Lost ━The 100 |Bellamy Blake

Capítulo 6 | Lucha y muere

Capítulo 6 Lucha y muere

Bellamy caminó sin rumbo durante un rato, siguiendo la línea del río. Sus ojos oscuros se iban deslizando de planta en planta, todas eran similares a las que ya habían encontrado y aquello le frustraba.

La imagen de la herida de la chica se instaló en sus pensamientos, tenía la suficiente experiencia en heridas para darse cuenta de que aquello empeoraría si no encontraban una solución rápida. Al menos, había pasado el tiempo suficiente como para descartar la opción de que el puñal clavado no tenía rastro de algún veneno, eso hubiera complicado más las cosas de lo necesario.

Es sol seguía en su cúspide, pero a medida que el tiempo transcurría los rayos perdían intensidad, cosa que Bellamy agradeció internamente. Por el contrario, él parecía desesperarse cada vez más. Había decido no alejarse más del lugar donde la chica terrestre estaba y recorrer el camino de vuelta. El corazón le palpitaba frenéticamente cuando la distancia hacia su destino iba disminuyendo; menos posibilidades de encontrarlo.

Faltaban apenas cinco minutos para llegar cuando sus ojos visualizaron algo diferente. Una pequeña plantación de frágiles tallos decoraba las raíces de un árbol cercano a la orilla. Sus ojos se abrieron sorprendidos y avanzó con rapidez hacia ello. Las hojas eran ovaladas y tenían un grosor pequeño. El tacto era suave, pero en aquel instante hasta la mismísima espina de rosa se lo hubiese parecido. Al menos tuvo una mínima esperanza de que aquella planta fuera la correcta.

Caminó de forma ligera hacia el lugar en donde anteriormente habían estado, ahora se encontraba vacío. Tania había mencionado su nueva ubicación, así que Bellamy dejó atrás el claro del bosque para introducirse entre los árboles frondosos.

—¿Tania? —preguntó él alzando la voz.

Le resultaba extraño nombrarla en voz alta, con su nombre de pila, como si su relación fuera más allá de la estricta necesaria entre actuales "enemigos de clanes". Bellamy pensó que era la primera vez que lo había pronunciado y aquello de alguna manera le incomodó.

Bellamy repitió la cuestión después de avanzar unos metros, no pasaron más de diez segundos cuando la voz de ella sonó entre la maleza. Él avanzó hacia el sonido a través del terreno irregular.

Tania estaba sentada sobre una raíz gruesa de un árbol, a la sombra. Su rostro había quedado limpio de los restos de tierra y sangre, además de los símbolos que adornaban su cara. Ahora simplemente su piel tersa estaba al descubierto. Bellamy fijó su vista en la pierna de ella —su pierna buena permanecía flexionada mientras que la otra estaba estirada—, la sangre se había secado alrededor de la herida, aunque la mancha parecía haberse extendido.

Los ojos de ella recayeron sobre las plantas que Bellamy cargaba en su mano derecha y su rostro reflejó una expresión de alivio inmediato. Él sonrió ampliamente adivinando su significado y soltó el aire que había estado acumulando. Terminó de romper los metros que los distanciaban y Tania extendió los brazos para tomar la planta. Observó con detallismo la hoja y con su dedo índice trazo un suave recorrido por ella.

—Creo que nunca me había alegrado tanto de ver una planta —comentó ella. Bellamy suspiró con una sonrisa—. Está bien, manos a la obra. Al menos dolerá menos que él puñal ardiendo sobre el muslo.

El día anterior habían ido con rapidez hacia la cueva —tras varias negativas por parte de ella, acabó cediendo por falta de opciones—, la herida enseguida inundó la venda improvisada de sangre y la palidez de su rostro iba en aumento. Bellamy se había mantenido inmóvil durante unos instantes, pero había visto demasiados casos similares para saber que debía hacer, así que inició a recolectar por los alrededores la suficiente leña como para formar un chirriante fuego.