Capítulo 26 | Arkadia

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Los días habían transcurrido vertiginosamente, ambos volvieron a la nave después del primer día, por lo que llevaban una semana y dos días viviendo en el ex-campamento, como si aquella extraña semana en la que habían estado separados hubiera sido un mal sueño del que despertaron. No hablaban demasiado acerca de las cuestiones importantes como ¿Cuánto tiempo iban a pasar en aquel lugar? Y después, ¿A dónde irán después? Aquellas dudas sin respuestas revoloteaban en la cabeza de ambos, sin embargo, aún no se sentían preparados para pronunciarlas en voz alta.

─¿Crees que puedes cazar algún animalillo antes que yo? ─preguntó Tania con una sonrisa burlona en el rostro. Se habían alejado de la nave para ir a caza. ─Ahora con mi pierna casi curada, soy mejor que tú.

Bellamy observó a Tania, que se encontraba a unos metros de él sobre un tronco caído, su sonrisa triunfante no se desprendía de ella.

─Eso se escuchó como un reto. ─comentó Bellamy ─Desde que tu pierna mejoró, tu ego también lo ha hecho.

Tania negó con diversión la cabeza, tras prepararse para aquella improvisada actividad, ambos escogieron un camino diferente para adentrarse con más profundidad en aquel bosque, quedando en que pasado el rato, quien se encontrara en la puerta de la nave con la nueva presa, sería el ganador del reto.

Fue la chica morena quien avanzó con seguridad alejándose del muchacho mientras que este la observaba con una media sonrisa. Los voluminosos arbustos y robustos árboles provocaron que ambos dejaran de percibirse enseguida.

Tras varios minutos en silencio, al mismo tiempo que se desplazaba con el minimo ruido posible, Tania visualizó un pequeña liebre, tenía un disparo directo, y a pesar de que hubiera ganado con ello, ella quería ir un paso por delante. Si cazaba algo de más tamaño, además de comer un maravilloso festín durante los dos días siguientes, podría restregarle aquella hazaña a su querido compañero de nave. Aquello provocó una sonrisa socarrona en ella por tan solo pensarlo. Por lo que continuó su marcha varios metros a la izquierda.

Mientras tanto, Bellamy que aún no había localizado ninguna presa decidió pararse durante unos segundos, pensó que quizá sus pisadas estaban siendo demasiado sonoras para la caza y por lo tanto no iba a ganar el reto que había iniciado con Tania. Su espalda enseguida chocó con la áspera corteza del árbol más cercano y se mantuvo en aquella posición hasta que escuchó un lejano pisoteo. El pulsó se aceleró de una manera inevitable y con su mano derecha agarró el arma que caía en su costado. Bellamy dio un ligero paso hacia el sonido desconocido que cada vez parecía acercarse más a él. 

Tania empezó a correr cuando visualizó a su presa, esquivaba los arboles y las raíces que sobresalían del suelo con una hábil agilidad, como si hubiera nacido para saltar los obstáculos del suelo y las ramas del cielo. Con rapidez inesperada sacó las flechas del carcaj y quedando en una postura inmovilizada  posicionó su arco y su flecha en la dirección que ella indicó y dejó que la flecha saliera lanzada a lo que hubiera sido el lomo del animal si este no hubiera salido disparatado en una dirección aleatoria tras aquel sonido. 

Tania se quedó blanca, el corazón empezó a descontrolarse. 

Aquel sonido había sido un claro disparo de un arma de celestes. Un arma que nunca traía consecuencias positivas. Si había sido el arma de Bellamy  la que emitió aquel disparo, es que este se encontraba en graves problemas, las balas que le quedaban eran escasas y no esta en disposición de utilizarlas a la ligera si no se tratará de una emergencia real. Por otro lado, si aquel sonido no provenía del arma de Bellamy, probablemente aquello no sería un resultado mejor. 

Tania comenzó a correr de nuevo, recorriendo los pasos que con anterioridad había hecho e intentando recordad el camino exacto por el que había ido Bellamy, su pulsó estaba disparado, ¿Qué había pasado?  ¿Y si no le encontraba a tiempo? 

Enseguida todas aquellas prerrogativas comenzaron a multiplicarse cuando observó aquella situación. Su vista comenzó a desenfocarse, como si estuviera viviendo un mal sueño, su pesadilla personal, su miedo irracional. Porque en aquel momento, cuando entendió aquella escena, sus piernas comenzaron a flojear, al mismo tiempo que parecía que el oxigeno no estaba siendo suficiente en aquel verde bosque. Un ensangrentado muchacho de pelo ondulado yacía en el suelo, mientras que varios hombres de negro estaban moviéndose ajetreados. 

Enseguida su presencia se hizo notoria y varias armas de gran tamaño comenzaron a enfocarla. 

Un gemido ahogado emitió de los labios del muchacho derribado, Tania no apartó la vista de él. ¿Como habían llegado a aquella situación? 

 ─Va conmigo, me salvó.  ─murmuró con la voz rota.  ─ Por favor. 

El hombre de pelo oscuro hizo un gesto con la mano, a lo que el resto de los hombres bajó sus armas, Tania no tardó en reaccionar y avanzó hacia él. Cuando se arrodilló a su altura apretó con todas sus fuerzas sus manos y con un suave movimiento le quitó el sudor frío de su frente. No entendía quien eran aquellos hombres, ni que querían, en su mente solo estaba la herida del costado del muchacho que no cesaba de sangrar. Presionó con fuerza esta y rasgó parte de la camisa de él, haciendo un intento de venda. Era consciente de que un par de hombres no cesaban de mirar aquel desafortunado encuentro,  ignoró los gritos que su instinto de supervivencia le ocasionaba al estar dando la espalda a un enemigo. 

 ─Saldremos de esta ─susurró ella mientras continuaba haciendo presión en la herida. Bellamy intentó hablar, sin embargo ella negó con la cabeza. No dijo nada, sencillamente aquella mirada significaba que guardará aquellas fuerzas. 

De fondo escuchó hablar a aquellos hombres, que comunicaban el mensaje a través de aquel extraño aparato. 

 ─Agente herido de bala. Repito agente herido. Id preparado el equipo. 

Tania había sido apartada de Bellamy, al cual le habían subido a aquel carruaje celeste que no estaba siendo empujado por ningún caballo. No sabía que hacer, hasta que de forma brusca fue desplazada hasta dentro de él, junto a Bellamy, que estaba empezado a palidecer. Presionó su herida durante el trayecto, no analizó las consecuencias de sus actos, aquella gente no iba a responder bien ante su presencia, sin embargo, en lo único que podía pensar con claridad era que los ojos avellana de él permanecieran abiertos, porque mientras aquello ocurriera, los suyos también los estarían. 

El traqueteo del transporte frenó de manera brusca tras unos breves minutos que le parecieron horas, el sonido de la puerta indicó su apertura, y con velocidad bajaron a Bellamy, que salió de su campo de visión. Tania salió detrás, y durante un instante quedó visualizando aquel lugar, que junto a la gran puerta se podían apreciar las letras. ARKADIA. 

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Hola después de tanto. Espero que les haya gustado y emocionado, esta historia está prevista que tenga treinta y tres capítulos y un epilogo. 

Votad y comentad para más y más pronto. 

Saludos de Oct ♥

Lost ━The 100 |Bellamy BlakeWhere stories live. Discover now