Capítulo 29 | El tiempo

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Existen momentos concretos en la vida de las personas que se describen con sentimientos, tu mente percibe las sensaciones que en aquellos instantes sentías, por eso los sentimientos podían ser elementos muy peligrosos.

Cada uno de los momentos compartidos con Tania podían describirse con los más agradables sentimientos, incluso aquellos en los que las circunstancias parecían desmoronarse, aquella sonrisa reluciente provocaba la tranquilidad de Bellamy.

Habían transcurrido apenas varias horas desde que su hermana había decidido no confiar en él a pesar de que su principal propósito era salvar a todo los terrestres que se encontraban en Arkadia de manera forzosa. Era predecible que su hermana reaccionara de aquella forma, ¿Cómo no lo iba hacer? Si la última vez que se supo de su presencia había aniquilado a trescientos soldados terrestres. Aquel error que le perseguiría toda su vida. Aquel error ocasionado por el miedo, ocasionado por la falsa osadía y el seguimiento ciego hacia un canciller que su fin no medía las consecuencias de sus medios. Aquella noche oscura y borrosa no era él mismo, o al menos eso se repetía de manera reiterada. La venda opaca que tapaba sus ojos se cayó al conocer a Tania, aquella chica que le permitió ver otra vez, ver la cantidad de prejuicios que él tenía.

Bellamy removió sus manos en paralelo, aquella cuerda que rodeaba sus muñecas empezaba a producir un escozor constante. Sus piernas también habían sido inmovilizadas por lo que la idea de escapar sonaba como una lejana posibilidad.

Si aquel momento tuviera que describirse con un sentimiento, Bellamy irradiaba miedo, miedo por tantas situaciones que podían salir de manera terrible. La angustia se adhirió a él pasado el rato, ¿Qué iba a ocurrir si no lograba salir de aquella cueva a tiempo? ¿Qué pasará cuando las veinticuatro horas de Tania culminen? No podía dejar de pensar en todas las alternativas, ¿Cómo iba a perderla? Su pulsó se aceleró al recordar el semblante de ella al verle entrar en aquella sala, su demacrado rostro no se creía lo que estaba viendo. Todo había pasado demasiado rápido, todo era demasiado incoherente. Bellamy había tratado de no pensar en que posiblemente Tania estuviera odiándole en aquellos instantes, que se sintiera tan frustrada que su rabia no la mantendría en pie. Odio a los celestes y miedo a morir, ella no merecía eso. Nadie lo merecía.

Bellamy recordó sentirse consciente hace ya varios días. El dolor agudo que sintió en el costado fue el causante de que sus ojos se abrieran con pesadez. Recordó recorrer con la mirada toda la sala de curas y preguntándose como había llegado hasta ahí. ­

Abby, la doctora, se encargó de revisar la herida durante los dos días próximos que estuvo recuperándose, Tania estuvo en sus pensamientos y en su boca durante el proceso, sin embargo, nadie parecía darle una respuesta clara acerca de la muchacha. Su preocupación parecía aumentar cada instante, fue por ello que exigió una respuesta determinante al guardia más cercano cuando unos rumores escalofriantes llegaron a sus oídos.

—Se fue nada más te trajeron. —comentó el guardia con voz neutral.— Alguien la advirtió.

Bellamy asintió ante la noticia, caminó de nuevo a su camilla y se sentó en el borde de esta. Toda aquella situación era extraña, ¿Realmente alguien la habría avisado de que en Arkadia podía correr peligro? ¿Y de ser así, quién? ¿Clarke? Desde su recuperación no había asistido a ninguna visita.

Bellamy recordó la sensación de sentirse traicionado, pero no a la misma escala que seguramente sintiera Tania. Nadie le había dicho la verdad, y él había sido un ingenuo al pensar que ella se encontraba a salvo, que se encontraba lejos de Arkadia dando comienzo a la vida que en un principio ella deseaba, y a pesar de que Bellamy la hubiera ayudado al inicio de aquella peligrosa aventura cuando salvó su vida de los terrestres que pretendían acabar con ella, también le había hecho caer al final. No podía dejar de pensar en condicionales que no llevaban a ningún lado, "y si ella..." Pensó en la mañana que se levantó solo en la nave, con la una única compañía de una daga. Esa oportunidad que la hubiera dejado vivir y, sin embargo, la dejó escapar.

El chico se removió incomodo, las marcas de las cuerdas se hacían visibles por los intentos fallidos de desprenderse de las ataduras. La desesperación lograba que sintiera una presión en el pecho que le impedía respirar con facilidad. Una secuencia de imágenes se proyectaban en su mente atormentada, ¿Cómo podía ayudarla?

Decidió intentar mantener la calma para que su cerebro idease algún plan que sirviera como solución, con la respiración más calmada apoyó su espalda en la pared fría de la cueva, y dejó que sus pensamientos e ideas fluyeran como agua en un rió. A pesar de intentar convencerse de que relajar su mente ayudaría a Tania, cada músculo de su cuerpo se encontraba en una tensión constante.

Tiempo después su mente se accionó, y se percató de que la solución había estado delante de él todo este tiempo, y que además Tania era parte de esa solución. Con una lentitud temblorosa llevó ambas manos a su costado derecho, justo el lado contrario de su herida, y palpó un relieve que había olvidado, de manera delicada inclinó su cuerpo hacia la izquierda, una mueca se instaló en su rostro a causa de la postura. Con dificultad extrajo del interior de su ropa aquella arma tan simbólica; la daga. La misma daga que Tania le depositó cuando decidió irse en la profundidad de la noche.

Agarró el mango de la daga con fuerza, como si fuera su única ancla para seguir, y con una descontrolada desesperación rasgó las cuerdas de sus tobillos. Realizada la acción, repitió lo mismo pero esta vez con las cuerdas de sus muñecas, posicionó la daga entre sus pies con fuerza para sujetarla, y con suavidad para no cortarse, movió sus muñecas de arriba hacia abajo, hasta que dejó de sentir la presión de estas. Bellamy se levantó como un resorte y emprendió el trayecto de vuelta a Arkadia.

Mientras su cuerpo se desplaza lo más rápido que le permitía su costado, calculó el tiempo que tardaría en llegar, o lo que era más importante, el tiempo que le quedaba a Tania cuando llegase, si es que le quedaba.

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Holi♥

Espero que os haya gustado.
El siguiente capítulo está cerca. 7 votos y le subo el miércoles.

U n b e s o

Oct.

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Lost ━The 100 |Bellamy BlakeWhere stories live. Discover now