|Historia completada| "𝙉𝙤 𝙝𝙖𝙮 𝙗𝙪𝙚𝙣𝙤𝙨 𝙤 𝙢𝙖𝙡𝙤𝙨, 𝘽𝙚𝙡𝙡𝙖𝙢𝙮, 𝙝𝙖𝙮 𝙜𝙪𝙚𝙧𝙧𝙖 𝙤 𝙥𝙖𝙯. 𝙔 𝙚𝙨𝙩𝙖𝙢𝙤𝙨 𝙚𝙣 𝙜𝙪𝙚𝙧𝙧𝙖."
El nuevo canciller y su grupo cercano de guardias han acabado con la vida de trescientos soldados ali...
— ¿Prisionero? ¿Soy tu prisionero?— preguntó Bellamy divertido tras escuchar la oración completa, Tania elevó sus ojos y golpeó su hombro no demasiado fuerte.
— Creo que este juego no es lo tuyo Bell— dijo Tania que dada por vencida, se había recostado bocabajo, su cabeza descansaba en su manos y los ojos cada vez la pesaban más.— Me dormiría aquí mismo.
El chico se mantuvo con la vista en el cielo aunque se juntó hacia ella de manera que sus hombros y piernas se rozaban, ninguno se movió después de aquel gesto.
— Yo también— comentó— Pero deberíamos resguardarnos en la nave, nunca se sabe hasta donde van a llegar los hombres que quieren matarte, hay que mantener los ojos abiertos por seguridad.— La chica suspiró, sabía que Bellamy tenía razón, desearía que las cosas fueran diferentes, poder vivir su vida sin tantos obstáculos y que las circunstancias que la rodeaban se evaporaran como el agua de un charco en pleno día caluroso — ¿Qué significa la palabra?— preguntó Bellamy tras unos segundos con cierto tono de indiferencia.
Tania sonrió contra su brazo, Bellamy escondía su curiosidad en aquel tono que había empleado, por lo que sin mirarle dijo:
— No pensaba yo que fueras tan nefasto en esto de la comunicación y en la paciencia, buenos mal que se hablar Gonasleng , muchos terrestres no aprenden el idioma. ¿Qué hubieras hecho? ¿Hablarme mediante gestos? — Sonrió burlona. Bellamy rió ante el comentario de la chica— No te rías, es cierto. Mira, imagínate, comer sería así— Dicho aquello Tania comenzó a gesticular como si estuviera comiendo algo invisible, segundos después cambió de acción a dormir, beber, cazar y bañarse respectivamente. Bellamy continuaba con la sonrisa en sus labios, y al igual que Tania, realizó diferentes gestos.
— ¿Cómo harías el gesto de la palabra que no me quieres decir?
Tania se quedó pensativa unos instantes, había demasiados gestos para aquella abstracta palabra, a pesar de ello, escogió rigurosamente uno. Con una lentitud exagerada, Tania cambió su postura y quedó sentada encima de sus propias piernas, quedando así más alta. Bellamy repitió su gesto con mayor rapidez, ninguno dijo nada. Ambos quedaron enfrente observándose hasta que Tania se movió.
La morena transportó sus brazos hasta el cuello de Bellamy y sus cuerpos quedaron pegados en un improvisado abrazo. El chico tardó en reaccionar un momento, en lo que ella continuaba con su agarre. Cuando Bellamy rodeó la cintura de Tania, esta apoyó la cabeza en el hombro y inaló su aroma.
—¿Sabes ahora lo que significa?— susurró Tania minutos después, Bellamy negó con suavidad la cabeza y ella sonrió contra el hombro de él— Significa amigo.
— Nunca lo hubiera adivinado— dijo entre risas. Tania rompió el abrazó con una carcajada mientras se inclinaba hacia atrás.
— Eres un torpe.
Ambos se tumbaron de nuevo sobre la hierba. Era una noche cálida y demasiado agradable como para irse a dormir.
—O sea que solo somos amigos—inició Bellamy a lo que Tania le observó—Quiero decir, tengo que soportarte día si y día también, yo diría que por lo menos somos súper amigos.—dijo divertido, Tania golpeó su brazo con el suyo.
— Súper mejor amiga por mi ilimitada paciencia— continuó su juego. Bellamy sonrió, se acercó a la chica y con ambas manos la cogió el rostro y posicionó sobre su mejilla un fuerte y sonoro beso.—Tu barba pincha—dijo burlona la muchacha acariciándose la zona de su cara donde había estado recientemente el rostro de Bellamy.
—Toma, por tu ilimitada paciencia. — Tania negó con la cabeza divertida mientras que el muchacho se levantaba—Creo que va siendo hora de irse a dormir.
Tania resopló y estiró sus extremidades mientras observaba al muchacho desde el suelo.
— Me da pereza dormir.
— Solo a ti te da pereza dormir. — hizo una pausa— Sabes que puede ser peligroso estar aquí tan de noche.
Tania suspiró y se levantó de un salto, se posicionó delante de Bellamy y mientras caminaba en dirección a la nave dijo:
— Peligroso para ti, con una espada no hay quién pueda conmigo.
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¡Hola! ¿Os ha gustado? El otro día escribí el boceto del final de la historia y estoy emocionada con este proyecto.
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