Where do I belong? (Emison)

Capitulo 4

Capítulo 4

Emily pov:

Las calles se encontraban un poco transitadas, pues a diferencia de la noche anterior cuando tuve que caminar hasta mi casa, a pesar que era temprano por la noche, ni siquiera las manecillas del reloj no pasaban de las 9 y parecía un pueblo fantasma.

Aunque estaba segura que nada sería peor que llegar a casa, encontrarme con el ser despreciable que era Erick, desde que él había llegado a la vida de mi madre todo en mi entorno era siempre un infierno, llegue hasta un punto que más que asco le tenía miedo, pero después de todo lo que me hizo pasar no me importaba lo que llegara a hacer.

Era domingo, día especial para las familias o así lo era en la mía cuando mis padres estaban juntos y mi papá tenía la oportunidad de estar con nosotros en la ciudad que estuviésemos, pensé en cómo eran las cosas y en como cambiaron después de tanto, pensaba en mi hermano que por el mismo infierno de Erick había decidido irse a NYC, le importo poco las veces que mamá le dijo que no, al final de todo él era mayor y si quería irse lo podía hacer, aunque lo extrañara tanto; me encontraba un poco tranquila por lo que él estaría mejor lejos de esto acá.

Sin darme cuenta me encontraba frente al café, donde ahora trabajaba, estaba contenta necesitaba esto y esta oportunidad la aprovecharía muy bien, si quería estudiar debía cuidar más que nunca este trabajo.

Antes de entrar me percaté de que ahí ya se encontraba Alison, por lo visto apenas estaba abriendo porque se encontraba acomodando algunas mesas fuera del lugar, apresure un poco el paso para ayudarla y al llegar allí ni siquiera noto que estaba tras ella.

-¿Alison? -intente llamar su atención pero fue en vano. -¿Hola? –probé una vez más, pero al igual que la primera vez fue un fracaso.

Fue en el momento en que levanto una silla y su equilibrio desapareció, cuando; la tome por la cintura con una mano y con la otra acomode la silla en el suelo.

-Dios... -dijo ella un poco asustada. –Emily. –saludo con una sonrisa. Tenía sus auriculares puestos era por eso que no me contestabas. –Llegaste como anillo al dedo. –decia rodando sus ojos pero su sonrisa jamás se iba. – ¿sabes el golpe que me habría dado? –hablaba sin parar y yo me reía.

-Alison, estoy llamándote hace minutos pero no me respondías. –dije riendo. –pero ya entiendo porque. –hice señas a los auriculares que ahora colgaban en su blusa.

-Oh perdón. –se disculpó.

-No hay problema. –dije sonriendo.

-¿Sabes que te ves mejor con una sonrisa que sería? –Me preguntaba mientras agarraba la silla.

-Gracias... -susurre y sentí mis mejillas arder.

-Y tú eres más simpática de lo que creí. –dije sonriendo ahora. –ese día del café. Estaba muriendo de la vergüenza.

-Ese día todo fue una locura. –ahora ella era quien reía. –iba tarde para mi día de examen en la universidad. –me comentaba y me fue imposible no recordar la estupidez que mi madre había cometido. -¿Pasa algo? –preguntaba y yo negaba.

-¿Te ayudo con algo? –pregunte.

-Sabes que llegaste más temprano ¿Verdad? –yo solo asentía. –Bueno que sepas que llegaste como caída del cielo. –me decia con esa sonrisa tan bonita. –Ves que las mesas de aquí fuera pesan un poco y yo sola demoro mucho para acomodarlas, me ayudarías para cagarlas entre las dos. –dijo tomando mi mano y guiándome donde las demás mesas se encontraban.