqui está el de Pili. Me ha tomado tiempo volver aqui pero afortunadamente todo està un poco mejor, y puedo decir con tranquilidad que no me voy a quedar sola aqui y que todo quedó en mi histeria y preocupación. Asi que me alegra traeros esto de esta gran escritora. :)

Dos parejas se fueron en busca de aventuras al norte de España. La noche estaba oscura, hacía mucho frío y no hacía mucho que había empezado a nevar. Las volvas de la nieve estaban empezando a cuajar en las tenebrosas calles de Hondarribia. No había ningún ciudadano cerca, ni siquiera los niños pequeños salían a jugar en sus pequeños jardines delanteros. Algo extraño estaba pasando y los jóvenes no iban a quedarse de brazos cruzados esperando a que las respuestas aparecieran porqué sí.

Mientras paseaban por las calles intentando llegar al hostal escucharon un desgarrador grito que venía de un callejón cercano. Apresuraron el paso y encontraron un colgante de oro. Josh se agacho a por él y lo mostro a sus amigos y novia.

— ¡Dios mío, está lleno de sangre! —Carol, su novia. Se tapó la boca con sus manos. Él solo pudo abrazarla, dándole palabras de ánimo. — ¿Quién habrá hecho una cosa así? No pensaba que las leyendas que contaban sobre este pueblo fueran verdad. Nos lo hemos tomado como una tontería y está pasando. —Carol estaba salida de sí, su cuerpo estaba tenso bajo el relajado cuerpo de Josh, sus manos no paraban quietas, sus ojos no dejaban de mirar la tenebrosa calle que cada vez estaba más oscura. Se abraza fuerte a su novio y esconde su cara en el hueco de su cuello.

— No te preocupes Carol, no nos va a pasar nada. —vuelve a repetir Josh. Ésta asiente un poco la cabeza y se queda ahí, bajo la protección de Josh.

— Deberíamos encontrar el hostal Josh, la nieve cada vez cae con más fuerza y nos dificultará la ida. —opina Sam.

— Sí, será mejor que vayamos.

Abrazados a sus parejas, siguen el camino que les indica el móvil hasta llegar al hostal que tenían reservado. No había luces, ni siquiera parecía haber nadie. Sin embargo, con valentía y miedo entraron a ese espantoso lugar. La puerta estaba abierta. Fueron directamente al mostrador, se inclinaron para ver si había alguien y nada. Ese hostal estaba desierto pero, ¿quién les atendió entonces?

Alexia caminó unos pasos atrás hasta que tropezó con unos zapatos, — ¿Quién perdió sus zapatos? —preguntó mirando las bolsas de sus compañeros. Esperaba que fuera alguno de ellos pero se equivocó por completo.

— Son míos... —dos esferas brillantes como la luna aparecieron en lo más alto de las escaleras. Solo se le veían esos ojos penetrantes. Los jóvenes intentaron huir pero ya era demasiado tarde, la bestia que habitaba ese lugar, los había encerrado de por vida.

***

Ehh... soy la que ha pensado "Déjame sacar a Josh, al resto puedes comertelos" :3 soy tan buena y caritativa con los demás... :) Gracias. Pili. Me has puesto los pelos de punta con muy poquito. No solo por el relato de miedo. Es increible lo que transmites con aproximadamente 4000 caracteres apenas =)

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