Capitulo 11

492 38 22
                                    

Capitulo 11

Alison pov:

Quería encontrar una razón para el calor infernal que estaba haciendo en este día, ni siquiera con el aire acondicionado podíamos sentirnos bien, era de esperarse era verano y el calor siempre era más, pero aunque amaba esta época el clima siempre me hacía detestarlo un poco, el sol a todo su esplendor en las calles y todo un poco solo, hoy sería un día tranquilo en el café por lo visto o a menos hasta la tarde cuando el sol se pusiera y el viento y el ambiente estaría un poco más fresco por la tarde.

Había decidido vestirme lo menos complicado que pude porque no me imaginaba con un jean puesto y una camisa larga, lo más perfecto era un vestido corto holgado y una coleta en mi pelo, por lo visto Emily pensó en lo mismo y es que nada mas esta mañana habíamos levantado de la cama podíamos sentir como el clima nos trataría hoy.

Después de la anoche cuando Emily me había contado todo aquello que había estado viviendo en su hogar y si es que a eso se le llamaba así, podía comprender algunos de sus comportamientos de protección hacia los demás, pero no hacia ella misma, ella no creía que tenía valor alguno después de todo aquello que había pasado en su vida, y yo quería cambiar eso, no podía ser posible que alguien como ella no se valorara de tal manera.

Me encontraba frente a una Emily totalmente relajada sin noción de tiempo y sintiéndose totalmente libre en la cocina del apartamento, tenía unos pantalones de pijama cortos y una blusa de tirantes, se ve que había despertado temprano porque dejo lo que se pondría luego de bañarse en la cama, me hizo acordar a cuando mi mama me arreglaba la ropa para ir a la escuela.

Sonreí al mirarla bailar como una loca por la canción que sonaba por medio de sus auriculares, al parecer era una muy movida para tener esos movimientos mientras hacia sus huevos revueltos, me reí al verla agarrar su cuchara como un micrófono, pero solo haciendo la mímica de cantar, Emily era siempre una sorpresa andante, podías verla hacer algo nuevo cada minuto.

Me senté en la barra de la cocina tomando atrevidamente el vaso de jugo que ella minutos antes seguramente comenzó a tomar y la veía, la admiraba mover su cuerpo y alocar su pelo a todo lado mientras hacía quien sabe que de la canción; apago el fuego y sirvió todo en el plato para darse vuelta y saltar del susto cuando me vio ahí con la sonrisa de estúpida que tenía desde hace minutos al verla, aunque la sonrisa de estúpida la tenía siempre la miraba.

-Ali... -dijo apenada. –¿hace cuánto estas ahí? –estaba como un tomate con su cara completamente roja por la vergüenza.

-El tiempo justo para tener el concierto mudo más espectacular del mundo. –dije riendo.

-oh Dios... -dijo susurrando, pero le escuche.

-No tienes que avergonzarte. –dije sonriendo.

-hice para ti también. –dijo colocando otro plato en la mesa. –me dijiste que detestas la miel, así que solo traje mermelada de fresa, es tu favorita, no falle ¿verdad?

Recordaba de verdad todo lo que le había dicho aquella noche en la que jugamos a conocernos con un test de preguntas que encontramos en internet; sonreí ante el recuerdo de esa vez y ella me miro extraño.

-No estoy loca. –fue lo primero que dije cuando vi que ella me miraba cuestionable al verme sonreír. –solo que me parece bonito que recuerdes lo que me gusta. –ella se sonrojo un poco y ahora ella era la que sonreía.

Había aprendido de Emily que era una persona muy entregada en todo lo que hacía, muchos días la encontraba en el café pero muchas veces no, mamá había decidido que Emily le ayudara con la fundación con los niños que no eran muy abiertos ante las personas que trabajaban de ahí, ella decía que Emily en serio hacia magia con ellos porque en torno a todos los comportamientos que tenían en mal lo cambiaba, la adoraban y claro cómo no iba a creerlo si cada que los niños de los clientes venían aquí lo primero que hacían era preguntar por ella; el tiempo para Emily cada vez se reduciría un poco porque después de tanto esperar ella comenzaría a estudiar apenas se acabara el verano, después de una charla larga con mamá y de que ella se negara a recibir plata para pagarle, mis padres, porque sí, mi padre había conocido a Emily y le había parecido una persona excepcional ; llegaron al acuerdo que pagar la universidad de Emily seria el pago por ella trabajar con la fundación.

Where do I belong?  (Emison)Where stories live. Discover now