Capítulo 7 | Vive

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Capítulo 7 Vive

Una hora después del acontecimiento ambos se encontraban en el refugio de piedra. Las palabras se habían extinguido de la boca de Tania al igual que la vida del terrestre. La calidez del día se esfumaba en cada segundo dejando un extraño e incomprensible vacío en ella. Tania imaginó su propia forma de desvanecerse, tal y como la luz del sol lo hacía cada atardecer, para volver a resurgir de forma automática horas después y así evitar reencontrarse con las sombras de la noche.

En un pequeño rincón de su mente, las palabras luchaban por salir. La única manera de que parecieran ciertas era poder escucharlas con sus propios oídos, dichas por ella.

En dos ocasiones, la mirada penetrante de Bellamy se había cruzado con sus verdosos ojos. Tal vez tuvo el inicio de la inercia para decir algo, pero sus labios se quedaron estáticos en el tiempo. El ambiente cortante asfixiaba el resto de las sensaciones que podían revolotear por la estancia, la necesidad de un cambio vibraba en cada esquina de la cueva, pero Bellamy no tenía noción de como evitar que esa tensión aumentase. Nunca había sido demasiado bueno en eso.

Bellamy agarró un cuchillo por el mango de madera oscura, haciéndolo girar en su mano mientras los pensamientos cruzaban su cabeza. Había descubierto que Tania conocía al terrestre del bosque, tal vez más de lo que le hubiera gustado. Notaba cierta desesperación alrededor de ella.

A pesar de que imaginó que no sería buena idea preguntar su relación, las palabras fueron emitidas con voz ronca antes de que se diera cuenta.

—¿Quién era ese hombre? —Tania no le miró de inmediato, pero tras flexionar la rodilla sana sus ojos se posaron sobre Bellamy. Los rasgos de él comenzaban a disiparse por las sombras de la oscuridad, aun así, distinguió su ceño fruncido.

Por un instante temió que aquella cuestión le afectase, que recordar su pasado le impidiera avanzar.

—Fue quien me enseñó —las palabras se entorpecieron en su explicación—. El que me enseñó a luchar, el que me ayudó a controlar mi resistencia, el que me transmitió como no perderme en mi misma... —hizo una pausa mientras trataba de recordar cada imagen, sonido y sensación de aquello días, de aquellos felices días en el clan—. No hace más de dos años las cosas cambiaron para él, circunstancias hicieron que no volviera a ser el mismo —suspiró con resignación—. Le he visto en su último aliento; al Vaqo de antes —especificó.

Bellamy no sabía que responderle, tal y como solía ocurrir la mayoría de las veces que Tania pronunciaba una oración más larga de lo usual en ella. Bellamy decidió intentar abrirse, mostrar lo que realmente había debajo de todo ese escudo de armas y ropas sangrientas, aunque las palabras parecían no querer salir. Solo tomaban forma en sus pensamientos para después desordenarse en su boca.

—Hemos perdido a mucha gente por el camino —dijo, su rostro reflejaba un semblante sincero. No pudo evitar recordar a los 100, aquellos chicos delincuentes que habían intentado sobrevivir en su nuevo hogar, recordar a todos los que no lograron continuar hasta el día en el que estaban o a los que, si lo habían hecho, pero nada similar quedaba de ellos. Las circunstancias les habían hecho cambiar, la mayoría de las veces a peor.

—Al final sobrevivir hace que tomemos las decisiones más difíciles: morir o matar. En verdad es lo que llevamos preparando toda la vida, pero el núcleo del asunto siempre estaba centrado en la protección del clan. Hace tiempo que dejé de regirme por esas normas.

Bellamy apartó su flequillo ondulado en un gesto involuntario. Su mirada continuaba atenta en Tania, había ciertos aspectos que llamaban su atención. Su manera de comportarse parecía tan diferente y al mismo tiempo tan parecida a las acciones de su pueblo que no paraba de divagar sobre aquello.

Lost ━The 100 |Bellamy BlakeWhere stories live. Discover now